Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Saturday, December 13, 2014

L’homme qui rit (Jean-Pierre Améris , 2012) – 5/10

Adaptación de la novela de Víctor Hugo, en un mundo entre terror, cuento de hadas, traiciona al gran autor precisamente al querer ponerlo al alcance de todos.

Ficha IMDb

Gwynplaine (Marc-André Grondin ), huérfano de madre, quien murió al dar a luz , fue robado cuando era apenas un niño. El roba-chicos, Hardquanone (Arben Bairaktarai), para marcar su posesión, le abre la cara en forma de sonrisa. Lo abandona en unas tierras lejanas, donde es rescatado por Ursus (Gérard Depardieu), un vendedor ambulante quien se desplaza con sus hierbas, pociones y medicamentos, en unacaravana. Ursus, gordo y no muy honesto, es, en el fondo, un hombre generoso. También recoge a una niña invidente, Déa (Christa Theret). La cara horrible de Gwynplaine al hacer reír a los campesinos, le permite a Ursus vender cada vez más productos.

Los niños crecen con el hombre que nunca ha llorado, el tiempo pasa, el espectáculo se vuelve más complejo. Hasta que llegan a la gran ciudad. Ahí, el trio se establece en una zona a la orilla de las construcciones, tipo de campo baldío, donde están todos los cirqueros, los acróbatas y los monstruos. Los dos jóvenes están enamorados, de un amor muy puro, porque Gwynplaine se obliga a callar sus deseos, y porque Déa es totalmente inocente y casta. Su prestación en escena atrae cada día más público. Ursus les escribe unos diálogos que mezclan su realidad con cuentos de hadas, historia de príncipe valiente y princesa enjaulada.

Una hermosa duquesa, Josiane (Emmanuelle Seigner) asiste a las funciones y trata de seducir a Gwynplaine, quien se resiste. Pero un día, este es raptado y llevado a un castillo donde el mayordomo Barkilphedro (Serge Merlin) le revela que es el hijo del difunto príncipe    , miembro de la Cámara de Lores. Le muestra su inmenso castillo, y organiza una gran fiesta para que toda la nobleza del país lo conozca. Vestido, maquillado, peinado, Gwynplaine cede a las seducciones de Josiane, mientras el odioso mayordomo conduce a Déa a la puerta del cuarto. Déa, al volver al campo de los cirqueros, se envenena y Gwynplaine llega solo para verla morir, mientras Ursus vierte las primeras lágrimas de su larga vida. Al suicidarse el joven, los dos jóvenes se unen en su amor eterno.

El cineasta decidió llevar al exceso las características de la novela patética de Hugo. Exageró el ambiente fuera del tiempo y la realidad. El final, con el suicidio de Gwynplain ahogándose y el encuentro de las almas resplandecientes es bastante ridículo.

No se supo transmitir el ambiente de novela popular, se jaló demasiado a los excesos.

A medida que se avanza en la historia, se aleja del realismo.Del momento que Gwynplaine regresa a su castillo y que le es revelado su origen, la película torna a ser un tipo de cuento de hadas al estilo Tim Burton, con personajes excesivamente maquillados, mostrando sobre sus caras su maldad interna. Las paredes demasiado altas, las vestimentas y peinados excesivos y el andar tieso de los actores acentúan la falsedad del mundo “civilizado”. La desproporción de la figurita de Gwynplaine con el entorno exterioriza  el malestar del joven inocente ante un mundo hipócrita, rico y falto de bondad.

Paro la cinta presenta algunos aspectos interesantes, como el juego de teatro en el teatro, cuando Ursus utiliza las palabras de Dea y Gwynplaine para construir su texto teatral, acompañado de mímicas en un estilo Comedia del arte.

Espectacular es la gran escena en el parlamento, donde Gwynplaine pronuncia un discurso como  los que pronunciaba el propio Víctor Hugo en la asamblea.”Le peuple, c’est moi”. Gwynplaine toma por fin algún espesor. En esta escena, se ven claras alusiones  a Inglaterra por las pelucas, que todavía se usan en los juicios. Y también con la presencia de una reina tiesa, parecida a una Reina Victoria ya vieja, o una Elizabeth I.

El hombre que ríe es una novela poco leída de Hugo, tiene todos los recursos de la novela popular de folletín: los roba chicos, como en Charles Dickens, las intrigas de corte, las desapariciones, la huérfana ciega, la oposición entre el bien y el mal, los golpes del destino como el reconocimiento del niño pobre quien era en realidad hijo de alguien riquísimo y quien, al heredar la fortuna familiar, se aleja de sus auténticos amores.

Se vuelven a ver las temáticas de Hugo: el pueblo que sufre mientras los ricos viven en la opulencia y la tontería. Déa es otra Cosette, y Gwynplaine es otro Marius.

Son el amor puro en medio de las maldades.

La voz de Gérard Depardieu, en off, sirve a la perfección el texto de Víctor Hugo, majestuoso y claro a la vez.


La sonrisa de Gwynplaine sobrevive en la cara del Guasón, y la sonrisa de V for Vendetta. Y en la máscara de Anonymous. Victor Hugo siempre ha sido y será del lado de las víctimas, en contra del poder que abusa, un defensor de la humanidad. 

No comments:

Post a Comment