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Un monumento cinematográfico, tanto por su
duración como por su profundidad, sus interpretes, su ambientación. La posible conclusión
a la obra de Scorsese es una meditación sobre más de medio siglo de vida de un
personaje, de un país y de los que lo dominan.
Ficha IMDb
La narración empieza por lo que puede parecer el
final de la historia. Una camera subjetiva entra en una residencia de ancianos, avanza a lo largo de un pasillo, da vuelta a la izquierda y se detiene atrás de
un hombre sentado. Le da la vuelta y descubrimos a un hombre sentado en una
silla de ruedas. No lo sabemos todavía, pero es una entrada magistral a los
temas que van a ser desarrollados en las tres horas y media que siguen.
La voz de Robert de Niro empieza a contar antes que
su personaje abra la boca. Explicando la frase : “Escuché que pinta casas.”,
nos introduce a lo que fue su trabajo durante varios decenios, matar gente sobre
ordenes de la mafia, y anticipa la oración con la cual debutará son relación
con Jim Hoffa. Frank Sheeran (Robert de Niro) está inmóvil en su silla de
ruedas y comienza el relato de su vida , dibujando la primera línea de tiempo.
La voz off nos habla de autobiografía. La narración
toma la forma de un road-movie. Frank y uno de los cabezas de la mafia italiana
en Estados Unidos, Russell Bufalino (Joe Pesci) emprenden un viaje hacia Denver
para asistir a una boda. El ritmo del viaje con sus numerosas paradas está
impuesto por dos necesidades : Ross debe detenerse a recolectar dinero, que va
acumulando en la guantera del coche. La secunda necesidad es la de las dos
esposas, Irène (Aleksa Palladino),
esposa de Frank, y Carrie (Kathrine
Narducci), esposa de Russ, que quieren fumar. En cada parada, mientras Russ se
desplaza para entrar a tiendaso hablar por teléfono para concertar los
encuentros, las dos mujeres platican, vestidas casi igual, demasiado lejos para
que se puede oír de qué. Así de alejados están los mundos femenino y masculino,
en este mundo donde las mujeres no tienen gran protagonismo. Mientras eso
sucede, Frank no hace sencillamente nada. Espera. Es el chofer. Es pasivo. El
viaje es la secunda línea de tiempo. Se relaciona estéticamente con la primera
línea ya que siguen el mismo movimiento : la explicación del itinerario sobre
el mapa muestra las mismas vueltas que hizo la cámara del principio y acaba en
un circulo alrededor de la ciudad final del viaje : Denver, que será también
final de la relación Sherman – Hoffa .
Dentro
del road movie, se abre la tercera línea del tiempo, lineal también, que es la
vida completa de Sheeran, desde su participación en la invasión gringa a Italia
al final de la Segunda Guerra Mundial, su regreso a Estados Unidos, su trabajo
como camionero, y su ascenso gracias a Russ dentro de la mafia italiana,
gracias a la seriedad de su trabajo, a su silencio, a su obediencia. Empieza
robando carne de su empleador para un padrino, sigue “pintando casas” para Bufalino
y para Angelo Bruno (Harvey Keitel) hasta que Russ lo recomienda al secundo
hombre mas importante del país : Jimmy Hoffa (Al Pacino), líder carismático y
terrorífico de la Hermandad Internacional de Camioneros. Contrariamente a los jefes
mafiosos, el primer contacto se hace por teléfono. La diferencia ya está
marcada. Para Sheeran, Hoffa será más que un jefe.
En este tercer eje temporal, Sherman actúa, a veces
toma iniciativas, a veces obedece ordenes, muchas veces transmite instrucciones
o consejos. Pero siempre se desplaza . Maneja, conduce. Tema que nos anunció la
silla de ruedas de la primera escena.
