Adaptación de una novela del hijo del maestro del terror, Joe Hill, hijo de Stephen King, esta historia se mueve entre suspenso, psicología y fantástico. Excelente interpretación de Daniel Radcliffe quien nos enseña, con cada película, que es más que simplemente Harry Potter.
Diabólica ficha IMDb
En un tranquilo pueblo del Nord oeste de Estados Unidos, vive Ig Perrish (Daniel Radcliffe), enamorado desde siempre de la radiante Merrin (Juno Temple). Pero una mañana, el cuerpo de esta aparece sin vida en medio del bosque, e Ig no recuerda nada. Todo mundo piensa que él es el culpable. Él siente que es inocente pero no puede asegurar nada ya que amaneció borracho. Su familia parece estar de su lado y tiene a un joven abogado, Lee Tourneau (Max Minghella), también amigo de la niñez, decidido a defenderlo aunque sea de oficio. Sin embargo, Ig decide emprender su propia investigación.
Maravilla o milagro, después de una noche de alcohol y sexo con su amiga la mesera, descubre que de su frente empiezan a brotar unos pequeños cuernos. Eso no sorprende a su acompañante, quien está más que fascinada, tentada de forma irreprimible por unas donas. Su visita al Doctor Renald (Alex Zahara) dará los mismos resultados: el doctor no puede resistir a los encantos de su asistente. Ig entiende que esos cuernos diabólicos tienen la capacidad de revelar lo peor en cada uno de los que los ven, y además, sueltan las lenguas que disfrutan confesando sus peores acciones o deseos. Decide usar ese poder para reconstituir la noche del crimen.
La cinta sabe mezclar drama, romance, suspenso. Las confrontaciones de Ig con diversas personas de su familia y del pueblo ofrecen una galería de retratos de un humor negro irresistible, de la madre que lo quiere ver lejos, al policía homosexual, pasando por el dueño del bar que quiere incendiar el lugar para cobrar el seguro, y sus clientes más desequilibrados unos que otros.
No falta la violencia, que surge cuando el ritmo parece calmarse. Hasta el terror, porque, al volverse una criatura del diablo, Ig tiene control sobre las serpientes. De ahí unas escenas bastante espantosas, en particular la muerte del culpable del asesinato. (Quien escribe teniendo una fobia con esos animales prefirió sacrificar su amor al cine a una noche sin pesadillas, así que la muerte del odioso individuo se resumió a gritos y ruidos horríficos y bastante sugestivos de la fuerza de las imágenes).
Las referencias al Edén y al infierno son constantes. El Edén de Ig es Merrin, hermosa, luminosa. Es también el bosque y la casa en el árbol, hasta que se vuelven infierno por el crimen, y donde Ig vivirá su transformación más extrema, para vengar a su amor. El diablo se ve asociado a sus atributos habituales: cuernos, fuego, serpientes, siguiendo la costumbre de King de utilizar las imágenes, folclóricas o religiosas, del inconsciente colectivo. Uno sabe que todo eso es irreal, pero, por el tiempo de la historia, acepta suspender su mente racional.
La naturaleza de la zona de Seattle, con el ancho rio, los troncos flotando, la bruma que disimula las montañas, es el marco perfecto para una historia de amor nostálgico, de sacrificio.
La organización de la narración es perfecta, el poder de los cuernos facilita las confesiones de los testigos o participantes a la noche del crimen. Nada parece artificial y el vacío que deja cada uno, por culpa del alcohol, la droga, o el sueño, se ve llenado por la confesión del siguiente, permitiendo a Ig avanzar poco a poco y completar su reconstitución de os hechos.
Cada personaje tiene lo suyo, todos son necesarios en su pequeña o gran contribución a la pequeña sociedad de pueblo, desde el padre de Merrin, Dale (David Morse) , los padres de Ig , Derrick (James Remar) y Lydia ( Kathleen Quinlan) y su hermano Terry el drogadicto (Joe Anderson) , quien nos lleva a un viaje psicodélico.
Los flash back en la niñez explican el entrañable apego de Ig a la delicada pero decidida joven, así como las relaciones entre jóvenes adultos. Es divertido ver, en casa del padre, fotos de los niños, donde Ig chico es Daniel Radcliffe, y no Mitchell Kummen, el actor que interpreta a Ig adolescente.
Harry Potter logró colarse en otro mundo fantástico.
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