La ficha IMDB.
Sam (Jared Gilman) es un huérfano boy scout extremadamente inteligente pero incapaz de ganarse el aprecio de la gente a su alrededor. Suzy (Kara Hayward) es la mayor de los cuatro hijos de un matrimonio en pedazos de un par abogados. Después de conocerse en una obra teatral, comienzan a intercambiar cartas y deciden escapar juntos. El escape moviliza a las autoridades locales, es decir el capitán Sharp (Bruce Willis), a la patrulla de scouts, liderada por el maestro scout Ward (Edward Norton) y a la familia de Suzy para encontrarlos. A pesar de las complicaciones, Suzy y Sam se obstinan en estar juntos.
Moonrise Kingdom es una de esas películas donde es difícil saber por dónde empezar al hablar de ellas. Como Fantastic Mr. Fox (Anderson, 2009) o casi cualquier otra cinta de Wes Anderson, es la suma de las partes la que hace de la cinta algo tan excepcional, y eso sucede porque las partes en sí mismas son impresionantes para empezar.
El guión es fantástico, empecemos por ahí. Anderson se divierte con sus personajes que son tan ellos que son divertidos. Sam es fantástico, completamente organizado, haciendo inventarios, preparando rutas y diseñando planes. Suzy es también genial, pasional pero fría al mismo tiempo, con su amor por las series fantásticas y su temperamento violento. Lo primero que sabemos de ella es que golpeo un espejo (pues perdió la paciencia consigo misma). La química entre ellos es genial, frases cortas, mensajes sin ambivalencia que expresan las ideas en su forma más simple... Una concepción del amor que es muy atractiva.
El resto de los personajes también son a todo dar. A pesar de su poco tiempo en pantalla, Bill Murray, actor fetiche de Anderson, es fantástico como el esposo engañado y padre desilusionado. Tiene sin duda algunos de las mejores líneas en la cinta, incluyendo un intercambio con Frances McDormand que es aterradoramente real. El líder de los scouts, Edward Norton, es también fantástico como el inocente scout que parece creer que de verdad esto es todo lo que importa. Hasta Tilda Swinton como Servicios Sociales trae algo en la mezcla. Los dos que generan un poco más de ambigüedad son los personajes de Bruce Willis y Frances McDormand. No que no sean interesantes, pero se quedan cortos comparados con el resto de la pandilla.
Por supuesto la dirección es acertadísima. El ritmo en la historia se lleva bien, aunque el final se siente in poco más tropezado que el fluido inicio, pero eso tiene sentido con la llegada de la tormenta y el resto de las acciones en la cinta.
La fotografía es una delicia de principio a fin. Las imágenes desde el inicio capturan a la audiencia y establecen el ambiente no dolor físico sino emocional de la cinta. El trabajo de Robert Yeoman es genial como siempre, las composiciones son simplemente impecables. La verdad es que la fotografía por si sola ya hace que la cinta valga la pena, y afortunadamente para nosotros, hay mucho más.
Al final, la verdadera magia ocurre cuando todas estas cosas se combinan y dan como resultado una historia de amor que se siente diferente a nada que hayamos visto antes, algo que captura la misma esencia del cine, puesto que ningún otro medio podría contar una historia como Moonrise Kingdom nos la cuenta, y las palabras lejos están de hacerle justicia.
No comments:
Post a Comment