El viaje a Denver encuentra su apoteosis en la trampa
tendida a Hoffa : su sed de poder sin limite ha cansado a los jefes mafiosos. Después
de idas y vueltas negociadoras de Sheeran, se ha decidido poner fin a su existencia
demasiado invasiva y despótica. Los de arriba han decidido dónde, cuándo, cómo
y quién hará el trabajo. A partir de ese momento, Sheeran ya no maneja, ya no
lleva la acción, lo llevan a hacer su trabajo de traición.
Terminado el viaje y concluido el segundo eje del
tiempo, se vuelve al primero, la autobiografía, que se une al tercero eje. El
acto brevísimo de matar en la espalda al hombre que confía en él ha destruido a
Sheeran. A partir de ahora, se dedicará a envejecer, a tratar de reconstruir la
relación con su hija Peggy (Anna Paquin), al punto de ir a suplicarla arrastrándose
sobre sus mulatas frente a desconocidos, como un Rey Lear. Vive los últimos
años con Russ en prisión, acabar en la residencia de ancianos donde preparará
su muerte, material y espiritualmente.
La ultima escena es la salida de la cámara de su
cuarto, dejándolo solo con la puerta entreabierta, tal como lo hacia Hoffa ,
que le tenía tanta confianza cuando dormían en cuartos contiguos.
Así concluye una travesía de cincuenta años y se
entiende la necesidad del procedimiento del de-aging . Actores en sus setentas
deben interpretar personajes entre 30 y 80 años . Modificar digitalmente sus
rasgos les permite actuar sin el peso del maquillaje. Tiene también un efecto
que tal vez no fue voluntario : al modificar las caras sin modificar los
cuerpos, produce unos jóvenes con andar
de viejo, hombres aparentemente en la fuerza de la edad, pero ya habitados por
la vejez, por la inminencia de la muerte, lo que es finalmente uno de los temas
principales de la cinta .
La cinta es la historia de unos hombres, pero, a
través de ellos, es la historia de un país. En este medio siglo, Estados Unidos
vivió momentos determinantes, lideres y enemigos que marcaron la historia : la
Segunda Guerra Mundial, Los Kennedy, Nixon, Castro, la Guerra fría , Vietnam.
Scorsese introduce citas televisivas para apoyar sus intenciones : eso es lo
que la gente vió, sin saber las fuerza que movían los títeres por detrás y en
busca de qué intereses. Hoffa el poderosísimo sindicalista camionero y las
familias mafiosas jugaban ajedrez, movían los políticos, desplazaban el dinero
adonde les podía aportar más. El procurador Robert Kennedy persigue a Hoffa
porque dio dinero a la campaña de Nixon. Cuando las familias homenajean a
Sheeran por sus servicios, los invitados de honor son hombres políticos. Queda
claro que la mafia mandó asesinar a JFK porque tenían fuertes intereses en el restablecimiento
del régimen de Batista y sus casinos. Los padrinos están en todas partes donde
hay dinero que ganar y las Vegas será uno de sus terrenos de intervención como
ya lo contó Scorsese en Casino (1995). La historia de la política y del
crimen americanos es relatada a través de hombres representativos y reales :
cada vez que aparece uno nuevo en la historia, lleva escrito en surimpresión
fecha, lugar y método de su muerte, casi todas violentas.
Volviendo al trio protagónico, no se sabe a quién
admirar más, de Niro con sus escuetas palabras, su voluntad de satisfacer a
todos mientras su mueca y su mirada mantienen una distancia despreciativa; Al
Pacino con sus excesos, con las obsesiones de Hoffa adicto a la puntualidad y a
los helados; Joe Pesci con la discreción tenebrosa de Bufalino, preocupado por
la frialdad de Nancy, la hija de Sheeran .
