Ficha IMDb
La historia tiene una estructura bastante simple, con un flash back . Empieza con esta mujer sola, y sin nada, que se sube a un camión en medio de la nada, única mujer blanca en medio de pasajeros negros. Y no sabe bien a donde ir. Lo perdió todo. Estamos al final de la historia. De ahí se nos manda a algunos días antes, con sus recuerdos que nos permiten reconstruir la razón de su presencia en este camión.
El ejército francés deja el país. La siguen en helicóptero para tratar de convencerla de irse también. En ningún momento se menciona el nombre de dicho estado. Pero se puede ver una alusión a los eventos en Costa de Marfil hace algunos años.
A nivel familiar también estalla una crisis, acelerada por les sucesos políticos: el ex esposo va a vender la propiedad al sheriff, y el hijo pierde literalmente la razón, y se une a los niños soldados de la rebeldía.
De ahí la película sigue cronológicamente hasta el final, la escena del autobús.
Maria tiene que luchar para conseguir trabajadores, ya que todos huyeron antes los rebeldes y el ejército que los persigue. Tiene que luchar contra su ex esposo (Christophe Lambert) que quiere vender la propiedad de su padre pero que ella trabaja. Tiene que luchar contra un hijo adolescente apático que se vuelve medio loco y tiene que luchar contra los soldados, enfrente de los rebeldes y mantenerse en su lugar. Es una mujer sola, fuerte y decidida, talvez testaruda e inconsciente de la gravedad de la situación.
Por lo demás, no hay un análisis sicológico, no hay un análisis político, o económico de la situación. Simplemente se nos muestran imágenes ya bastante vistas: el pequeño colono que trabaja en el campo codo a codo con sus empleados locales, los paga sin explotarlos, les da comida y techo mientras trabajan. Imagen de la mujer que trabaja personalmente su tierra como ya vimos a Isabelle Huppert en “Un dique contra el Pacifico”). No se trata de del colono rico y abusivo, viviendo en su mansión. Se trata de una visión de la colonización más apegada a la realidad. Aunque hay que notar que la historia pasa después de la descolonización.
Las relaciones de familia no se entienden bien al principio. Es un poco complicado ubicarse con el nuevo hijo del ex esposo, el cual vive con su esposa africana, en la casa del abuelo dueño de la propiedad. Y la mujer que vive con su hijo (del primer matrimonio) en una pequeña casa sobre la plantación. Pero el ex esposo siempre esta metido por ahí.
También esta el cliché, obligado, de los niños-soldados. El de la estación de radio haciendo propaganda a favor de los rebeldes y en contra de los blancos, con todos los estereotipos usados en todas las guerras. Todo visto muy superficialmente, filmado de una forma muy sin chiste. Isabelle Huppert parece no saber muy bien que hace ahí.
Dicen que la directora pasó parte de su infancia en África. Parece que quiso darse el gusto de hablar de algo que conoció, talvez motivada por la evocación de algo que en un momento vivió, talvez donde fue feliz o al contrario, pero se queda en eso. En realidad ni evoca la belleza del país. No hay ningún plano que sobresalga, que inspire algo al pobre espectador. Esta película no deja nada, ni admiración, ni coraje, ni siquiera ganas de ir a África.
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