Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Sunday, June 19, 2011

Las afinidades electivas ( Paolo y Vittorio Taviani , 1996 ) – 6/10


Una agradable adaptación de una novela de Goethe. Delicada y sensible. Sin proezas técnicas.

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Los hermanos Taviani son unos cineastas italianos con un estilo muy sobrio. No usan grandes efectos técnicos pero tienen una gran claridad en la forma de narrar. Valoran la expresión de los sentimientos y el ambiente, con un gran respecto de los textos que trabajan. Han hecho varias adaptaciones de novelas que se desarrollan en Italia durante la época napoleónica, en particular de La San Felice de Alexandre Dumas.

El concepto de “Afinidades particulares” es una hipótesis química que, siguiendo los trabajos d’Etienne Francois Geoffrey en 1718, fue dominante en el siglo XVIII ; se creía que , si dos parejas de substancias químicas entraban en contacto , se hacía un intercambio entre ellas, produciendo dos nuevas parejas . La historia contada por Goethe es la transposición a las relaciones humanas de esta afinidad química.

La pareja, muy feliz pero formada un poco tardíamente de Carlota (Isabelle Huppert ) y Eduardo (Jean-Hughes Anglade) vive en su amplia pero sencilla casa de campo en Toscana. Reciben la visita del mejor amigo de Eduardo, el arquitecto Ottone. Por coincidencia, esto es también el secundo nombre de Eduardo. Primer indicio para darnos a entender las misteriosas correspondencias entre les seres humanos. Poco después, Carlota invita a su ahijada Ottilia (Marie Gillain) , una joven que sigue estudiando. Poco a poco, las actividades empiezan a reunirlos en grupos de dos: Carlota se siente atraída por Ottone, Eduardo por Ottilia.

Cuando una pareja de amigos aristócratas viene a pasar unos días, exponen ideas muy modernas sobre el matrimonio y el concepto que debería ser un contrato de cinco años renovables. Como no están casados, y para no darle mal ejemplo a la casta Otillia, Carlota decide alojar las tres mujeres en un ala de la casa, los tres hombres en la otra. Pero el invitado quiere pasar la noche con su pareja, y Eduardo sigue su ejemplo. De una noche apasionada, Carlota quedará embarazada. Pero, mientras tanto, Eduardo se ha dado cuenta que Otillia lo quiere.

Separación de Carlota y Eduardo quien se va a la guerra. Otilia se queda con su amiga, y cada uno se pasa el tiempo pensando en el /la que ama.

Y ahí viene lo extraño: el bebe que nace, y al que Carlota llama Ottone, segundo nombre de su esposo, para no confundirlo con el papa (pero ya sabemos que es también el nombre del amigo) tiene el pelo rojo de Ottone el arquitecto. Y el lunar de Ottilia. Es la aplicación viviente de la ley de las afinidades electivas : en la noche de amor, cada uno estaba pensando en otra pareja. Y fue como si estas se unieran.

Esto nos muestra un de las características del romanticismo: los sentimientos y el aspecto mental son más importantes que lo físico. Una comunión fuerte entre dos personas tiene consecuencias físicas. De ahí el florecimiento del lo fantástico: Maupassant, Wilde.

La historia terminará (lentamente, es uno de sus defectos) por el regreso de Eduardo a la casa, el día que Ottilia, queriendo llevar el niño mas rápido a la casa para alimentarlo, decide atravesar el lago en bote, y deja caer el pequeño Ottone al agua. Eduardo y Carlota vuelven a vivir juntos y Eduardo suplica a Ottilia quedarse con ellos. Pero ella, se deja morir, dándole sus alimentos a una joven sirvienta.

A su muerte, seguida de poco por la de Eduardo, probablemente ahogado, Carlota los hará sepultar juntos en la capilla de la propiedad.

Todos los aspectos del amor según el romanticismo están presentes: un amor contra el cual es imposible luchar. El extraño parecido entre los que han nacido para estar juntos: Eduardo tiene dolores de cabeza del lado derecho, Ottilia del lado izquierdo. Tienen la misma escritura.

El espacio también es el espacio concebido según la estética romántica. un campo amplio, con un lago para los paseos , pero que puede ser lugar de nostalgia, de muerte .( veas eel poema de Lamartine Le lac ) . Una naturaleza como la de Rousseau. Una vida apacible como la de La nouvelle Héloise. En apariencia, porque los sentimientos no son nada apacible,s a pesar de una dignidad y reserva que los Hermanos Taviani imponen con toda razón a sus actores. Reserva que le queda muy bien a Isabelle Huppert pero sorprende más en Jean-Hugues Anglade , usualmente mucho más extravertido.

Otro aspecto del siglo de las Luces que se ve en esta historia es el interés de la gente educada por las mejores en la administración de sus tierras, con uso de diferentes tecnologías: selección de los plantíos, irrigación. Todo por el bien de la gente que trabaja s a su servicio.

Finalmente, una película que puede darnos testimonio de la forma de pensar y sentir en esta época que fue a la vez la culminación de las Luces y el principio del romanticismo.

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