¿Que queda de todo esto al final? En el caso del
personaje conductor de la historia quedan recuerdos, aislamiento, tal vez
remordimientos. El anciano prepara su muerte : escoge su ataúd, su lugar en el
cementerio, acepta rezar con el sacerdote del asilo. Hace todo bien para tener
un buen final, se aplica como buen alumno, como lo hacían los italianos a quienes
obligaba a cavar su propia tumba, y lo hacían lo mejor que podían con la
esperanza que tal vez, el gringo les tendría compasión y no los ejecutaría. Parece
que Sheeran, muy en el fondo, espera un milagro, no morir completamente y que
las nuevas generaciones se acuerden de quiénes fueron Hoffa y los hombres
alrededor de su poder.
La existencia de esos hombres, sus juegos de miedo,
de sangre y de dominación son los mismos que las tragedias griegas, que la
historia de Roma, que las obras de Shakespeare. Es la historia de todos los
hombres y de la huella que esperan haber dejado antes de morir. Es la historia
de los padres rechazados por sus hijos. Es la historia de los amigos obligados
a traicionar, es la historia de los que se creen indispensables, pero nunca son
admitidos en la familia. A Sheeran lo reconoció la mafia y Bufalino le regaló
un pesado anillo similar al suyo y al de Angelo Bruno, pero no puede pertenecer a las familias porque
no es italiano. Seguirá siendo “el irlandés”, seguirá siendo él que obedece.
El guion está basado sobre las memorias de Charles
Brandt I Heard You Paint Houses, frase de la entrevista de trabajo que
Jimmy Hoffa le hace a Frank Sheeran : pintar casas se hace con las salpicaduras
de sangre al asesinar a alguien. El eufemismo es una figura de estilo
repetitiva en la cinta, donde los diálogos son por lo general limitados. Lo
importante de la comunicación pasa por frases sencillas, neutrales, casi
siempre repetidas, cuyo significado pasa entre las palabras, por medio de
entonaciones, miradas, movimientos diminutos,
acercamientos o alejamientos corporales. La cena de reconocimiento a
Sheeran es un momento de antología en ese aspecto : la mirada de Hoffa sobre
los padrinos mafiosos, la conversación entre Bufalino y Sheeran, transmitida por
Sheeran a Hoffa, y viceversa.
Si el tema de la muerte y su preparación es
fundamental en la cinta, el tema que domina la acción es el transporte : del
camión de carne a la silla de ruedas, Sheeran pasa su vida manejando,
transportando. Es normal que su vida lo
lleve con él que domina la actividad del transporte, Jimmy Hoffa, el rey de los
camioneros, cuya primera aparición es un discurso que insiste sobre la
admitancia primordial de los camioneros en la vida económica y social del país.
Y es normal que en el momento de la
traición al jefe camionero, Sheeran sea manejado, transportado, por un piloto
de avión, por otro conductor. Metáfora del hecho que Sheeran, reducido a
sicario, ya no maneja la situación.
La violencia es omnipresente : en las relaciones de
poder, en las relaciones de pareja o de familia como la venganza de Sheeran
contra el tendedero de la esquina, amenazas abiertas o veladas, obligación de
someterse. Pero en esta cinta Scorsese la depura, la muestra de lejos , a vece
la sitúa fuera de campo, otra forma de eufemismo.
Y para acabar de pulir la historia de medio siglo
estadounidense, Scorsese, además de sus ambientaciones, interiores y
exteriores, de la vestimenta, ha escogido con sumo cuidado las músicas de la
época : Glenn Miller y las grandes bandas, Fats Domino, Perez Prado y sus
mambos, canciones italianas. Robbie Robertson unió todo eso, creando una trama
sonora perfecta que acompaña a la acción al mismo tiempo que crea poco a poco
una nostalgia de los tiempos pasados, de la juventud de su personaje, de la
edad de oro de la mafia, de la trayectoria de Scorsese.
Tres horas y media parece demasiado tiempo. Sin embargo,
no se ven pasar pasar esas horas, necesarias para contar toda la vida de un hombre
y medio siglo de un país. Y, al terminar de ver tal obra de arte, queda el deseo
de volverla a ver , para disfrutarla y entenderla más.
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