Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Saturday, August 10, 2013

Hang'em high (Ted Post, 1968) - 6.5/10

 
Verdadero western clásico, con un Clint Eastwood joven y en la cima de su fama actoral. Grandes espacios, justicia por manos propias, ahorcados, buena música, acción, ritmo. Eficiencia antes que todo.
 
Ficha IMDb
 
La primera escena define al personaje principal: Jed Cooper (Clint Eastwood), a la cabeza de un rebaño de reses, vuelve para ayudar un becerro a salir del rio. Lo toma en sus brazos para llevarlo a la orilla. Un hombre que actúa de tal forma no puede ser malo. Pero llegan nueve hombres a caballo. Lo interrogan sobre la proveniencia de sus animales. El hombre a quien pretende haberla comprado no corresponde a la descripción que da. Y este hombre ha sido encontrado asesinado. Justicia rápida. Lo cuelgan de un árbol. Y se van.
 
Pero no esta muerto y un alguacil lo baja, lo reanima, le pone grilletes y lo sube a su jaula sobre ruedas, en la cual lleva a varios prisioneros a la ciudad.
 
El monumento central en dicha ciudad es la horca, con sus seis cuerdas preparadas y esperando, listas para la ejecución de las sentencias dictadas en juicios según la ley, por el juez Fentom (Pat Hingle). Como encentran al culpable del asesinato, Cooper es liberado. Para evitar que tome su venganza fuera de la ley, el juez le propone el puesto de alguacil, que le permitirá seguir con su búsqueda personal al mismo tiempo que trabajará en pro de la justicia .
 
A cada nuevo arresto, una mujer, Raquel (Inger Stevens) pide ver los prisioneros. Quiere identificar, lo descubriremos poco a poco, él que mato a su esposo y la violó. Esto da para la historia de amor.
 
Un western con todas las de la ley: música de Dominic Frontiere inspirada por Morricone, grandes espacios, efectos de acercamientos y alejamientos brutales de las caras. Hombres malos-malos y buenos-buenos. Un juez que desea imponer la fuerza de las leyes, castigar fuerte pero sin consideraciones personales. Ni siquiera dejarse suavizar cuando los acusados son dos jóvenes que se dejaron influenciar por un malo-malo.
 
Clint Eastwood a lo mejor de su mirada azul y fría. Eficiente como la película.
 
Un gran momento de verdadero western.

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