Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Thursday, December 23, 2010

A Scanner Darkly (Richard Linklater, 2006) - 7/10

Adaptada de una novela del legendario Philip K. Dick, A Scanner Darkly hace un excelente trabajo representando una sensación general de que algo está profundamente mal. Si bien la elección de hacer la cinta en rotoscopia es lo primero que llama la atención, la decisión es justificada y muy rápido deja de ser importante en sí misma. El trabajo actoral, por otro lado, definitivamente se impone.

La ficha IMDB

Bob Arctor (Keanu Reeves) es un agente del gobierno encubierto, responsable de una investigación alrededor de una nueva y poderosa droga. También es el sospechoso principal en esa investigación. Los agentes encubiertos usan trajes especiales que impiden que nadie los reconozca mientras están en el cuartel de policía, así su identidad jamás está comprometida. También facilita un juego en el cual Bob es solamente un peón. Más importante que Bob parece ser James Barris (Robert Downey Jr.) un sujeto un poco loco cuyas intenciones nunca quedan claras.

Reeves y Downey Jr. hacen un trabajo impresionante en esta cinta. Definitivamente los animadores tienen merito al haber sido capaces de respetar las sutilezas en las expresiones de estos dos amigos (y de todos los demás actores) y definitivamente las texturas y el movimiento constante en la rotoscopia agrega al nivel de expresión; pero el trabajo inicial de estos dos en dar vida a los personajes es de verdad meritorio.

Woody Harrelson y Rory Cochrane como los amigos porros son también excelentes en sus papeles; Wynona Ryder como la novia y “algo mas” es mucho menos interesante.

Las reflexiones de Philip K. Dick acerca de la droga y sus consecuencias, así como las estructuras de poder alrededor de ella son interesantes y aunque definitivamente se siente el paso del tiempo en algunos de los ángulos de la discusión, no dejan de ser relevantes 30 años después de haber sido escritas.

Pero si, por falta de espacio, nos detenemos solo en la cinta en sí misma, aun hay mucho que decir. La escena inicial es una excelente apertura porque define el estado de ánimo de toda la cinta. Primero establece la animación como la elección narrativa, y lo justifica inmediatamente, pues se asocia con las alucinaciones y la paranoia del personaje interpretado por Cochrane. De ahí en adelante esa sensación persiste en todo momento, aumentada por las alucinaciones de Bob y el flujo constante del traje que usa en el “trabajo”. Quizá esta sensación se relaja un poco al final, cuando parece que las cosas tienen sentido y que puede haber una resolución; aunque ya no un final feliz.

El ritmo y la manera en que suceden las revelaciones es también interesante; pero sobre todo las interacciones entre los personajes y a riesgo de repetir demasiado, en particular los dos principales que son en sí mismos interesantes. Bob Arctor por la situación en la que se encuentra (o en la que fue colocado) y James Barris por quien es. El conflicto es intenso y el trabajo detrás y delante de cámaras (y detrás otra vez) definitivamente lo hace relevante.

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