Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Friday, November 23, 2012

The Incredibles (Brad Bird, 2004) – 7.5/10

Es fácil pensar en The Incredibles como otro éxito más en la larga lista de Pixar, una maravilla de la animación y del entretenimiento. Sin que esto sea falso, The Incredibles es sobre todo una cátedra de narración. Una historia muy bien contada con un excelente ritmo y si…harta diversión.

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Mr. Incredible (Craig T. Nelson) es un superhéroe quien como todos los “supers” ha sido forzado a vivir en el anonimato, ocultando sus poderes, debido a fuertes leyes contra ellos. Esto no solo le causa gran frustración, sino que también genera conflictos con su esposa, Elastigirl (Holly Hunter) y confunde a sus de por si confundidos hijos: Dash (Spencer Fox) y Violet (Sarah). Cuando Mr. Incredible recibe una invitación para volver a ejercitar sus súper músculos, ni siquiera se molesta en investigarla. Por supuesto es una trampa diseñada por Syndrome (Jason Lee), antiguo fanático de Mr. Incredible quien ha dedicado su considerable poder mental en crear un robot invencible ( y algunas otras armas), eliminar uno a uno a casi todos los supers y ha diseñar un plan que lo coronará como el héroe que cree que es. La familia Incredible se ve envuelta en el asunto y hay harta acción y risas.

Hay que decirlo, hay dos grandes problemas con The Incredibles. El primero es que el set de poderes de la familia es bastante común, y demasiado parecido a la de la otra súper familia – los Cuatro Fantásticos. Tres de los cuatro personajes comparten poderes con los héroes de aquel comic (súper fuerza, elasticidad e invisibilidad con todo y campos de energía), y el cuarto tiene quizá el poder más común fuera de la habilidad de volar (la súper velocidad). Quizá uno pudiera oponer que se trata de un tributo o que el punto de la película no es complicar las cosas con poderes nunca antes vistos o difíciles de explicar. De acuerdo. El otro problema, el más molesto, es que el “bueno” es el tipo fuerte, más bien egocéntrico y no particularmente brillante, quien tiene poderes simplemente porque si. El “malo” es un tipo más que inteligente, quien no nació con ningún regalo, sino que desarrollo las herramientas necesarias para conseguir lo que quiere. Por supuesto, Syndrome es malo por su visión torcida de la realidad, pero es una pena que el estereotipo del científico loco haya sido llevado a tal extremo y se continúe con la tradición de héroes fuertes y malos inteligentes.

Quitado eso del camino, The Incredibles es un excelente trabajo narrativo. La problemática no es una infantil, los personajes están frustrados con sus vidas. Esencialmente están sufriendo una crisis de la edad adulta y toda su motivación es la añoranza de un pasado mejor; de la misma manera que uno podría extrañar sus años dorados como rey de la preparatoria. Es difícil decir si un niño se aburriría con la cinta, pero dada la cantidad de luces y colores, es difícil pensar que así sea, así que no parece que esta temática adulta sea un problema.

En el mundo de la animación, The Incredibles es conocida por el arduo y extremadamente detallado trabajo de preproducción. Aunque ejecutivos de varios estudios han dicho que el costo final de ese tipo de trabajo hace que sea improbable que se vuelva la norma, es un hecho que el resultado final refleja ese el esfuerzo. El ritmo está muy bien llevado desde la presentación de los personajes y la naturaleza del conflicto hasta los momentos de acción sin control. Lo fluida y dinámica que es la cinta se revela no solo en la conexión de evento en evento, sino también en cada secuencia individual y lo interesante y divertida que cada una resulta. A un nivel más alto, las relaciones entre los personajes y sus reacciones a las situaciones se sienten de verdad autenticas y humanas. Esta sinceridad es refrescante en un género tan dependiente en la fantasía. Además, las secuencias de acción funcionan muy bien y muestran usos originales de poderes trillados

La exploración del tema central, esta nostalgia por un tiempo mejor, lejos de las responsabilidades de la cotidianeidad, comparte bien el tiempo en pantalla con otras discusiones, en particular la banalización de lo extraordinario.

Desde una perspectiva puramente formal y anecdótica, ver The Incredibles ocho años después de su creación deja en claro la enorme distancia que la animación ha recorrido en ese tiempo. También hace evidente que la técnica es un recurso, y que el mérito reside completamente en la historia; porque con ocho años de distancia, The Incredibles sigue siendo impresionante.

Brave (Brenda Chapman, Mark Andrews, 2012) – 4.5/10

Brave es una bonita película, pero es sobre todo la promesa incumplida de una película de verdad interesante. Aclamada por utilizar a una heroína que rompe con los modos tradicionales, Brave lo hace apenas y se queda corta de lo que pudo realmente ser.

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La princesa Merida (Kelly Macdonald) llega a la edad del casamiento, por lo que su madre Elinor (Emma Thompson) invita a los clanes a presentar a los potenciales candidatos a la mano de Merida. Sin embargo, Merida hará hasta lo imposible por no casarse. Cuando su primer intento falla, recurre a una bruja (Julie Walters), aparecida de la nada, quien le da una poción que transforma a su madre en oso. Merida debe encontrar la manera de revertir a su madre antes de que su padre, el rey Fergus (Billy Connolly) la descubra y/o que la transformación se vuelva permanente.

En Brave había una historia y una lección. La historia giraba en torno a la lucha de Merida por conservar su independencia. La lección giraba en torno a la importancia de la familia, el respeto a la tradición y posiblemente también algo que ver con la independencia. Todo eso se ataba muy bonito con el escenario de la Irlanda medieval y discursos sobre el destino y la valentía. Después por alguna extraña razón alguien fue transformado en oso y Brave se volvió otra historia con más o menos la misma lección y un titulo que ya no le quedaba.

Puede ser que esa confusión haya venido por el cambio de directores a medio camino (y es difícil pensar que un hombre haya hecho total honor a la historia como se presentaba originalmente). Aunque quizá también es posible pensar que alguien determino que sin un poquito de magia y fantasía los niños y niñas no estarían tan contentos con la cinta. Como fuere, se siente de verdad que las cosas se quedaron a medias, sobre todo porque esa onda de la transformación en oso ya se ha visto, porque la bruja parece salida de Shrek (Adamson, Jenson, 2001) pero diseñada por Miyasaki y porque hay personajes que parecen más de una caricatura de Cartoon Network que de una película de Pixar.

No que todo este mal en Brave. El cabello de Merida es espectacular y los paisajes son alucinantes. El diseño del oso malo es genial y la animación y expresividad de la mamá-convertida-en-oso también es muy bueno. Hay más de un gag bien logrado y momentos que llegan a ser inclusive emocionantes. La verdad es que la historia se disfruta y no es de ninguna manera una pérdida de tiempo.

Lo terrible es, otra vez, esa promesa incumplida. Quizá por cuestiones de género evidentes no atribuí a Brave el poder inspiracional que los medios decidieron atribuirle por su uso de un personaje principal femenino. Francamente el personaje de Merida tal como quedó es apenas un poco interesante. Su momento de verdadero coraje, dura muy poco y se olvida rápido. Cuando decide oponerse a su madre y a la tradición se revela como un personaje que merece una película, sea varoncito o mujercita – ahí había una historia que podía sin problemas durar los 90 minutos. Lo que pasa después, francamente no es particularmente valeroso. Inclusive su batallar contra osos y guerreros se siente un poco forzado (sobre todo al final). Varoncito o mujercita, hubiera sido un modelo a seguir más valido si la historia no se hubiese ido por la tangente.

Brave se quedo corto, parece que al estudio le termino faltando ese valor que la historia pretendía mostrar.

Chasing Ice (Jeff Orlowski, 2012) – 3.5/10

Durante años se ha hablado del calentamiento global y sus efectos. El fotógrafo James Balog ha decidido que es hora de dejar de hablar y mostrar de qué se trata. Este bonito documental sigue a James mientras intenta crear las imágenes que se encarguen de contar la historia.

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James Balog es un fotógrafo que ha trabajado desde hace casi 30 años en documentar el impacto de nuestro estilo de vida en la naturaleza. Su más reciente proyecto, el Estudio Extremo de Hielo (EIS por sus siglas en ingles) busca hacer una documentación visual del impacto en los glaciares del mundo de nuestro estilo de vida. Chasing Ice sigue a James y su equipo en su esfuerzo por colocar cámaras frente a diversos glaciares que tomaran fotografías continuamente para generar la prueba visual de su dramático cambio de tamaño.

