Una linda película, que quiere ser “femenina”. Sin un guión verdaderamente consistente. Con buenas actrices y bellas imágenes. Pero demasiado “izquierdista-folklorista-unamista”
Ficha IMDb
La película se deja ver. No se puede decir que sea aburrida. Tiene imágenes preciosas, de flores, pájaros, plantas, del cielo, los volcanes, el viento. En resumen, de los elementos naturales. Y es cierto que logra encontrarle poesía hasta en los puentes peatonales de Viaducto Tlalpan, con hojas secas y lluvia.
La historia tiene algunas incoherencias: la enfermedad de Alzheimer, me parece, no acaba con una persona en tan poco tiempo. Además, se agregan algunos elementos perfectamente inútiles: la duda sobre el padre de Dalia, las intervenciones musicales de los vecinos, la relación “amorosa” de Dalia con el chico que conoce en el cine.
Su ámbito es muy limitado : bonita casa en Coyoacan o Tlalpan, con amplio jardín, el Jardín Botánico de la UNAM, una plaza en Tlalpan, los puentes de Viaducto Tlalpan, el Tren ligero , Cinemanía, … La forma de vivir, velas, artesanías, muebles de madera y adornos de papel, corresponden a un cierto medio socio-cultural mexicano, clase media, que manifiesta ideas de izquierda en su estación de radio alternativa. “Recuperemos el nopal de nuestro escudo nacional”, alusiones a Aguas Blancas y Atenco. ¿Pero todos esos trabajadores de radio Nopal, de que viven? Tienen otras entradas. ¿No?
Y la vestimenta: túnicas bordadas, gruesos anillos con piedras, aretes de plata. Muy fridakahloista.
Todo esto le resta fuerza al tema principal de la cinta: el paso del tiempo (marcado por los cambios en la naturaleza) y su influencia sobre los seres humanos y sus relaciones. Cuando se presenta la enfermedad en la madre, se vuelve urgente para ella transmitir sus conocimientos. (Idea un poco rara: ¿Por qué una hija tendría que tener los mismos conocimientos que su madre, si ésta es investigadores universitaria? No se trata de conocimientos transmitidos oralmente y que podrían perderse, como podría darlo a entender la presencia de Maria Sabina. La película se plantea claramente como actual, con un tratamiento moderno de los conocimientos.) Y se vuelve urgente para la hija pasar tiempo con la madre. Tema que se teje también con Blanquita, la vecina, ( Ana Ofelia Murguía) , obsesionada con la muerte demasiado joven de su nieta.
Queda que algunas escenas son impactantes como el largo plano-secuencia de Dalia tratando que su madre su vista, mientras ésta saca y saca blusas del armario, siempre con el mismo movimiento, al mismo tiempo que insiste en que Dalia busque la información sobre una planta. En esta escena, Ofelia Medina es perfecta, y provoca con toda naturalidad una tensión creciente en su hija y en el espectador.
Ficha IMDb
La película se deja ver. No se puede decir que sea aburrida. Tiene imágenes preciosas, de flores, pájaros, plantas, del cielo, los volcanes, el viento. En resumen, de los elementos naturales. Y es cierto que logra encontrarle poesía hasta en los puentes peatonales de Viaducto Tlalpan, con hojas secas y lluvia.
La historia tiene algunas incoherencias: la enfermedad de Alzheimer, me parece, no acaba con una persona en tan poco tiempo. Además, se agregan algunos elementos perfectamente inútiles: la duda sobre el padre de Dalia, las intervenciones musicales de los vecinos, la relación “amorosa” de Dalia con el chico que conoce en el cine.
Su ámbito es muy limitado : bonita casa en Coyoacan o Tlalpan, con amplio jardín, el Jardín Botánico de la UNAM, una plaza en Tlalpan, los puentes de Viaducto Tlalpan, el Tren ligero , Cinemanía, … La forma de vivir, velas, artesanías, muebles de madera y adornos de papel, corresponden a un cierto medio socio-cultural mexicano, clase media, que manifiesta ideas de izquierda en su estación de radio alternativa. “Recuperemos el nopal de nuestro escudo nacional”, alusiones a Aguas Blancas y Atenco. ¿Pero todos esos trabajadores de radio Nopal, de que viven? Tienen otras entradas. ¿No?
Y la vestimenta: túnicas bordadas, gruesos anillos con piedras, aretes de plata. Muy fridakahloista.
Todo esto le resta fuerza al tema principal de la cinta: el paso del tiempo (marcado por los cambios en la naturaleza) y su influencia sobre los seres humanos y sus relaciones. Cuando se presenta la enfermedad en la madre, se vuelve urgente para ella transmitir sus conocimientos. (Idea un poco rara: ¿Por qué una hija tendría que tener los mismos conocimientos que su madre, si ésta es investigadores universitaria? No se trata de conocimientos transmitidos oralmente y que podrían perderse, como podría darlo a entender la presencia de Maria Sabina. La película se plantea claramente como actual, con un tratamiento moderno de los conocimientos.) Y se vuelve urgente para la hija pasar tiempo con la madre. Tema que se teje también con Blanquita, la vecina, ( Ana Ofelia Murguía) , obsesionada con la muerte demasiado joven de su nieta.
Queda que algunas escenas son impactantes como el largo plano-secuencia de Dalia tratando que su madre su vista, mientras ésta saca y saca blusas del armario, siempre con el mismo movimiento, al mismo tiempo que insiste en que Dalia busque la información sobre una planta. En esta escena, Ofelia Medina es perfecta, y provoca con toda naturalidad una tensión creciente en su hija y en el espectador.
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