Ficha IMDb
La película, en varios aspectos, es una melodramática historia de familia: el padre busca recuperar el amor de su hija Winnie (Carrey Mulligan) ; pero también vengarse del banquero Bretton James (Josh Broslin) ; el joven operador de cuenta Jake Moore ( Shia LaBeouf), novio de Winnie, busca vengar a su mentor, Louis Zabel (Frank Mingella) , pero también quiere conseguir dinero para una proyecto sobre energía verde. Los intereses se unen y el nuevo ambicioso une fuerzas con el viejo ¿Cuál de ellos sabrá usar mejor al otro?
En si, la historia es bastante tediosa. Todos son malos en el fundo, menos la joven, tierna e inocente, salvo cuando se trata de su padre. Y,hasta eso no dura mucho, se dejará ganar por los sentimientos.
Algunas notas de ironía: para escapar del círculo vicioso creado por los bancos, los préstamos, las hipotecas, hay una solución…. Compren mi libro. Algunas visiones bastante lucidas sobre el mundo actual: nos crearon burbujas de consumo, modas de las cuales ya no sabemos escapar. La madre de todo mal es la especulación. Porque los bancos mismos no saben como escapar de las trampas que crearon. La nueva burbuja es la fiebre verde….. Como la burbuja de la tulipomanía que vivieron los Holandeses en el siglo XVI (Un bulbo de tulipán llegó a ser vendido por el precio equivalente a 24 toneladas de trigo.)
Pero lo más interesante es lo que Oliver Stone hace con las imágenes, como las mezcla, las sobrepone, lo que les hace expresar, usandolas como metáforas . La euforia nos invade cuando la cámara sube, como acariciando las fachadas de los rascacielos de Wall Street, gozando de la belleza de la arquitectura, de la luz, de los reflejos en las ventanas. Es toda la euforia de Wall Street haciendo dinero, ganando millones. Las caras de los operadores de bolsa desaparecen atrás de las cifras de colores pasando sobre las pantallas internacionales. El ser humano ya no tiene importancia. Lo que cuenta son los números, los dólares que estamos ganando. Que importa si una empresa tiene que ir a la quiebra, si trabajadores pierden sus empleos, si directores van al suicidio. Corren los rumores, surgidos de la nada. Wall Street se vuelve ansioso. La cámara baja los edificios. Los dominós se caen en cascada. Antes de decirnoslo, ya lo sabemos :la empresa perdió todo valor.
Stone tambien hace uso de disferentes tecnicas de imágenes para transmitirnos un juicio sobre las cosas. Por ejemplo, el projecto de fusion de Jake se explica con imágenes de síntesis, dándonos a entender que es un proyecto poco realista.
Ironía también en la fiesta en el Met, con los planos cerrados sobre las caras de las damas, perfectas, maquilladas, peinadas, adornadas, operadas. Y sobre todo sobre sus joyas. Dinero, dinero, dinero. Apariencias, engaños. Y la secuencia, después de algunos intercambios de palabras educadamente amenazadores, se termina con un vals triunfal, al sonido de “Haeven, I’m in heaven” de Fred Astaire. Todos ganaron algo en esta fiesta : Gekko recuperó a su hija, Jack obtuvo el dinero para su proyecto…
Interesante la observación de los códigos silenciosos obedecidos por estos “actores” de Wall-Street : los jóvenes operadores de bolsa con sus trajes negros, corbatas de color pastel con rayas y camisas blancas ; los banqueros respetables con trajes azul marino de rayas , pidiendo garantías del Tesoro, pero en mangas de camisa cuando la tormenta llega.
En conclusión, una película que no vale por lo que nos cuenta, sino por los medios que usa para contarnosla.
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