En realidad, el EIS ha dividido su misión en dos partes. La primera es la documentación a través del uso de time lapses (secuencias fotográficas o de video que comprimen el paso del tiempo) de la dramática reducción de la superficie de hielo en el planeta, demostrando que cualquier debate sobre el calentamiento global es completamente superfluo, pues la prueba está ahí, evidente, de que está sucediendo. La segunda parte de la misión es la creación de imágenes individuales que muestren la belleza de las estructuras de hielo en el mundo.

Chasing Ice hace un buen trabajo en mostrar ambos aspectos. Usando una combinación de las fotografías de James Balog, de la videografía de su equipo así como de la fotografía creada expresamente para el documental; la cinta muestra una colección impresionante de imágenes realmente maravillosas. Fotografías nocturnas que parecen de otro planeta, tomas picadas del interior glaciares que dan un nuevo sentido a la palabra “abismo”, tomas panorámicas de estructuras de hielo del tamaño de ciudades enteras… todas impresionantes y de verdad hermosas.

Al mismo tiempo, la prueba del impacto del calentamiento global y las explicaciones científicas para corroborarlo están también ahí, con el debido peso y sin caer en discursos demasiado repetitivos o moralizadores (“demasiado”). Tristemente, también se incluye una sobre dramatización de los eventos y un énfasis demasiado pronunciado en el personaje de James Balog. Entrevistas con su familia, testimonios de su equipo y otros artilugios son utilizados para hacer de este hombre una leyenda y de una cirugía de rodilla un evento cataclsimico. Es triste que el director del documental haya decidido que la cinta necesitaba de esto, pero al final se vuelve poco más que una molesta distracción.

Quizá lo realmente triste de este documental, desde la perspectiva del ejercicio de concientización, es que como muchos antes, se detiene justo antes de hacer evidente el impacto real e inmediato en la gente que podría estar viendo la cinta. Si, los glaciares se derriten, y si, gente en Asia ya está sufriendo las consecuencias. Pero no es la gente en Asia la que produce la mayor parte de los gases de invernadero. No es la gente en Asia la que conduce automóviles que consumen más energía que una casa. ¿Cómo convencer a esa gente que cambien de actitud? No es mostrándole lo mal que se lo pasan del otro lado del mundo. Es mostrándoles el dinero que están perdiendo ya por eso, es mostrándole la amenaza a su comodidad. Por alguna razón, todas las cintas con un discurso de preservación ambiental parecen temerle a mostrar esa verdad.

Cloud Atlas (Tom Tykwer, Andy Wachowski, Lana Wachowski 2012) – 6/10

Promocionada como una historia de amor filosóficamente transcendental y como la película independiente más cara de todos los tiempos, el nuevo proyecto de los hermanos Wachowski junto con su amigo Tom Tykwer es una muy bonita historia y nada más, pero nada menos.

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Seis historias a través del tiempo y el espacio se intersectan. Un abogado americano descubre el valor real de la vida humana cuando un esclavo salva su vida en un viaje entre Nueva Zelanda y San Francisco en 1849. Un músico crea la obra de sus sueños a pesar de la oposición y se quita la vida al terminar, en Escocia en 1936. En San Francisco en 1973 una periodista descubre una conspiración para causar un accidente nuclear con la ayuda de un científico quien es asesinado. En el Reino Unido en el 2012 un editor debe escapar de una casa de retiro a la cual lo confino su hermano, y re descubrir el amor. En Neo Seúl en el 2144 una clon se vuelve la figura de una rebelión que intenta mostrar a la gente la realidad de la sociedad en que viven. En un mundo postapocalítptico, un hombre enfrenta sus miedos, y su propia cobardía, para ayudar a una mujer a comunicarse con los humanos que abandonaron la Tierra buscando un lugar mejor. Todas estas historias se combinan para demostrarnos que todos estamos conectados.

Los actores, Tom Hanks, Halle Berry, Jim Broadbent, Hugo Weaving, Jim Strugess, Doona Bae, Susan Sarandon, Hugh Grant interpretan todos a diferentes personajes a través de las diferentes historias, mientras que los Wachowski (The Matrix, 1999) y Tim Tykwer (Run Lola Run,1998) se dividieron las historias para la dirección y compartieron créditos en el guion y la producción.

Definitivamente Cloud Atlas es bien interesante. El trabajo visual es impresionante y las actuaciones en general soportan bastante bien el cambio de épocas y espacios. Quizá lo más interesante sin embargo es el excelente trabajo de dirección que consigue mostrar una visión consistente a pesar de la diferencia en la naturaleza de la historias, y sobre todo que fueron filmadas por dos unidades completamente separadas (y una de ellas con dos directores). Hay algo en la estética de todas las historias, el uso de close-ups, la interacción entre los personajes, el manejo del ritmo…algo que les da una propiedad de clásicos inmediatamente y que, otra vez, consigue hacer que se sientan de verdad parte de un todo.

Lo triste de eso, es que si bien esa unidad se reciente desde la perspectiva formal, no es el caso desde la perspectiva de fondo; hecho que no solo es desafortunado en sí mismo, sino que se vuelve aun más preocupante cuando se considera que el punto de la historia era precisamente esa conexión. Irónicamente, también es un problema de dirección (y del guion). Cloud Atlas está llena de momentos bonitos, de verdad bonitos, y tiene enorme cantidad de diálogos también bonitos y llenos de sabiduría (que quizá provienen del material original); de eso no cabe duda. Más de una vez en la cinta, y sobre todo cuando nos acercamos al final, los personajes dicen de manera inequívoca pero poética, que todo está conectado, que nuestra vida no es solo nuestra, sino que todo lo que hacemos resuena y está conectado con el antes y el después. La idea es adorable y definitivamente hay nociones de eso (como los evidentes: uso de los mismos actores, intercalación de las historias, repetición de elementos e hilación de historias); el problema es que por más veces que lo dicen, nunca lo muestran. No hay una secuencia de acciones que permitan intuir esta conexión, no hay una equivalencia de actos que haga evidente esta maquinaria espiritual.

El ejemplo quizá más claro es una de las secuencias finales. En Neo Seúl, Sonmi-451 está dando su mensaje humanitario (es decir, explicándonos que se supone tenemos que entender de la cinta) mientras los rebeldes pelean una guerra perdida; paralelamente, en 1849 Adam Ewing está a punto de morir y es rescatado por Autua, y al mismo tiempo Timothy Cavendish está a punto de fallar su escape y a la vez Robert Forbisher está finalizando la obra de su vida. Todas historias están llegando a su clímax, y todas estas historias tienen el mismo impacto universal; o al menos eso nos dicen Sonmi -451 y Robert…pero no se siente. ¿Dónde está el frenesí en la creación de Robert? ¿Dónde están esas imágenes que nos hagan sentir que esto es más grande que la vida? Es posible. Es posible mostrar el acto de creación como lo que es, el más grande logo de una persona. Es posible mostrarlo como el equivalente a una lucha por la vida, porque al final eso es. Pero esta película no lo hace. Esta película nos dice que todo está conectado, que cada acción resuena para siempre. No nos lo muestra, pero nos lo dice. Tristemente no es una radionovela, es una película y por lo tanto debería mostrar, no decir.

Aun a pesar de esto, sería un error pensar que Cloud Atlas es una tesis filosófica de enorme envergadura. Es una historia bonita y no hay más que rascarle; toda la profundidad que tiene está presente en dos o tres discursos dentro de la cinta y, mejor aún, en el poster promocional. No que esta idea de interconexión no sea interesante, sino que Cloud Atlas se esfuerza tanto en decirlo, que no se arriesga a explorarlo.

Castaway to the Moon (Hae-jun Lee, 2009) – 8/10

En otro ejemplo de la sorprendente sensibilidad asiática, Castaway to the Moon cuenta la historia de dos individuos completamente alineados en la sociedad moderna y las metáforas que son sus vidas resultan sorprendentemente cercanas a la realidad de muchos de nosotros. Una fantástica historia que esta a nada de ser simplemente grandiosa.


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Kim Seung-Keun (Jung Jae-Young), ahogado en deudas, despedido de su trabajo y abandonado por su novia decide cometer suicidio lanzándose al rio Han. Al parecer el suicido es otra de esas cosas que no se le dan al Sr. Kim, pues el pobre termina cayendo en medio de una islita a la mitad del rio. A pesar de estar en plena vista desde la avenida y varios edificios, nadie nota al bueno Kim. Poco a poco logra hacer su vida ahí, lejos de las presiones de la sociedad. En paralelo, en un departamento vive Kim Jung-Yeon (Jung Ryeo-Won), encerrada en un cuarto del que no ha salido en tres años. Su único contacto con el exterior es atreves de un sitio web, mensajes de texto a su madre cuando necesita víveres y las fotografías que toma de la luna. Las soledades de ambos se cruzaran cuando ella, en uno de los días de simulacro en la ciudad, toma fotos de la isla y le descubre.

