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Los chicos guapos de Hollywood envejecen,
pero siguen desparramando encanto . Sacudidos, mal vestidos, engordados y
maltratados por su amado director, en medio de alusiones a eventos o películas
que son parte de la cultura popular, se mueven en esta cinta que al principio
no sabe bien a donde va, pero finalmente encuentra su rumbo y su significación.
Un gran momento de placer cinematográfico.
Ficha IMDb
Es la historia de dos hombres que une una extraña
relación : son jefe y empleado, actor y doble, amigos. Rick Dalton (Leonardo
DiCaprio) es el actor. Ha sido famoso y rico gracias a la serie de televisión Bounty
Law pero la vida, y la edad, se hacen sentir. Ya no son tan numerosas y
atractivas o jugosas las propuestas de trabajo. Esto podría poner en peligro el
empleo de Cliff Booth (Brad Pitt), su doble, asistente, chofer, compañero de
cada instante. Un viaje a Italia, donde
Cinnecitta es la nueva Meca del cine, les permite volver al éxito. De vuelta a Hollywood, se ven sin querer mezclados a un suceso dramático que podría haber acabado
con su vida o la de sus vecinos ya que Dalton vive en una zona muy selecta de
Los Ángeles, en una cerrada al final de Cielo Drive, al lado de ni más ni
menos que Román Polanski (Rafal Zawierucha), muy famoso entonces por su
reciente Rosemary’s Baby (1968) y su esposa Sharon Tate (Margot Robbie )
Tarantino, una vez más, se dio gusto al hacer su
película. Par empezar, dio total libertad a su fetichismo por los pies. Ya lo
habíamos visto con los pies de Uma Thurman en Kill Bill (2003, 2004),
pero esta vez todas las actrices muestran sus pies .
Se divirtió como niño al hacer referencias que solo
los espectadores de su generación entenderán : las fiestas locas en la mansión de
Playboy, con las chicas vestidas de conejo, fueron las fiestas más locas y
apreciadas de Hollywood durante años, y los más famosos no se las perdían. No
eran orgias , simplemente fiestas de lujo. Ahí van, según Tarantino, Polanski y
Sharon Tate , en su cochecito. La revista Mad y su humor un tanto
especial, a la cual hace un homenaje con una portada dedicada a Rick Dalton .
Referencias al cine, como el ídolo de los sesentas,
Steve McQueen en su Gran Escape (John Sturges - 1963 ) ; como el genero
del spaghetti western de Sergio Leone, siendo el titulo mismo de la cinta una
casi-cita de Once Upon a Time in the West (1968), con Charles Bronson,
Henry Fonda, Jason Robards, Claudia Cardinale y una inolvidable música de
Ennio Morricone. Otro director y escritor italiano de spaghetti western, menos
conocido que Leone, fue Sergio Corbucci a quien alude Tarantino cuando Rick
espera volver a la fama gracias a él.
La verdadera Sharon Tate aparece en una cinta, sin
duda menor : La mansión de los siete placeres (The Wrecking Crew
o Las demoladoras de Phil Karlson - 1968) y la falsa Sharon entra a una
sala para darse el gusto de verse y escuchar los comentarios del publico. Un
poco como Tarantino se auto-cita desde el principio, en su alusión más
reconocible para los jóvenes espectadores, Bastardos sin Gloria (2009) cuando
Rick Dalton muestra su destreza con el lanzallamas , por la que más adelante lo
felicitará su agente Martin Schwarz (Al Pacino)
con sus gruesos anteojos estilo Scorsese .
Tarantino hace una mezcla entre actores de la época que
interpretan actores actuales y actores actuales .En cuanto a actores famosos en
los sesentas , Bruce Lee (Mike Moh) , aquí está, como Kato, su personaje de
antifaz negro . Pero también se dan una vuelta Kurt Russell, Luke Perry, Dakota
Fanning … como vecinos que pasaban por ahí , casualmente, el día de rodaje e
interpretan personajes que finalmente no tienen ninguna importancia .
Los años
sesenta no fueron sólo televisión y cine , fueron también vida cotidiana, con
la costumbre de pedir aventón con el pulgar levantado para indicar la dirección
adonde uno quería ir. Todos lo hacían, los y las jóvenes, los militares. De
hecho, a algunos les costó la vida como las victimas del serial killer Ed Kemper.
Uno entiende en los últimos minutos de la cinta que
todos los rodeos que no llevaban a ninguna parte, y las anécdotas sin sentido,
en realidad apuntaban a un homenaje a Polanski, como genial director de terror,
y a su joven esposa Sharon Tate, victima de un episodio de real terror :
asesinada con unos amigos por chicos integrantes de la Familia de
Charles Manson. Cliff llega al rancho Spahn que ocupan, ve a esa gente extraña
que vive como en secta. Ahí Tarantino nos destila un miedo insinuante ,
perceptible a la vez que inexplicable, muy al modo Polanski. Ahí esta la raíz
del significado de la cinta. Unos minutos después , el espectador de repente entenderá
todo y se dará cuenta que el guion de Tarantino es en realidad genial . Su
intención es salvar a Sharon, salvar a Polanski y al Hollywood de los años 90,
poner fuera de circuito a los malos y quedarse con un mundo bueno , un mundo en
el cual se hacen y se disfrutan buenas películas. Como un edén perdido.
Por cierto, el libro que Sharon le compra a su esposo
es Tess, la de los d’Uberville, de Thomas Hardy, que Polanski adaptará
una vez en Europa (Tess - 1979) con Nastassja Kinski, hija de Klaus, en el papel de
la joven sirvienta . Porque Polanski tuvo la suerte de sobrevivir a la masacre.
En la vida real.
Lo que domina la cinta, una vez entendido el puzzle de
referencias, es la complicidad entre los dos actores protagónicos. DiCaprio está
perfecto como actor en vías de fracaso y de gordura, consciente de su mediocridad,
pero tratando de mantenerse a cualquier costo, que trata de jugarse a si mismo
el papel del actor famoso, del jefe exigente frente a un Brad Pitt, muy
tranquilo, que acepta sin chistar los reproches, las exigencias, porque se sabe
indispensable como ayudante, como compañero , como cómplice. Cada uno utiliza
al otro, pero como los dos lo saben, se aceptan a si mismos como victima
cómplice. ¿Quién prevalece? Pitt tiene un dominio de cada situación , una
placidez casi apática, imperial, que imponen un ritmo a cada una de sus escenas
. Seguro de sí, se permite el lujo de
atravesar la cinta en una felicidad casi de otro mundo. Con él, nada malo puede
pasar . Lo que es en el fondo el mensaje de la cinta : todo acabará bien . Su
perro llena su soledad y, cuando se presenta la oportunidad , no rechaza una
cerveza para pasar el momento. Es la apología viviente del disfrute.
La cinta es un laberinto para perder al espectador, para que solo algunos entiendan y disfruten, es un homenaje admirativo y tierno a la vez para Polanski, una forma de pedir perdón en nombre de los demás. Es una forma de corregir por medio de la ficción lo que la vida real tuvo de horrible. Es también la revancha de los pequeños , de los desconocidos, que de repente pueden salvar a los famosos. Pueden ser el granito de sal que impide la catástrofe. ¿O será la cultura pop que salva a los clásicos?
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