Basada en el personaje de Marvel Comics, Howard the Duck es de lo más cotorra. No hay mucho que agregar para describir las aventuras de un visitante de otra dimensión que es exactamente como la nuestra, salvo que los habitantes de la tierra son patos humanoides; salvo que la secuencia final es tan 80s que cuesta trabajo creerlo.
La ficha IMDB
Un experimento científico resulta en que Howard el pato (Chip Zien en la voz y como 10 individuos turnándose el traje) es traído desde su dimensión hacia nuestra tierra, donde conoce, y se enamora de, Beverly Switzler (Lea Thompson) una aspirante a rock star con mucho talento y mucho corazón. Juntos intentan regresar a Howard a su dimensión de origen, pero antes deben salvar a la Tierra de una horrorosa creatura que llego gracias al mismo experimento.
Esta es una de esas cintas que no pretende nada más que ser una distracción momentánea, y lo logra de manera excepcional. Quizá el momento más emocionante de la cinta es ver a Lea Thompson, mejor conocida por ser la novia de McFly en la saga de Back to the Future (Zemeckis, 1985), en unas ropas completamente ochenteras, como parte de una banda completamente ochentera. También es placentero toparse con Tim Robbins, como el torpe amigo de Beverly que termina siendo una buena persona.
Resulta difícil saber si fue intencional, pero la facilidad con la que los personajes aceptan la cantidad de absurdeces en la trama es hilarante. Por supuesto, la ficción necesita de la suspensión de incredulidad, y eso quiere decir aceptar al pato y al monstruo extra dimensionales, pero lo campantes que están todos a su alrededor, o la placida conversación entre las creaturas de otra dimensión y Beverly en el dinner, o el aeroplano de escape son demasiado.
La secuencia final por supuesto se lleva las palmas. En el más puro estilo de los ochentas, la banda de “rock” (quizá debería haber más comillas ahí), con Howard al frente, cierra la película ante miles de fans, tocando una melodía que hace referencia directa a la cinta y si, todo se termina con un freeze frame lleno de emoción y sentimiento.
La ficha IMDB
Un experimento científico resulta en que Howard el pato (Chip Zien en la voz y como 10 individuos turnándose el traje) es traído desde su dimensión hacia nuestra tierra, donde conoce, y se enamora de, Beverly Switzler (Lea Thompson) una aspirante a rock star con mucho talento y mucho corazón. Juntos intentan regresar a Howard a su dimensión de origen, pero antes deben salvar a la Tierra de una horrorosa creatura que llego gracias al mismo experimento.
Esta es una de esas cintas que no pretende nada más que ser una distracción momentánea, y lo logra de manera excepcional. Quizá el momento más emocionante de la cinta es ver a Lea Thompson, mejor conocida por ser la novia de McFly en la saga de Back to the Future (Zemeckis, 1985), en unas ropas completamente ochenteras, como parte de una banda completamente ochentera. También es placentero toparse con Tim Robbins, como el torpe amigo de Beverly que termina siendo una buena persona.
Resulta difícil saber si fue intencional, pero la facilidad con la que los personajes aceptan la cantidad de absurdeces en la trama es hilarante. Por supuesto, la ficción necesita de la suspensión de incredulidad, y eso quiere decir aceptar al pato y al monstruo extra dimensionales, pero lo campantes que están todos a su alrededor, o la placida conversación entre las creaturas de otra dimensión y Beverly en el dinner, o el aeroplano de escape son demasiado.
La secuencia final por supuesto se lleva las palmas. En el más puro estilo de los ochentas, la banda de “rock” (quizá debería haber más comillas ahí), con Howard al frente, cierra la película ante miles de fans, tocando una melodía que hace referencia directa a la cinta y si, todo se termina con un freeze frame lleno de emoción y sentimiento.
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