Deshagámonos de un punto de una vez: aquello que le falta a Castaway to the Moon es solo una cosa, un punto que puesto en perspectiva podría resultar menor pero que tristemente le resta al resultado final. La fotografía de la cinta, sin ser mala, está lejos de lo que grandes cinematógrafos como Peter Paul (Crouching Tiger Hidden Dragon, 2000) o Chrisopher Doyle (in the Mood for Love, 2000) nos han acostumbrado en el cine asiático. Es claro que hay un intento por hacer de la imagen un punto clave de la cinta, desde la perspectiva narrativa así como la estética. Pero el esfuerzo se queda claro. Un ojo un poco más fino hubiese logrado un resultado de verdad impresionante.

Dicho eso, todo lo demás en la cinta es maravilloso. La metáfora de Kim en su islita, completamente a la vista de todos y sin embargo ignorado y dejado a su suerte es una muy acertada imagen de la realidad de muchos individuos en esta sociedad moderna. Todo el proceso por el que pasa Kim, desde el muy evidente análisis que hace de los contenidos de su cartera y de la basura que llega a la isla hasta el impresionante ciclo para prepararse fideos; es una excelente manera de poner en evidencia la deshumanización de la sociedad en la que vivimos. Al final; Kim solo es un ser humano que reciente la falta de conexión consigo mismo y con los demás.

Lo mismo con la otra Kim. Aislada del mundo a pesar de estar rodeada y con un miedo tan terrible que solo puede mirar al mundo a través de un lente, detrás de un casco, desde su ventana durante los dos días que sabe no hay nadie en las calles. El miedo es demasiado fuerte y le impide enfrentarse a la realidad, al grado que aun en la protección de un mundo cibernético decide presentarse como alguien más. Cuando encuentra un motivo, se las ingenia para salir de su encierro y entablar una relación con otro individuo, alguien a quien reconoce tan solo como ella. Que la final es el caso de todos nosotros; pudiese parecer de otra manera, pero todos estamos encerrados en nuestra islita, en nuestro departamentito asilados y esperamos de algún modo hacer una conexión.

Una excelente narrativa y muy buenas actuaciones refuerzan una fantástica historia que es, a diferencia de la mayoría de los productos que nos rodean, extremadamente humana.

Taxi 3 (Gérard Krawczyk, 2003) – 3.5/10


 Tristemente llega un momento en un una formula ha dado todo lo que podía. Hay una razón por la cual ya no hubo Taxi 4 y es simplemente porque  si bien la tercera entrega todavía divierte, queda claro que el chiste ya envejeció,

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Émilien (Frédéric Diefenthal), el detective favorito de chicos y grandes, está obsesionado con detener a una osada banda de malosos que se burlan desde hace meses de la ley. Tan clavado está en su trabajo que no se da cuenta que su seductora media naranja tiene varios meses de embarazada. Por su parte Daniel (Samy Naceri) termina creyendo que su novia también está embarazada pues Lily (Marion Cotillard) hace lo posible para mantenerlo controlado. Al final, como siempre, después de hartas carreras y chistes cotorros, los dos amigos se las arreglan para traer orden a la ciudad.

Parece que toda la adrenalina y acción se vio consumida en la secuencia de inicio, que nos muestra al mismísimo Sylvester Stallone escapando de malosos sobre ruedas con la ayuda de Daniel. Al estilo de James Bond, la primera secuencia no tiene nada que ver con la cinta y es una lástima porque la película en si jamás llega a ese nivel de diversión.

Taxi 3 depende un poco demasiado del humor absurdo de las dos entregas iniciales, pero sin inventar nada nuevo. Está claro que el énfasis está ahora en los personajes, y hay mucho más tiempo dedicado a ver a gente hablando que a vehículos a alta velocidad haciendo payasadas. Así es como a todos nos queda claro que en realidad los personajes con una sola dimensión no dan para tanto, pues por momentos la película es, ¿me atreveré a decirlo?, casi aburrida.

Las secuencias de acción absurdas siguen existiendo, pero es claro que la creatividad ya no está ahí y la mayoría se sienten más cercanas del ridículo que de la buena onda. El mejor ejemplo es la "tortura" a la que es sometido Émilien y el elaborado plan para asesinarlo que francamente no tiene ni pies ni cabeza en la lógica de la cinta.

Al final, por supuesto, Daniel y su taxi salvan el día gracias a una nueva mejoría del vehículo que por arte divino queda perfecta para la situación en cuestión. La habilidad para andar en la nieve es suficiente para detener a los malosos, pero no para mantener la serie con vida.

Wednesday, November 21, 2012

Razzia sur la chnouf (Henri Decoin, 1955) – 6.5/10)

Una película viejita, en blanco y negro, con una imagen muy cuidada, pero cuyo tema es totalmente actual. Puede sorprender al principio cuando se sabe que el actor principal Jean Gabin se cuidaba mucho de aceptar papeles que podrían ensuciar su imagen. Y al verlo así en el papel de un jefe de cartel de droga, el espectador queda desconcertado. Pero no contábamos con la astucia del director.
 
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Cuando Henri Ferré (Jean Gabin), alias Le Nantais (nacido en la ciudad de Nantes, o sea que ya en esos lejanos años se usaban los apodos entre los narcos), vuelve a Paris después de muchos años en los "States", el gran jefe del negocio en Francia, Paul Liski (Marcel Dalio) le encarga la misión de reestructurar la red de producción y distribución en la zona de la capital, para volverla más eficiente y rentable. La cobertura será un restaurant de lujo, el Troquet, donde trabaja una muy linda cajera, Lisette (Magali Noel), evidentemente huérfana y sola en la vida.

Ferré ha aprendido en tierras americanas métodos de trabajo muy eficientes y modernos principios de administración para rentabilizar el trafico, eliminar los elementos defectuosos, dudosos, o demasiado tibios. El Troquet es el lugar perfecto para recibir los contactos necesarios. Ahí conoce a dos de los hombres de Liski, Roger el Catalán (Lino Ventura) y Bibi (Albert Rémy), quienes lo vigilan al mismo tiempo que lo ayudan. Son antes que todo,matones. Pero llegan también contactos más importantes como Dédé de Montreuil y Auguste Le Breton ( o sea otros apodos según el lugar de origen) , con sus impermeables y sombreros.

Poco a poco, y para hacer lo mejor posible su trabajo, Ferré se va a interesar a todos los niveles del trafico, lo que nos enseña que desde esos remotos tiempos, las cosas no han cambiado mucho. EN una casita de los suburbios,el nuevo gran jefe visita al fabricante, Louis Birot Roland Armontel) ,quien procesa el producto bruto (¿de donde vendrá?) y recibe visitas de los cargadores. Cada uno de ellos tiene permiso de transportar solo un kilo de mercancía, para llevarla al dealer, quien tiene bajo sus órdenes y administración a toda una pequeña tropa de vendedores, cada uno con sus clientes regulares y su perímetro de trabajo. Ferré va a recorrer todos los niveles de la organización, con cara de patrón descontento,examinar los lugares de distribución: fumadero de opio en un departamento discreto, con Monsieur Li Chan , quien se queja de los precios , calle con Lea ( lila Kedrova), restaurantes en Montparnasse , con la vendedora de cigarillos, o antro de los cubanos. Hace que le enseñen las formas en que se planean las entregas, los escondites. Cuando algunos se niegan a divulgar los secretos, para proteger la eficiencia de la red, él los obliga, exige y amenaza si las ventas no se duplican. Hasta organiza una operación de exportación vía Le Havre , que le permite conocer el sistema de los barriles con doble fondo.

Obviamente a esos asuntos profesionales se va a mezclar una historia personal y amorosa con la cajera Lisette, lado tierno de la película al que se oponen las operaciones de limpieza y eliminación, a manos de Roger y Bibi, de los que desearían volver a una vida honesta, como el empleado de ferrocarril Emile ( Jean Sylvère ) . O simplemente se puede dar un pequeño susto a los que pretenden sustraer parte de la mercancía para beneficio propio, como Marcel (Michel Jourdan). Así que los métodos no han cambiado, la eficiencia brutal sigue siendo la misma. En Cada etapa El Nantais se entera de precios y cotizaciones, cantidades y beneficios.

Obviamente, la última escena nos revelará la verdad sobre el famoso Henri Ferré, en realidad Lemoine, quien es, claro, y ya que la imagen de Jean Gabin lo dejaba suponer, un policía encubiert , quien podrá vivir el amor perfecto con su linda cajera, mucho más joven que él obviamente.

