Claramente destinada a los adolescentes, la película es entretenida, con una mezcla más o menos equilibrada de acción, suspenso y sentimientos. Con una joven actriz (y personaje) inspirada. Pero deja la impresión al espectador desconocedor de las novelas que se le escapa algo.
Ficha IMDb
Presentado como el sustituto de Harry Potter, o como el nuevo Twilight, The hunger games llega después del gran éxito de las novelas. Un mundo futuro con un gobierno totalitario donde el pueblo sufre hambre, falta de trabajo y miedo. Liderado con mano de hierro por el presidente Snow (Donald Sutherland), majestuoso, canoso, vestido de un traje oscuro de corte antiguo y amante de las rosas. Es la clara imagen de Lincoln, de los ideales de los principios de Estados Unidos.
El principio de la película presenta a la heroína, Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) en su entorno: su amor por su hermana menor, Primrose (Willow Shields) , sus talentos como arquera, su amistad con Gale (Liam Hemswoth).
Después de este entorno "normal", pero que anuncia el tema de los juegos y las condiciones de hambre del pueblo, se amplía el tema social: hambre, falta de trabajo, mercados donde gente harapienta vende de todo para conseguir algo de dinero.
Entramos en la ciencia ficción y la distopía con la ceremonia de designación de los "tributos", los dos jóvenes que van a representar al distrito. El pueblo contra el poder: policía, políticos. El primer indicio de la distancia entre el mundo de arriba y el mundo de abajo es el de los trajes: uniformes tipo Starwar, ropa estrafalaria de Effie Trinket (Elizabeth Banks), suerte de diputada local: colores vivos del pelo, de la ropa, maquillaje, tacones. Todo en exceso.
En realidad, esto constituye la parte más innovadora y creativa de la película: la creación de un mundo con sus propios estándares estéticos. Muy al estilo Lady Gaga. Al mundo del hambre, en los distritos, se opone el mundo de la abundancia en la sede de los poderes. Desde el tren que los lleva a Panem, la capital: lujo, confort, búsqueda en el mobiliario. Y sobre todo, comida.
En la capital domina una estética inspirada en el imperio romano, como lo hiciera Napoleón (algunos muebles son claramente del estilo Empire), o Mussolini. o sea de régimen autoritaria. Un poco como lo hace Julie Taymor en Titus (1999). Pero mucho más ligera, tal vez porque el público de destino no tiene tales referencias históricas y culturales. La presentación de los tributos en el estadio con el desfile de carros tipo Ben-Hur recuerda claramente el ambiente "Panem et circenses" de la Roma decadente (por cierto la capital se llama Panem. ¿Alguna relación?) Además varios personajes llevan nombres romanos: Flavius, Octavia, Cinna, Cesar, Seneca….
Pero después de esta larga parte introductoria en el mundo futuro empieza la parte propiamente de los juegos. Primero el entrenamiento. Algunos días y no se ve gran cosa. Por cierto, ¿cuál es el papel exacto del mentor del dúo, Haymitch Abernathy (Woody Harrelson). Escondido detrás de su pelo largo y despeinado, no encaja con la estética de la nueva Roma, y se limita a dar unos cuantos consejos a Katniss.
La parte de la pura competencia y su retransmisión me pareció muy larga y, finalmente, poco original. Uno se cree en uno de estos reality shows de sobrevivencia. Y no se puede evitar pensar en precedentes : The running man de Stephen King, escrita en 1985, (mal) adaptada por Paul Michael Glaser (1987) con Arnold Schwarzenegger. O The Truman Show (Peter Weir- 1998) con Jim Carrey, reality show de una vida completa, que se desarrolla bajo un inmenso domo, con miles de cámaras, lo que permite al publico seguir la acción en tiempo real . Aquí, los telespectadores de los juegos pueden apostar e intervenir siendo sponsors y mandando ayuda en una pequeña bola de metal: la pomada milagrosa,comida, o cualquier tipo de joker.
Inevitables, el complot de los malos, la muerte de la niña inocente, Rue (Amandla Stenberg), que además es una niña negra, en una película donde la supremacía blanca parece un hecho para el futuro del país. Esperada, la escena de amor en la gruta.
Interesante, la creación de elementos del bosque o animales que son virtuales pero se introducen al lugar de la competencia y cobran vida.
Ahora, se supone que quien gana es una pareja. Pero no hay igualdad entre estos dos. Peeta (Josh Hutcherson) es de lo más torpe, no tiene iniciativa ni astucia. Tal vez sea guapo, pero no tanto. Siempre sigue a alguien y hasta cuesta creer que se unió a los adversarios para después vencerlos. Obviamente la heroína es más sabia. Y fuerte. Y guapa. De hecho, ella es quien lleva la película. Jennifer Lawrence fue nominada al Oscar para Winter's bone (Debra Granik - 2010). El director la filma de muy cerca. Respeta un punto de vista subjetivo. Ella observa y piensa antes de actuar. Domina a los demás y a la competencia en general, como lo hace encaramada en los arboles. De hecho, en su familia, ella fue quien se encargó de todo después de que su madre se sumió en la depresión después de la muerte del padre. El carácter femenino es aquí totalmente idealizado.
Pero, aparte de las referencias a la cultura romana antigua, a parte de una estética estrafalaria, no queda gran cosa además de una gigantesca competencia de sobrevivencia .Los elementos que podrían ser algo críticos son muy pasajeros como las intervenciones del actor presentador, Caesar Flickerman (Stanley Tucci), con su enorme peluca azul y todo lo falso de su actuación, sonrisas, preguntas, guiños que denuncian claramente lo falso de las emisiones televisivas. O las conversaciones del productor de la emisión, Seneca Crane (Wes Bentley) con el presidente amante de las rosas.
Porque la película se limita a entretener y no presta mucho a la reflexión, social, política o simplemente cultural. Tal vez, los episodios siguientes serán un poco más "adultos".
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