¿Existen temas de los cuales no hay que burlarse? El comediante ingles Christopher Morris parece pensar que no, o al menos el terrorismo no es uno de ellos. En esta divertidísima y muy inteligente comedia, Morris expone a un grupo de jihadistas ineptos y aprovecha para levantar preguntas interesantes.
La ficha IMDB
Omar (Riz Ahmed) es el líder de un grupo de musulmanes decidido a mandar un poderoso mensaje a los infieles de la sociedad británica. Desafortunadamente, ninguno de los integrantes es particularmente brillante. Después de una sesión de entrenamiento en Pakistán completamente fallida, Omar decide seguir adelante con un plan…aunque este sea lejos de perfecto.
Christopher Morris merece elogios por haberse aventurado a crear esta cinta que se burla de una situación particularmente delicada en estos tiempos. Sobre todo, merece elogios por no haber caído en sobre simplificaciones estúpidas como algún cineasta americano lo hubiese hecho (la verdad). Los “terroristas” son unos idiotas, más preocupados por verse bien frente a la cámara que por hacer valer la palabra del Señor. Pero son ellos, como individuos, estos cinco, los que son idiotas; no es el concepto el que es ridiculizado, no es la ideología. No es que la ideología sea presentada como valor; Morris es lo suficientemente inteligente como para presentarla solamente como parte del contexto, no como punto central y por lo tanto evitar tomar partido en una u otra dirección. Además, hay más de una patada en la espinilla al bando contrario, así que hay algo de balance.
El guion es fantástico desde dos puntos de vista. Por un lado, los chistes son simplemente geniales. Están lejos de ser predecibles y eso es 90% de la victoria en una comedia. Además, funcionan muy bien con los personajes y son simplemente hilarantes en su simplicidad. La profunda inocencia y espontaneidad en los comentarios de estos terroristas primerizos es fantástica.
La otra perspectiva desde la cual el guion funciona muy bien es que da una visión interesante de lo que pudiesen ser las motivaciones de un individuo para volarse en pedazos por una idea. Por momentos parece ridículo pero en más de una escena, los personajes, particularmente Omar, transmiten una noción de obviedad en lo que están haciendo. Es decir, que se comportan como si, claramente, esta fuese la mejor decisión. En ese sentido, Four Lions se siente humana y honesta. En ningún momento asume que hay que explicar las motivaciones de los personajes, sino que parte de la idea que es normal seguir este curso de acción. No lo es quizá para nosotros, pero claramente lo es para alguien.
Todo esto funciona gracias a los actores. Los personajes están muy bien escritos, pero sin duda son los actores quienes logran transmitir de manera casi transparente las diferentes emociones detrás de esos diálogos tan cotorros.
Si no fuera por tanto chiste tan gracioso, la mejor escena sería sin duda cuando Omar se despide de su esposa. Es una de esas escenas que hacen a la audiencia poner sus convicciones en una nueva perspectiva.
Four Lions es el tipo de cinta por la cual puedo de decir que no, no hay ningún tema del cual uno no deba reírse. Una broma inteligente puede tener tanto poder como cualquier arma.
La ficha IMDB
Omar (Riz Ahmed) es el líder de un grupo de musulmanes decidido a mandar un poderoso mensaje a los infieles de la sociedad británica. Desafortunadamente, ninguno de los integrantes es particularmente brillante. Después de una sesión de entrenamiento en Pakistán completamente fallida, Omar decide seguir adelante con un plan…aunque este sea lejos de perfecto.
Christopher Morris merece elogios por haberse aventurado a crear esta cinta que se burla de una situación particularmente delicada en estos tiempos. Sobre todo, merece elogios por no haber caído en sobre simplificaciones estúpidas como algún cineasta americano lo hubiese hecho (la verdad). Los “terroristas” son unos idiotas, más preocupados por verse bien frente a la cámara que por hacer valer la palabra del Señor. Pero son ellos, como individuos, estos cinco, los que son idiotas; no es el concepto el que es ridiculizado, no es la ideología. No es que la ideología sea presentada como valor; Morris es lo suficientemente inteligente como para presentarla solamente como parte del contexto, no como punto central y por lo tanto evitar tomar partido en una u otra dirección. Además, hay más de una patada en la espinilla al bando contrario, así que hay algo de balance.
El guion es fantástico desde dos puntos de vista. Por un lado, los chistes son simplemente geniales. Están lejos de ser predecibles y eso es 90% de la victoria en una comedia. Además, funcionan muy bien con los personajes y son simplemente hilarantes en su simplicidad. La profunda inocencia y espontaneidad en los comentarios de estos terroristas primerizos es fantástica.
La otra perspectiva desde la cual el guion funciona muy bien es que da una visión interesante de lo que pudiesen ser las motivaciones de un individuo para volarse en pedazos por una idea. Por momentos parece ridículo pero en más de una escena, los personajes, particularmente Omar, transmiten una noción de obviedad en lo que están haciendo. Es decir, que se comportan como si, claramente, esta fuese la mejor decisión. En ese sentido, Four Lions se siente humana y honesta. En ningún momento asume que hay que explicar las motivaciones de los personajes, sino que parte de la idea que es normal seguir este curso de acción. No lo es quizá para nosotros, pero claramente lo es para alguien.
Todo esto funciona gracias a los actores. Los personajes están muy bien escritos, pero sin duda son los actores quienes logran transmitir de manera casi transparente las diferentes emociones detrás de esos diálogos tan cotorros.
Si no fuera por tanto chiste tan gracioso, la mejor escena sería sin duda cuando Omar se despide de su esposa. Es una de esas escenas que hacen a la audiencia poner sus convicciones en una nueva perspectiva.
Four Lions es el tipo de cinta por la cual puedo de decir que no, no hay ningún tema del cual uno no deba reírse. Una broma inteligente puede tener tanto poder como cualquier arma.
No comments:
Post a Comment