La imagen en blanco y negro es perfectamente cuidada con efectos de luces y sombra que acentúan los caracteres de los personajes.

Si la interpretación de Jean Gabin es la misma de siempre, y la de Magali Noel es la estereotipada de la pobre huérfana linda, seductora pero inocente, inmediatamente fascinada por el gran hombre y convertida a papel de compañera sumisa, la interpretación expresionista, alienada por el consumo, poseída por su adicción, casi loca, de Lila Kedrova como la drogadicta de Montparnasse resulta mucho más interesante. Es para el director una forma de enseñar los peligros de la droga, sea mariguana, sea heroína, la destrucción de un ser humano adicto. Pero la escena en el antro de los cubanos y la prestación exótico-sensual del bailarín negro, con acercamientos a los caderas es digno de Baile caliente ( Guy Ferland - 2004 ) pero con la estilización del blanco y negro y un juego de sombras muy bien distribuidas.

La película acaba con un mensaje de advertencia para los que podrían caer en la trampa de "LA DROGA". Más moralizador no se puede ser.

Thursday, November 15, 2012

Red Cliff (John Woo, 2008) - 8.5/10


Maravilloso epopeya poetica, en una lejana China antigua, cuando los principes guerreros eran poetas, musicos, meditaban con abanicos. Cuando la observacion de los elementos era parte del arte de la guerra. Red Cliff es una maravilla épica, sobre un momento de la constitución de la gran China, donde se combinan las artes: arte de la guerra, del té, de la caligrafía, con maravillosas imágenes, amistad, amor y, aunque suene paradójico, paz.

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Primero fue Hero de Zang Yimou, después fue Mongol de la ex Unión Soviética. En respuesta de parte de los chinos viene Red Cliff, y dicen que es la película más cara de la historia del cine chino.

De las cinco horas originales, la versión difundida por aquí muestra solamente la mitad.Si la cinta no tiene la poesía de Hero, lo danzado de los combates, la belleza aérea, es sin embargo una cinta llena de poesía.

Sus personajes están claramente definidos: el malo es el canciller Cao Cao (Zhang Fengyi ) quien empuja a su rey, el soberano de Wei, en el norte a conquistar los reinos de Wu y Shu, para reunificar el antiguo reino Han, antes compuesto por Wei, Wu y Shu. Ël canciller, después, tomará el poder en un golpe de estado. O sea, quiere que le hagan el trabajo, y disfrutar del resultado. Los reinos de Wu y Shu, demasiado débiles para defenderse en forma independiente, unen sus fuerzas frente al invasor.

Así se unen el estratega Zhuge Liang (Takeshi Kaneshiro ) y el poeta guerrero, Zhou Yu (Tony Leung ) .El primero no se desplaza sin su abanico, el segundo es, además , músico, observador de la naturaleza y profundamente enamorado de su bellísima esposa Xiao Qiao (Chiling Lin ). Habla por metáforas y sabe tomar el tiempo de agujerar la flauta de un niño para darle un sonido más puro. El estratega y el poeta dialogan en la música. Es así como pueden compartir lo más íntimo de sus pensamientos e intenciones.

Red Cliff es una película de guerra con escenas grandiosas: flechas en el cielo, movimientos de tropas a pie, de barcos, con un montaje a veces extremadamente rápido y otras veces tomas contemplativas, como la nostalgia de Zhou Yu mirando los lugares que ocupaba a su esposa: cama, mesas, cuando piensa que esta lo ha traicionado y se ha pasado al campo enemigo.

Los movimientos y las maniobras con escudos son espectaculares: esta tortuga que se desplaza, se abre, deja salir algunos hombres, cubre otros. Que se transforma en pequeñas tortugas, Y de repente se traga a los soldados enemigos.

Pero el arte de la guerra no es solamente demostración de fuerza. Es también inteligencia. Como el ardid de atacar de noche en la niebla con barcos cubiertos de bambú: así se quedan atrapadas las flechas enemigas para abastecer a los arqueros del sur.

Estratega y príncipe saben decidir, organizar los combates. Pero también pueden entregarse físicamente, combatir con la espada en el cuerpo a cuerpo.

Pero también se puede también pelear con un arte más pacifico: el arte del té. La princesa que se sabía deseada por Cao Cao le va a dar una lección, al mismo tiempo que lo va a detener mientras cambia el sentido del viento, lo que favorecerá a las tropas del sur: después de alargar la ceremonia, a la cual el canciller no se puede negar, por respeto, ella llena demasiado una copa para ensenarle que su corazón está demasiado lleno de ambición y que eso lo va a llevar al fracaso.

Porque las mujeres son combatientes, con iniciativa, usando sus propias armas, como la chica espia Sun Shangxiang (Wei Zhao) que vuelve del campo enemigo envuelta en una larguísima tela donde pinto el mapa de las instalaciones adversas y la desenrolla bajo los ojos atónitos y embarazados de los jefes.

El príncipe Zhou Yu es el ejemplo del hombre completo, cercano a la naturaleza, sabiendo utilizar sus fuerzas y sus elementos, el agua, el fuego, el aire, en el momento perfecto, sabiendo esperar pacientemente el momento oportuno en que la naturaleza estará de su lado. Con este espíritu asiático, sereno, que sabe cuando inclinarse frente a un poder más fuerte, ponerse en harmonía con él, en sincronía, para fluir con él, y hacerlo trabajar para él.

El resultado de la conjunción de lentitud y rapidez, observación y movimiento, energía y meditación es una película de acción y arte muy bien logrado y muy recomendable.

Monday, November 12, 2012

Safety Not Guaranteed (Colin Trevorrow, 2012) – 4/10

En un curioso caso de las consecuencias de nuestra cultura absurda y sobre conectada, esta película está basada en un anuncio en un periódico que alude al viaje en el tiempo. Aunque la premisa es curiosa, uno pensaría que no hay suficiente material ahí para justificar una película de 90 minutos. Uno tendría razón.


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Darius (Aubrey Plaza) trabaja como pasante en una revista. Un día, uno de los escritores, Jeff (Jake Johnson), tiene una genial idea: escribir un artículo acerca de un misterioso anuncio publicado en el periódico de una pequeña ciudad cercana. El anuncio busca a un voluntario para viajar en el tiempo. A la editora le parece una idea cotorra y accede a enviar al escritor junto con dos pasantes: Darius y Arnau (Karan Soni), un tímido estudiante de biología que solo está ahí para que su aplicación a la universidad se vea mejor. En realidad lo únicos que quiere Jeff es re encontrarse con una antigua novia. Darius convence a Kenneth (Mark Duplass) el responsable del anuncio, de que ella es el candidato ideal y mientras Jeff recupera su juventud y Arnau descubre la suya, Darius descubre el amor.

El anuncio original apareció en el mundo real en la revista Backwoods Home Magazine y fue escrito por un empleado de la revista para rellenar espacio. El anuncio dice:

"Wanted: Somebody to go back in time with me. This is not a joke. You'll get paid after we get back. Must bring your own weapons. I have only done this once before. Safety not guaranteed."

Ósea: Se solicita a alguien para viajar en el tiempo conmigo. Esto no es una broma. Pago al regresar. Debes traer tus propias armas. Solo he hecho esto una vez antes. Seguridad no garantizada.

Sin ningún acuerdo con la revista, Colin Trevorrow tomó este anuncio que se volvió un éxito en la cultura popular y creó la cinta que está llena de ideas interesantes  y muy buenas intenciones pero en realidad se queda corta en su ejecución.

La razón para viajara al pasado, para soñar con hacerlo, es siempre la misma: el arrepentimiento. Ese el tema de esta película y los creadores hacen un buen trabajo en presentarlo de manera que no se siente evidente, sino natural. Jeff quiere claramente volver a una época mejor y Darius encuentra un escape de algo completamente aburrido, como lo es todo desde la muerte de su madre. Kenneth por supuesto se arrepiente de las decisiones que lo han dejado solo y Arnau en realidad solo está ahí para permitirle a Jeff vocalizar de que se trata todo esto: que la vida pasa solo una vez.

Mientras la historia principal se desenvuelve y la pregunta de que tanto cree Kenneth en todo esto del viaje en el tiempo persiste, la historia de Jeff se desenvuelve y lo profundo de su arrepentimiento se revela. Tristemente esto se siente bastante gratuito como cuando las alusiones a su vida superficial, completo opuesto a la vida que su ex vive,  aparecen de la anda y de último momento. Sus intentos por hacer que Arnau deje atrás su timidez tienen mucho sentido, pero la manera de mostrarlo es otra vez torpe, lejos de la sensibilidad que parecía querer exhibir.

