Nueva aventura de Lisbeth Salender, la violenta hacker del dragón tatuado, apoyada por el periodista renegado de Milenium. Llena de acción como las adaptaciones anteriores, presenta una actriz más humana y una trama más psicológica.
Ficha IMDb
Lisbeth (Beau Gadsdon) y Camilla (Carlotta von Falkenhayn) viven con su padre Alexander Zalachenko ( Michael Persbrandt) en una inmensa mansión en medio de los bosques. El ambiente angustiante deja a entender que el padre abusa de ellas, hasta que Lisbeth decide escapar, lo que hace sola mientras su hermana decide quedarse.
Adulta, Lisbeth Salander (Claire Foy) sigue con sus actividades de hacker en Estocolmo, al servicio de quien más le paga al mismo tiempo que usa sus talentos para defender mujeres maltratadas. Y denunciar públicamente a sus abusadores.
El investigador informático Frans Balder (Stephen Merchant) le pide ayuda para recuperar Firefall, un programa que desarrolló para la NSA capaz de acceder a los códigos nucleares del mundo. Balder quiere deshacerse de él ya que lo considera demasiado peligroso para la paz mundial. Un agente de la NSA Edwin Needham (Lakeith Stanfield) sigue de cerca los movimientos de Salander. Unos mercenarios liderados por Jan Holster (Claes Bang ) contactan a Gabriella Grane (Synnove Lacody Lund), directora adjunta de la SÄPO, los servicios de seguridad suecos. que decide desplazar a Balder y su hijo autista August (Christopher Convery) a una casa de seguridad.
Lisbeth recurre entonces a su viejo cómplice, el periodista Mikael Blomkvist (Sverrir Gudnason) , de vuelta a la revista Millenium, en el cual sigue escribiendo artículos denunciadores de anormalidades económicas y políticas. Este le ayuda a identificar a los que la persiguen, : Holster trabajó antes a las órdenes de Zalachenko, padre de Lisbeth, y pertenece ahora a una red criminal Spider Society. Paso a paso, Lisbeth tiene que remontar los diferentes enredos montados por Grane, Needham y la Spider Society con su jefe Thanos. Todo acaba en la casa de infancia de Lisbeth, adonde han llevado el niño August para torturarlo en vista de obtener el password de Firefall. Es cuando Lisbeth descubre que Thanos es su hermana Camilla (Sylvia Hoeks), que siguió las huellas de su padre, después de escapársele al fingir su suicidio. Las dos hermanas confrontan sus recuerdos de infancia con su padre , Camilla revela los abusos vividos y reprocha su abandono a su hermana.
Todo acabará bien, los malos castigados, el niño August con su madre, Lisbeth con sus hackings y Blomkvist con su revista.
La chica en la telaraña es la adaptación de la cuarta novela, Lo que no me mata, la primera no escrita por el primer autor, publicada en 2015. Otra derivación de la saga de Stieg Larsson, continuada por David Lagercrantz. Ya vimos varias películas centradas en el personaje, con diferentes niveles de eficiencia : La chica del dragón tatuado con Rooney Mara y Daniel Craig (David Fincher - 2011), remake de la primera versión con Naomi Rapace y Michael Nyqvist, Los hombres que no amaban a las mujeres (Niels Arden Oplev – 2009), seguida de La chica que soñaba con una cerilla y un galón de gasolina (Daniel Alfredson – 2009) y La reina en el palacio de las corrientes de aire (Daniel Alfredson – 2009), menos conocida, todas suecas.
Lo que aporta esta cinta es que se adentra por flasbacks más largos a la infancia de Lisbeth, permitiéndonos entender las raíces de su carácter inquebrantable, al mismo tiempo que ejemplo las motivaciones de su oponente, su propia hermana, formada en eficiencia por su implacable padre al mismo tiempo que traumatizada por sus abusos y llena de rencor y odio hacia la hermana mayor que la traicionó al escaparse. Eso le da una profundidad psicológica que no existía en las adaptaciones anteriores, más enfocadas en la eficiencia violenta de Lisbeth, y su actitud antisocial.
Sin embargo, Lisbeth Salander pierde de su fuerza extraña y se convierte en una suerte de Nikita o de James Bond femenino, con su moto, su vestuario, lejos del carácter de ángel vengador que castigaba las perversiones sexuales de algunos protagonistas, creando un ambiente sórdido y perturbador. Los malos son del tipo acostumbrado, políticos, instituciones gubernamentales, grupos que buscan más riquezas y más poder, gente no tan alejados de los grupos reales de poder. El regreso a la casa de la niñez no está sin recordar el final de 007:Operación Skyfall (Sam Mendes - 2012).
Queda una película de acción muy entretenida, un poco Hollywoodense, en nostálgicos colores gris-azules que les convienen muy bien a Berlín y Estocolmo .
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