Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Thursday, November 18, 2010

Sepultado (R. Cortes - 2010) 8/10


Es una película de desafió, por las limitaciones, de tiempo, espacio, actores y narración que se impone. Pero todo esta resuelto con mucha eficiencia El suspenso se instala poco a poco y crece hasta el final, manteniendo al espectador en un estado de alerta y de interés sin descanso.

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La película vuelve a tomar , seguramente sin saberlo las reglas del teatro clásico, que eran la unidad de tiempo, que la acción pase en máximo veinticuatro horas, la unidad de espacio, que todo se desarrolle en un solo lugar, y la unidad de acción, que haya un solo tema en la intriga . La cinta respeta magníficamente estas exigencias. Un solo lugar: no se puede hacer más reducido que un ataúd. Un tiempo limitado : dos horas; la historia se desarrolla prácticamente en tiempo real. Una sola acción; encontrar la forma de salir, y de vivir.

Se parece a un reality-show donde se deja al concursante en un lugar inhóspito, con la misión de llegar hasta cierta meta, teniendo en su poder unos pocos objetos. Y el debe improvisar usándolos con la mayor sabiduría y eficiencia posibles. En este caso, un teléfono celular, un encendedor y un lápiz. De paso, que buena publicidad para Zippo!

Todo reposa sobre un solo personaje, Paul Conroy (Ryan Reynolds), secuestrado en alguna parte en Irak, que esta todo, todo el tiempo a cuadro. Para mantener el interés, la película usa de recursos técnicos: las distintas formas de encuadrar la acción, dándose como interdicción el salir de la caja que es el ataúd. Los únicos momentos en que la cámara se ubica afuera, son las llamadas del terrorista que le indica las condiciones de su salvación, y que nos hacen ver el prisionero a través de una rendija entre las tablas. Otra toma que rebasa el ámbito limitado de la caja es la toma, totalmente simbólica, del hombre desde arriba, con una cama que sube y sube hasta salirse de un ataúd sin tapa, y nos muestra la profundidad del entierro, de la situación sin esperanza en que se encuentra la victima. Un hoyo irrealistamente profundo.

También recurren a las luces, diferentes según su origen. Anaranjada cuando proviene del encendedor, blanca de la linterna, azul del teléfono celular, y amarilla del tubo fluorescente.

En lo que es del desarrollo de la narrativa, cada escena nos da una nueva información: quien es el hombre, que hace ahí, que pasó antes, que esta pasando en su vida personal. Es una película muy completa, pero a la vez sin nada superfluo. Nada se ve forzado.

La película esta estructurada como en actos, separados por momentos a negros. Cabe recalcar que no le da miedo al director dejar al espectador en la más total oscuridad. Inclusive al principio, estamos en negro, y poco a poco suben ruidos, de respiración, que se transforman en jadeos, gemidos y después en gritos. Y así, cada vez que termina una escena, volvemos al negro total.

También un excelente uso del sonido, música o voces. Diferentes voces, muy fáciles de distinguir. Pero que todos se resumen al mismo contenido. Nadie lo escucha. Cada uno este encerrado en su propio sistema de valores y de información. Nadie lo entiende. Nadie lo oye. Se topa con contestadoras telefónicas o con personas que están programadas dentro de un sistema administrativo que no les deja ningún margen de personalidad. Se toman su tiempo, formulan la lista de preguntas que tienen que hacer, en el orden previsto. O se obsesionan con reglas de cortesía, totalmente fuera de situación. Situación que no conocen obviamente, pero nosotros sí. Y eso nos hace vivir la misma angustia que el protagonista.

También irrumpen los videos, de una violencia muy explicita, mandados por los terroristas para asustarlo. La película recalca ciertamente el papel de los terroristas. Pero también denuncia el papel del gobierno estadounidense con la célula de rescate, y de la empresa que se apresura en de despedir al hombre, calculando unas horas antes del secuestro, para no tener que pagar indemnización y seguro de vida a la familia.

Las tomas muy cercanas, de la cara, el mentón con la barba que va creciendo, las gotas de sudor, nos hacen sentir de forma muy física, el paso del tiempo y el sufrimiento del prisionero.

La cinta tiene mucho que ver con el absurdo. Absurdo de la situación de un hombre que acepta un trabajo en tierras peligrosas para ganar dinero para su familia. Un hombre que no tiene nada que ver con los políticos o los militares y, sin embargo, cae en la trampa de la guerra Y el absurdo de las palabras preparadas, falsas, vacías, bajo su apariencia de bondad, comprensión y compasión. Absurdo de las reglas de civilidad en una situación que esta mucho más allá de cualquier civilidad.

El final de la cinta es un doble absurdo. Primero porque el secuestrado se corta el dedo para satisfacer las exigencias de sus secuestradores. Y se da cuenta que ya están llegando los que lo van a sacar, y su dolor y su sacrificó fueron innecesarios. Pero luego, el segundo absurdo es que…. no es su tumba la que están abriendo. Y en medio de todo este sin-sentido, el hombre termina con una gran dignidad, como asumiendo su destino.en tierras peligrosas para ganar dinero para su familia. Un hombre que no tiene nada que ver con los políticos o los militares y, sin embargo, cae en la trampa de la guerra Y el absurdo de las palabras preparadas, falsas, vacías, bajo su apariencia de bondad, comprensión y compasión. Absurdo de las reglas de civilidad en una situación que esta mucho más allá de cualquier civilidad.

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