La historia entre Darius y Kenneth es tan predecible que da hasta un poquito de asco, todo sigue un patrón que hemos visto demasiadas veces. Es cierto que hay momentos donde esa nostalgia que inunda la cinta tiene un impacto emocional pero desafortunadamente las situaciones no tienen la intensidad necesaria para que eso se resienta.

Al final, este interesante concepto y muy buena intenciones sufre por dos grandes problemas: el muy pobre guion y las terribles terribles actuaciones. 

Hay tantos momentos en que las acciones y los diálogos muestran claramente a donde iban pero no llegan. La visión de Trevorrow simplemente no alcanzo para dar el soporte a esos momentos.

Aubrey Plaza y Jake Johnson son los personajes que interpretan en sus respectivas series de televisión y nada más. Aubrey Plaza sobre todo es completamente incapaz de apagar el cinismo y desencanto en todo lo que dice.

El final también es decepcionante, porque la verdad no era necearía una respuesta. Todo parecía indicar que aunque fuese posible viajar en el tiempo uno o puede dejar atrás sus arrepentimientos, todo parecía decir que se puede estar bien hoy a pesar de eso. Y Safety Not Guaranteed hubiese sido más interesante si ese misterio alrededor de la excusa que es el viaje en el tiempo hubiese permanecido.

El ultimo clip de Kenneth explicando porque busco a un compañero de viaje es bonito, y cierto. Es desafortunado que lo que llevo a él haya sido una buena idea con pobre ejecución.

Wreck-It Ralph (Rich Moore, 2012) – 5.5/10

Descrita por muchos como una de las películas animadas más originales de los últimos tiempos, Wreck-It Ralph es divertida, pero está lejos de ser una revolución. Aunque de pronto se siente que dos medias películas se juntaron, hay suficiente carisma en la cinta como para olvidar ese detalle.

La ficha IMDB.

Ralph (John C. Reilly) es el villano en un videojuego de 8 bits y tiene que vivir en el basurero y ver como todos admiran y respetan a Fix-it Felix (Jack McBrayer), el héroe de su juego. A pesar de los consejos de su grupo de apoyo para villanos de videojuegos, Ralph decide explorar otros juegos e intentar ganar una medalla de heroísmo. Lo consigue en el juego Heroes Duty, pero en su escape cae en otro juego y trae consigo a un maloso de Heroes Duty. En este nuevo juego conoce a una molesta niñita, Vanellope (Sarah Silverman), quien solo quiere ser aceptada. La trama se complica cuando descubrimos que las cosas no son lo que parecen en este juego. Pero todo está bien, porque Ralph descubre lo que significa ser un héroe.

No hay nada en la estructura narrativa de Wreck-it Ralph ni siquiera cerca de original. El ritmo y los momentos claves y de tensión son los que hemos visto tantos veces ya. La transición de la historia de Ralph a la historia de Vanellope se siente un poco extraña pero solamente cuando uno se detiene a pensarlo, en la narración parece fluir bastante bien y al final los diferentes elementos amarran de manera congruente, por supuesto considerando el necesario deus ex machina habitual.

Los personajes tienen definitiva personalidad, y algunos de ellos tienen diseños interesantes. Ralph es por supuesto curioso con sus manotas y el maloso King Candy (Alan Tudyk) es la pura buena onda. Vanellope no tienen mucho chiste visualmente y lo mismo pasa con la mayoría de los personajes secundarios, aunque se entiende la lógica en la estética, de acuerdo a los juegos a los que corresponden, no parece haber un trabajo visual realmente avanzado. En términos de la personalidad, la misma lógica aplica, hay algunos momentos de carisma, pero no todos los tienen. King Candy es definitivamente el más divertido

La animación sigue con los altos estándares de Disney bajo la fuerte mirada de la gente de Pixar. Personajes como King Candy son un placer visual cada vez que aparecen y hay secuencias francamente emocionantes, particularmente el entrenamiento de Vanellope en su nuevo vehículo o los Nicelanders que se mueven como si de verdad estuvieran en un mundo de 8 bits.

Lo que le sigue faltando un poco a Disney son esos gags rápidos e inesperados que Dreamworks y Pixar dominan tan bien. Wreck-It Ralph tiene un par, sobre todo cuando usan a personajes de otros videojuegos como Pac Man y Zangief de Street Fighter, pero no los suficientes.

Aunque es imposible dejar de pensar en cuanto la historia de Wreck-It Ralph termina debiéndole a Toy Story (John Lasseter, 1995) en términos de la lógica de su universo y fuente del carisma, la verdad es que el todo se siente lo suficientemente autentico como para perdonarle eso y algunas otro cuestioncitas. Buena diversión para toda la familia.

Madagascar 3: Europe’s Most Wanted (Eric Darnell, Tom McGrath, Conrad Vernon, 2012) – 7/10

Una vez que se entiende que la historia no importa, Madagascar 3 se disfruta muchísimo. Más que un ejercicio narrativo, se trata de una serie de gags hilados dentro de la estructura conocida. Fiel a sus antecesoras, esta película es divertidísima; quizá aun mas que las otras.

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Alex (Ben Stiller), Melman (David Shwimmer), Gloria (Jada Pinkett Smith) y Marty (Chris Rock) están seguros que sus amigos los pingüinos los han abandonado en África, por lo que deciden ir por ellos a Mónaco para por fin poder regresar a New York. Por la intervención de la agente de control de animal Dubois (Frances McDormand), los simpáticos animales se enredan con los miembros de un circo, el cual después cobran y re inventan para convencer a un promotor de llevarlos a New York. La hilaridad se desenvuelve de manera natural.

Ninguna de las dos primeras entregas de Madagascar logro crear un aura alrededor de los personajes que los hiciera particularmente atractivos o entrañables. En realidad solo los pingüinos (y quizá el rey lémur) tienen la suficiente personalidad como para atraer por si mismos la atención. Son quizá esos mismos pingüinos los que hicieron que la serie encontrara su verdadera sazón: irreverencia total, chistes sin sentido y fantasía sin imites. Los personajes, y hasta cierto punto los eventos, no importan. Lo único que importa es mantener el ritmo con chiste tras chiste. Y para mantener la atención de los mas hiperactivos, la formula tiene la sabiduría de agregar hartos colores vibrantes y canciones pop tan seguido como sea posible.

A veces es difícil seguir la lógica de la historia. Si los pingüinos son capaces de construir el avión y modificar la camioneta y ganar miles de dólares en un casino en Mónaco engañando a cientos de personas, ¿Por que no solo volaron a New York? ¿Si Alex y compañía pudieron nadar hasta Mónaco, porque se les complica regresar a casa? Y no es que una historia con animales que cantan y bailan deba "tener sentido", simplemente que la fantasía es tal que a veces es difícil emocionarse cuando no se sabe que cosas son posibles y cuáles no en esta ficción.

Dicho eso, ahí hay parte del encanto de la serie. Las situaciones son tan inverosímiles que uno no puede más que relajarse y disfrutar de las locuras que suceden. Gracias a eso, a las tan flexibles reglas de este universo, 70% de los gags son inesperados y eso es un porcentaje fenomenal para los estándares de nuestros tiempos. Y la verdad es que cada escena donde aparecen esos pingüinos, la diversión está garantizada.

El personaje de la agente de control de animales si es interesante. Es una elección inteligente que teniendo en los personajes principales a animales con rasgos tan humanos, la humana se comporte tanto como un animal. Algunos de sus gestos, como cuando rueda cual cilindro, son innecesarios, pero mucho de su comportamiento animal e instintivo hace un buen contraste con los animales tan civilizados. También es graciosísimo verla atravesar paredes como si nada y curar a los miembros de su equipo gracias a su melodiosa voz.

El arte en general también vale la pena. Los diseños de los personajes no ofrecen nada nuevo, al menos no comparados con las entregas anteriores, pero el trabajo de animación sigue mereciendo una mención aparte, lo mismo que el trabajo en los fondos, que a veces parecen inclusive demasiado bien logrados para los personajes que tienen en frente.

Madagascar 3: Europe’s Most Wanted es como una rutina de comediante, si hay un tema que une un chiste con otro, pero solo es un bonito detalle; lo que importan son los chistes, que en el caso de Madagascar 3 son buenísimos y acompañados de un buen agasajo visual.

Seeking a Friend for the End of the World (Lorena Scafaria, 2012) - 3/10

La cinta empieza justo donde debe: cuando queda claro que el mundo se va a terminar. De ahí la historia es más bien predecible y melosa con alguna que otra puntada divertida, pero nada realmente memorable.

