Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Sunday, May 22, 2011

La ronde (Max Ophuls, 1950) - 8.5 /10


Con esta película, toda en ligereza y cortesía , Ophuls cuestiona al mismo tiempo el artífice del cine y la superficialidad de las relaciones humanas, tan transitorias y reemplazables. Grandes actores. Hermosas escenografías. Y algo más.

Ficha IMDb

La película es introducida por un personaje extraño (Anton Walbrook) ; vestido de una gabardina, deambula sobre un escenario donde se yuxtaponen sin mucho sentido, un teatro con escena y cortina, una calle, un carrusel. Y nos explica quien es: él lo ve todo, porque ve en círculo, en ronda, y lo ve todo al mismo tiempo. Ve más allá de las apariencias, de los elementos de escenografía, ve la falsedad de los deseos. Es el narrador, omnipresente y omnisciente. Esta en el lugar de Dios. “Soy Usted… Soy la encarnación de su deseo de conocerlo todo) .

Pero este dios es diabólico. Porque él va a poner lugar (Viena), fecha (1900) y sobre todo va a poner los personajes en presencia los unos de los otros. Se quita la gabardina y aparece vestido como elegante vienes de1900. Lleva una joven, la prostituta Leocadie (Simone Signoret) al carrusel y le da instrucciones sobre cual de los paseantes debe seducir, un joven militar, Franz (Serge Reggiani) . Y empieza la ronda.

En un baile donde cada bailarín cambia de pareja en cada pieza, el narrador-maestro del juego aparece cada vez para facilitar los encuentros, cambiando de papel. Será cochero, mesero, paseante, confidente. Y cada vez, nos dará el titulo del nuevo encuentro: la prostituta y el soldado, el joven virgen Alfredo (Daniel Gélin) y la mujer casada (Danielle Darrieux ) . a joven casada y su esposo Charles (Fernand Gravey), el poeta (Jean-Louis Barrault ) y la comediante, la comediante y el conde.(Gérard Philipe).... Hasta que la rueda termine. Y que volvamos a la prostituta del principio. La ronda se cierra. El narrador se vuelve a poner la gabardina.

Bajo la apariencia ligera y azucarada de Viena, con sus restaurantes, fiestas, carruseles y valses, Ophüls nos muestra la falsedad de todos y de los papeles que la sociedad les da y que todos aceptan con gusto. El movimiento en circulo, sea él de la rueda que bailan los niños, o de la ronda que hacen los soldados (hay dos militares en la película, de rango diferente) , recuerda a Lola Montés (1955) con Peter Ustinov, Martine Carol, que presenta la vida de la famosa bailarina amante del duque de Baviera, que acaba su vida como atracción en un circo. Movimientos de ida y vuelta entre el presente y el pasado cuentan la vida de Lola en función de las preguntas del público. De la misma forma, en La Ronde, bajo una superficie agradable, juguetona, se encuentra una desesperación y un pesimismo profundos.

Porque en realidad, la historia es totalmente vacía. Los personajes no tienen ideas, ni sentimientos, solamente deseos, que satisfacen cuando se presenta la oportunidad. Y la película esta hecha solamente del movimiento, del cambio, de la transición del uno al otro. Sin psicología, ni análisis. Porque no tienen ni corazón, ni cabeza, solamente epidermis.

Roger Vadim hizo un remake en 1964, con sus actores habituales, en particular Jane Fonda y a colores. Pero no tiene para nada el mismo encanto. Porque Vadim tiene todo menos sutileza.

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