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Dodge (Steve Carell) es un buen tipo. Un tipo normal con una vida normal y una esposa que lo engaña. Como toda persona normal, tiene ciertas cosas en su vida de las cuales se arrepiente. Cuando el fin del mundo tiene fecha y hora específica Dodge no cambia nada en su vida. A pesar de lo absurdo de todo, Dodge sigue yendo a trabajar y sigue portándose como caballero. Un día finalmente conoce a su vecina, la desalineada Penny (Keira Knightley). Entonces descubre que el amor de su vida sigue pensando en él y que podría estar con ella. Con la promesa de conseguirle un avión para que pueda ver a su familia antes del fin del mundo, Dodge convence a Penny de que lo acompañe a encontrarse con su amada. Y eso es lo que conseguirá aunque no de la forma esperada.

Es bonito ver una cinta que intenta tomar aunque sea un pequeño riesgo. Seeking a Friend for the End of the World empieza con una película de Hollywood que salió mal. La  última esperanza de la humanidad fracasa terriblemente y ya no hay solución alguna. Sabiendo que no hay salvación, es interesante ver hacia dónde va la historia. Aunque no es la primera cinta en tratar este tema, es la primera que lo hace en el circuito comercial americano. Desafortunadamente la premisa es el único riesgo que toma y todo lo demás es tan predecible como pudiera ser.

El desarrollo de los personajes es completamente lineal y de principio a fin son y hacen exactamente lo que nos esperamos. Steve Carell en particular hace un muy buen trabajo en ser lo que siempre le vemos ser y en no desviarse ni tantito del tímido sujeto de buenos modos con un gran corazón. Keira Knigthley tampoco traen nada interesante a la pantalla y su personaje es igualmente uní-dimensional.

El momento más divertido de la cinta es sin duda cuando vemos a Dodge y a su esposa en el auto, escuchando la noticia de como la humanidad está condenada y lo único que él atina a decir es alguna banalidad sobre la carretera. Entonces ella sale del auto y se va. De ahí en adelante todo son gratuidades predecibles y momentos rosas sin chiste. Como una avioneta cesna que debemos creer cruzará el Atlántico.

No, Seeking a Friend for the End of the World no le llega en la ejecución a su premisa y gasta su mejor momento en los primeros dos minutos. Como la esposa de Dodge, quizá ese era el momento de irnos y no regresar.

V for Vendetta (James McTeigue, 2005) – 5/10

El mensaje revolucionario es claro, y valido. El mérito del material original es enorme y el trabajo estético en la adaptación cinematográfica es genial. Pero cuando uno separa las cosas en sus partes, no queda del todo claro si V for Vendetta es, como película, tan buena como debería.

La Ficha IMDB.

Después de una serie de tragedias adjudicadas a grupos terroristas, el Reino Unido es ahora gobernado por un partido totalitario con total control sobre los medios de comunicación y todos los aspectos de la vida privada de la gente. En ese ambiente aparece una figura misteriosa, un terrorista de nombre V (Hugo Weaving) quien utiliza sus enormes recursos para destruir el sistema y abrir los ojos a la gente. Por casualidad, su camino se encuentra con Eve (Natalie Portman) una jovencita que solo necesita un empujón para creer que es posible cambiar el mundo.

Hay material que es más difícil de adaptar a diferentes medios que otro. Y cuando se habla de adaptación, en todos los casos, es difícil separar los méritos de la adaptación en sí misma y del material original. Mucho de eso pasa con V for Vendetta.

El material original, la novela gráfica de Alan Moore (quien fiel a sus principios se negó otra vez a que se incluyera su nombre en los créditos y rechazó todo pago de regalías, exigiendo que estas se repartieran entre el resto de los artistas de la novel gráfica. Todo esto porque asegura que la adaptación al cine de su trabajo no solo no aporta nada sino que simplifica innecesariamente el material original); la novel gráfica pues, tiene grandes méritos de forma como de fondo. Moore es un maestro de la narrativa y es también una persona con gran conciencia social y sin duda, con algo que decir.

V for Vendetta es otro ejemplo de que una obra de arte es atemporal puesto que como sociedades e individuos tendemos a repetir los mismos errores. Como en 1984 de Orwell, (obra a la que V for Vendetta le debe mucho) es muy fácil transportar las apenas veladas metáforas (más bien solamente ligeras hipérboles) a nuestra sociedad actual, y a casi cualquier gobierno. Además de todos los momentos de absoluta verdad que plagan la novela gráfica, quizá lo más interesante es como, al final, Moore admite que si bien el precepto de que para construir algo nuevo hay que destruir lo viejo es cierto, él como otros ha contado la historia de la destrucción, pero la de la construcción es la más compleja y la que menos veces nos ha salido.

Un punto de partida tan sólido es tanto una bendición como una maldición para el equipo encargado de hacer la adaptación. Los hermanos Wachowski junto con Joel Silver fueron los encargados de producir esta adaptación, con James McTeigue, antes director de segunda unidad para pos hermanos, responsable de la dirección. Eso por lo menos prometía un agasajo visual, y se cumplió en gran medida. Por otro lado, como lo advirtió Moore, la simplificación era inevitable y sin duda hubo cosas que se perdieron.

V for Vendetta no es innovadora en términos de escenas de acción como lo fue The Matrix (los Wachowski, 1999), pero aun así las peleas son buenas, en particular, como era de esperarse, la secuencia final. Además de eso, la estética de la cinta en general es interesante, con una narrativa ágil y momentos inteligentes en la narración que hacen la cinta sea definitivamente disfrutable.

Desafortunadamente, la historia tiene un par de agujeros que entorpecen ese disfrute, como que Deitrich (Stepehen Fry) sea capaz de grabar y difundir un episodio de su programa burlándose del sistema sin que nadie lo detenga, o lo fácil que le resulta a Eve vivir fuera del sistema. Pero eso no es lo realmente grave, lo grave son las cosas que la cinta debe cortar por la propia naturaleza del medio.

 La participación y convicción de la gente son fundamentales en toda revolución, y dentro o fuera de la ficción esa es la parte más complicada de toda lucha que se quiere autentica. V for Vendetta como que intenta mostrar la evolución en la mentalidad de la gente, como desde el inicio están separados de la retorica oficial, como ven en V algo de sí mismos. Pero todo pasa tan rápido y tan sin complicaciones; esta revolución de la gente sucede a pesar de ellos, como si solo fueran parte de la decoración. No es que sea un reto fácil de resolver, mostrar ese involucramiento, mostrar ese cambio, pero esta cinta definitivamente no lo consiguió.

Quizá la más grave de las simplificaciones es la historia de venganza personal de V. Producto de una serie de experimentos gubernamentales, V no solo tiene en mente la gran revolución, sino que también va deliberadamente tras las personas directamente responsables por su vida. Esta historia también existía en la novela original, pero era mucho menos importante. En la cinta, queda claro que esta venganza personal es la motivación primaria de V y eso vuelve toda la historia mucho más débil y casi convencional.

Al final, la construcción del mundo nuevo queda en manos distintas a las responsables por la destrucción del mundo viejo, como debe ser. Como en la novela gráfica, los paralelos, y oposiciones entre V y Eve quedan claros y se entiende la transición, aunque es mucho más superficial en la cinta, se siente como una salida más fácil.

V for Vendetta se disfruta, pero no tiene el peso del material original, y es claro el porqué, en este caso simplemente no está en las capacidades del medio ir tan profundo como lo hace la novela gráfica. Moore tenía razón, si se ve padre, pero se pierde demasiado.   

The Trotsky (Jacob Tierney, 2009) – 6.5/10

La juventud no-revolucionaria tiene otra oportunidad de demostrar que no es tan inútil como podríamos pensar en esta comedia de Jacob Tierney. Sin dejar de ser nunca ligera, The Trotsky consigue levantar algunos puntos interesantes y hacer una película inteligente y divertida.

La ficha IMDB


Leon Bronstein (Jay Baruchel) está convencido de que es la reencarnación de Leon Trotsky, y está decidido a hacer todo para estar a la altura de su destino; eso incluye organizar una revolución, ser exiliado y casarse con alguna mujer de nombre Alexandra que sea mayor que él. Después de una fallida huelga de hambre en la empresa de su padre (Saul Rubinek), Leon es enviado a una escuela pública. Ahí, con la ayuda de su hermana (Tommie-Amber Pirie) y una pandilla de jovencitos, luchara por los derechos de los estudiantes, aunque ellos no quieran.

Antes de la genialmente obscura Good Neighbours (Tierney, 2010) el joven director Montreales se junto con varios de los mismos actores para crear una comedia buena onda pero sin duda igualmente inteligente.

The Trotsky logra para empezar que sintamos inmediata simpatía por este muchacho un poco demente pero con buenas intenciones, o al menos con intenciones concretas que es refrescante comparado con lo que se ve generalmente tanto en la ficción como en la realidad. Consigue esto en gran medida por que todos podemos identificarnos con un adolescente en rebeldía y también porque a pesar de que pareciera imposible, logra contar la historia sin jamás tomar una posición política precisa; lo que si toma es una postura ideológica mas abierta. Por seguir con el tema, como dijera Salvador Allende: Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica. Parece que más bien esa es la idea que The Trotsky quiere enfatizar, y lo hace bien.

El guion es carismático y nos lleva de la mano a entender el mundo desde la mirada del joven Leon, quien es sin duda enormemente carismático. Jay Baruchel hace un gran trabajo al dar vida a este muchacho. Aunque algunos de los personajes que lo acompañan, como su abogado, antiguo revolucionario, o su némesis, el director de escuela, son un poco trillados, todos se combinan bien para crear este universo que es un buen espejo de nuestra realidad.

No hay duda de que el merito más grande de esta cinta está en el tema, en la correcta identificación de la pregunta clave: La apatía de los jóvenes, ¿es  indiferencia o aburrimiento? Pero sobre todo en discutirla sin volverse un sermón. Inteligente y divertida, definitivamente Jacob Tierney es un director a seguir.

Moonrise Kingdom (Wes Anderson, 2012) – 9/10


Wes Anderson es uno de esos cineastas con un estilo definitivamente reconocible, no solo en términos visuales, pero también en términos temáticos y sobre todo, en su capacidad de mostrarnos cosas tan verdaderas. Moonrise Kingdom es posiblemente una de sus mejores cintas y eso es decir mucho.

La ficha IMDB.

Sam (Jared Gilman) es un huérfano boy scout extremadamente inteligente pero incapaz de ganarse el aprecio de la gente a su alrededor. Suzy (Kara Hayward) es la mayor de los cuatro hijos de un matrimonio en pedazos de un par abogados. Después de conocerse en una obra teatral, comienzan a intercambiar cartas y deciden escapar juntos. El escape moviliza a las autoridades locales, es decir el capitán Sharp (Bruce Willis), a la patrulla de scouts, liderada por el maestro scout Ward (Edward Norton) y a la familia de Suzy para encontrarlos. A pesar de las complicaciones, Suzy y Sam se obstinan en estar juntos.

Moonrise Kingdom es una de esas películas donde es difícil saber por dónde empezar al hablar de ellas. Como Fantastic Mr. Fox (Anderson, 2009) o casi cualquier otra cinta de Wes Anderson, es la suma de las partes la que hace de la cinta algo tan excepcional, y eso sucede porque las partes en sí mismas son impresionantes para empezar.

El guión es fantástico, empecemos por ahí. Anderson se divierte con sus personajes que son tan ellos que son divertidos. Sam es fantástico, completamente organizado, haciendo inventarios, preparando rutas y diseñando planes. Suzy es también genial, pasional pero fría al mismo tiempo, con su amor por las series fantásticas y su temperamento violento. Lo primero que sabemos de ella es que golpeo un espejo (pues perdió la paciencia consigo misma). La química entre ellos es genial, frases cortas, mensajes sin ambivalencia que expresan las ideas en su forma más simple... Una concepción del amor que es muy atractiva.

El resto de los personajes también son a todo dar. A pesar de su poco tiempo en pantalla, Bill Murray, actor fetiche de Anderson,  es fantástico como el esposo engañado y padre desilusionado. Tiene sin duda algunos de las mejores líneas en la cinta, incluyendo un intercambio con Frances McDormand que es aterradoramente real. El líder de los scouts, Edward Norton, es también fantástico como el inocente scout que parece creer que de verdad esto es todo lo que importa. Hasta Tilda Swinton como Servicios Sociales trae algo en la mezcla. Los dos que generan un poco más de ambigüedad son los personajes de Bruce Willis y Frances McDormand. No que no sean interesantes, pero se quedan cortos comparados con el resto de la pandilla.

Por supuesto la dirección es acertadísima. El ritmo en la historia se lleva bien, aunque el final se siente in poco más tropezado que el fluido inicio, pero eso tiene sentido con la llegada de la tormenta y el resto de las acciones en la cinta.

La fotografía es una delicia de principio a fin. Las imágenes desde el inicio capturan a la audiencia y establecen el ambiente no dolor físico sino emocional de la cinta. El trabajo de Robert Yeoman es genial como siempre, las composiciones son simplemente impecables. La verdad es que la fotografía por si sola ya hace que la cinta valga la pena, y afortunadamente para nosotros, hay mucho más.

Al final, la verdadera magia ocurre cuando todas estas cosas se combinan y dan como resultado una historia de amor que se siente diferente a nada que hayamos visto antes, algo que captura la misma esencia del cine, puesto que ningún otro medio podría contar una historia como Moonrise Kingdom nos la cuenta, y las palabras lejos están de hacerle justicia.

Thursday, November 8, 2012

Et si on vivait tous ensemble (Stéphane Robelin, 2012) – 6/10


Cinco grandes actores famosos y envejecidos. Nuevas preocupaciones debidas a trastornos de salud física y mental y al choque con los mas jóvenes, sean familiares o exteriores.La diferencia entre vivir sus últimos anos como uno quiere o como la sociedad quiere.


Ficha IMDb

Sin el glamur y el exotismo del viejo hotel en la India de The best exotic Hotel Marigold , esta película parte de observaciones más pragmáticas : Jean (Guy Bedos ) quien siempre ha pensado en términos de acción colectiva, quiere que sus amigos vengan a vivir a su casa para no estar solos en momentos difíciles. Su esposa Annie (Geraldine Chaplin) se opone pero quiere poner una alberca en el jardín para que vengan los nietos.


Albert (Pierre Richard) pasa sus días entre los paseos con su enorme perro y su sillón en la ventana donde observa a los niños del kinder en su recreo, y lleva una suerte de diario en el cual de vez en cuando pega unas etiquetas de vinos. Pero su gran problema es que empieza a perder la memoria. Su esposa Jeanne (maravillosa Jane Fonda) esconde a todos los progresos de su propia enfermedad.


El único soltero es Claude (Claude Rich ) quien es todavía obsesionado con el sexo. Sus pasatiempos son las prostitutas y las fotografía, actividades que se pueden conjuntar sin problema.


Cuando Albert cae en la calle por culpa de su perro, su hija decide llevar al peligroso animal al refugio, pero los amigos lo van a recuperar y lo reintegran con su dueño. Única solución: el cuidador de perros. Un estudiante alemán en antropología, Dirk (Daniel Brühl) se presenta. Durante sus largos paseos con perro y dueña cambiará su tema de tesis, cambiando los ancianos aborígenes australianos por sus homólogos europeos . Esto nos da una buena parte de la película vista como observación científica ya que se muda a vivir con la nueva comuna.


Juntas al estilo sindical organizadas por Jean para repartir responsabilidades fracasan y se decide vivir en forma libertaria. Conforme avanzan los días y la construcción de la alberca, Dirk pasa de testigo mudo y transparente a ayudante, confidente, y a ser un miembro de esta nueva familia. Esto es lo importante de esta historia: los lazos entre personas no tienen nada que ver con las familias ni con las edades. El jovencito, tal vez también gracias al talento del actor (fue el joven alemán de Good Bye ,Lenin), está perfectamente a la altura de estos cinco maestros del cine y algunos dueños de los escenarios teatrales.


La historia es sencilla, hecha de anécdotas realistas, de la vida normal. Pero, con el talento de todos, logra una verdad emocional muy fuerte. Cada uno de los actores trabaja en su registro pero logra agregar algo como la sabiduría y algo de tristeza ganadas con los anos.


 
Si son viejos y a veces de malas, pero quieren acabar su vida a su modo y a quien no se le antoja un cementerio en un bosque, ser enterrado, como Jeanne, en un ataúd color pastel, bajo la sombra de unos rosales colgantes y que los invitados a la fiesta brinden con champagne?

Vantage Point (Pete Travis, 2008) - 6/10

Hábil película de acción, con algunos actores muy conocidos. Ocho "puntos de vista" (significado del título) que se van completando y revelando motivos, organización y responsabilidades en un atentado terrorista en Salamanca.


Ficha explosiva en IMDb

Justo en la mira,según el titulo en español, empieza con la filmación del reportaje para la televisión americana de un gran evento en pro de la paz , el Foro Internacional contra el Terrorismo, adonde acuden varios altos mandatarios, en medio de la Plaza mayor donde se congregó una multitud, mitad favorable, mitad enojada contra la policía exterior norteamericana. La productora Rex Brooks (Sigourney Weaver), dirige con maestría y autoridad sus camarógrafos y su periodista desde su camioneta instalada sobre la misma Plaza Mayor donde se juntó la población para asistir a los discursos.


Se espera al presidente norteamericano. Llega en su caravana, tipo Kennedy en Dallas en 1963. Y, como lo esperaba el espectador, le disparan al presidente. Poco tiempo después, explosión y se derrumbe parte de la Plaza. Muchos heridos, sustos, heridos, desorden, pánico. Los servicios secretos detienen, persiguen, observan….

Después de unos 15 minutos, la película retrocede a gran velocidad para volver al momento de partida, las doce horas en punto. Ahora el punto de vista será el de Thomas Barnes (Dennis Quaid), uno de los guardaespaldas, en su primer servicio después de un descanso: él estuvo herido en un atentado donde le salvó la vida al presidente. Su compañero, Kent Taylor (Matthew Fox (el doctor de Lost) , desconfía de él, pensando que no ha recuperado completamente sus capacidades y su sangre fría.

Después seguirá él punto de vista de Enrique (Eduardo Noriega) policía español, encargado de proteger al alcalde de Salamanca, novio de Verónica (Ayelet Zurer) , a quien sorprende bajo los portales muy cerca de Javier ( Edgar Ramirez) .

Después de este punto de vista, tendremos el de Lewis (Forest Whitaker), turista norteamericano, triste por su situación matrimonial y familiar, quien filma todo, todo, y será un enlace importantísimo en la historia, sea por lo que ha visto y por su obsesión por grabar, y por ternura hacia la pequeña Ana, quien le derramó su helado en la camisa, y a quien tratará de ayudar en el pánico posterior a la explosión.

Pero el presidente herido no era el presidente, como lo explica el punto de vista siguiente, porque los servicios secretos habían sido avisados de un golpe que se preparaba en Marruecos. Al verdadero Ashton (William Hurt) lo reemplazaron por un doble. Pero lo atacan en su hotel….

Volvemos con Ana y su mama comprando el helado, lo que nos pone al nivel de la plaza, donde se va armando toda la organización bajo el mando de Suarez (Saïd Taghmaoui). Según una planificación perfecta y autoritaria, y donde los que parecían menos importantes se revelan como piezas claves, en particular Javier, obligado a matar (y mucho) para salvar a su hermano, y Taylor, quien no era lo que parecía. Este último punto de vista da todas las explicaciones, volviendo, como los otros, al punto de partida de las doce del día, y sigue hasta el final, entrelazando todas las historias.

Obviamente, el presidente, el verdadero, se portará como héroe. Y el final, después de muertes, heridas, persecuciones, choques, verá como únicos sobrevivientes las únicas buenas personas : el presidente, Barnes, Lewis, Ana y su mama.

En conclusión, una buena película de acción, bien hilada, que sabe mantener el suspenso. Con una moraleja muy decente. Las familias se reúnen, el presidente reconoce a su fiel guardaespaldas. Y todos los malos mueren.

Una película ambientada en Salamanca, España pero filmada casi en su totalidad en locaciones mexicanas: Puebla, Cuernavaca y la ciudad de México.

Pretty Woman ( Garry Marshall, 1990) – 4/10

Ya sabemos que es casi una película de culto y que tuvo un enorme éxito de taquilla. Que Richard Gere y Julia Roberts tienen buena química. Que la canción fue un éxito. Se puede ver como un buen documental sobre vestimenta de los 80’s. Si alguien todavía quiere creer en el mito de Cenicienta, puede que le guste. Por lo demás es bastante aburrida y convencional.


Ficha bonita en IMDb

Todos conocen la historia: un millonario hombre de negocios, Edward Lewis (Richard Gere), del tipo tiburón, está en Los Ángeles para comprar una empresa en quiebra. Siguiendo los consejos de su abogado, Philip Stuckey (jason Alexander), otro tiburón, busca a una mujer que lo acompañe para compromisos sociales. Por suerte se topa en Hollywood Boulevard con una prostituta, Vivian Ward (Julia Roberts) que le indica el camino hacia su hotel, el lujoso Regent Beverly Wilshire, ya que le pobre millonario se perdió y además no sabe manejar un auto, aunque sea Mercedes o Ferrari o lo que sea , que no sea automático.

Se la lleva a su hotel por una noche, y finalmente le pide quedarse para toda la semana. De ahí el esperado desfile de situaciones: desayuno, tiendas, cena, picnics, noches…

Lo primero que se ve de Vivian en la película es su pantaleta, de frente y de espalda. Después su peluca, después su chicle. Tres artículos inseparables de una chica cuya característica principal es la falta de educación.

Toda la película se basa en el presupuesto que todos los hombres se enternecen frente a tanta belleza (cierto que Julia Roberts no esta fea) y quieren ayudarla a adaptarse al mundo donde ellos viven, porque suponen que es inocente y buena gente. Pero algunos malvados, como las vendedoras estiradas de Rodeo Drive, la desprecian. Y el abogado tiburón la ve como prostituta merecedora de violación. Todo esto entristece mucho a Vivian. Afortunadamente tiene a su caballero, sin caballo, y hasta sin coche, pero con avión: él la defiende en las tiendas y la salva in extremis de la violación. Inclusive le revela las bellezas de la opera. Pequeño viaje a San Francisco para ver La Traviata. Como si no hubiera opera en los Angeles. O tal vez escogió a propósito Traviata, porque es la historia de una dama galante. O talvez la escena sea solamente para ponerle a Roberts un largo vestido rojo muy escotado y un collar de rubíes de Fred.

Otro caballero salvador, el manager del hotel,Barney Thompson (Hector Elizondo) quien discretamente inicia a Vivian a las sutilezas de los buenos modales en la mesa.

Tantas situaciones y diálogos estereotipados: Edward desbarata empresas para vengarse de su papa. Pero cambiará bajo la buena influencia de Vivian y emperezará a construir en vez de destruir. Además vencerá su miedo a las alturas. Ella decide volver a estudiar, pero como el príncipe le pide matrimonia, quien sabe si lo haga.

Se puede uno divertir al notar algunas semejanzas con My fair Lady: aprender a hablar bien, vestirse bien, comer propiamente. Inclusive la escena del juego de cricket es una cita de la escena de carreras en Ascott.
Pero, Julia Roberts, por bonita que sea, no tiene nada que ver con la belleza, la clase, y el talento de Audrey Hepburn.

Y, además, ya no creemos en Cenicienta ni en los caballeros o príncipes azules o de otros colores.

The Next Three Days (Paul Haggins, 2010) – 4.5/10


Remake de la película francesa de Fred Cavayé
Pour elle (2008), este drama es la aburrida historia de un hombre que prepara la evasión de su esposa, encarcelada injustamente. Dos tercios de la película no sirven para gran cosa, el último tercio se acelera pero sin mucha lógica.

Ficha IMDb
Vida perfecta par un matrimonio perfecto con un lindo hijo: eso es la vida de John Brennan (Russell Crowe) con Lara ( Elizabeth Banks) hasta que ella es brutalmente arrestada, en una mañana tranquila durante el desayuno en su linda casa, por un crimen que según ella no ha cometido.

Primera parte de la película: los tres últimos años. Cena con amigos, vuelta a casa, arresto, visitas a la prisión, clases en la universidad sobre Don Quijote.

Lo más interesante, el encuentro con un hombre que se ha fugado siete veces de prisión, Damon Pennington (Liam Neeson) quien da un montón de informaciónes para lograr la evasión perfecta.

Segunda parte: los tres últimos meses. Con la voz off de Liam Neeson, acciones y movimientos que parecen ser la preparación de la evasión: pasaportes falsos, fotos, compra de medicamentos (¿para que?), vigilancia de la camioneta del servicio de salud, asalto a un laboratorio de drogas, venta de la casa.

A lo largo de estas dos partes, donde los eventos parecen sucederse sin mucha lógica, siguen las visitas a la prisión, los encuentros con los abuelos que a veces cuidan al niño, y una que otra conversación con la mama de una niña, Carrie , que se ve (la mama (Olivia Wilde) muy interesada en este señor aparentemente viudo o divorciado.

Tercera parte, por fin los tres últimos días. Por fin, la película encuentra un ritmo. Por fin pasa algo. Es el momento de pasar a la acción. Es bastante espectacular, con suspenso, persecuciones, con la policía sobre los talones, con cronometro para salir de la ciudad. Pero de repente aparecen datos que nunca se habían visto venir. Y el espectador se siente un poco traicionado. Porque se aburrió pacientemente durante una hora, y ahora resulta que tanta paciencia no sirvió para gran cosa. Y que lo va descubriendo todo sobre la marcha. No se vale. Con media hora de película hubiera sido suficiente.