Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Tuesday, October 25, 2011

Los rompecorazones ( Pascal Chaumeil , 2010) – 5.5/10



L’Arnacoeur (o sea él que estafa al corazón) es una comedia ligera y muy divertida, que no pasará a la posteridad, pero que tiene un eficiente elenco y una trama bien construida.

Ficha IMDb

La estructura narrativa retoma las dos partes de las películas de James Bond : primero un episodio corto que presenta al protagonista y el modus operandi del equipo. Termina por un éxito, lo que introduce los créditos. Después vendrá la historia principal, como repetición amplificada del episodio y con variaciones sobre cada uno de los temas.

La entrada triunfal del trió en el aeropuerto, tipo caminata introductoria de los integrantes de Law and order, se repetirá en tono menor al final, o casi, del episodio principal. Indicio de la composición bien estructurada y pensada de la cinta. Y es cierto que tiene ritmo, es bien orquestada, como lo es el perfecto trabajo de equipo de Alex (Romain Duris), su hermana Mélanie ( Julie Ferrier) y el esposo de esta, Marc ( François Damiens) .

Su misión : separar las parejas discordantes, o sea, alejar a las mujeres de esposos o novios que no les convienen, según opinión de amigos o familiares, quienes pagan al equipo para ponerlas en una situación donde entenderán que, ahí afuera, hay hombres mejores que él que han escogido.

Su método: la seducción. Sus medios: los de un equipo tipo Misión imposible, cuando era serie de televisión: montar un teatro completo, con lugares, disfraces, encuentros providenciales, que llevan a la presa a la trampa perfecta.

El esquema de acción, siempre el mismo se revela en un intermedio muy ágil: estar en el camino de la víctima, establecer contacto visual, pronunciar determinadas frases, tipo fórmula mágica de seducción (que siempre funciona: todas se lo creen, tal vez porque en el fondo quieren salir de su relación) , fingir tristeza por un amor perdido, llorar, etc, según la secuencia preparada, hasta el beso final. Muy divertido el montaje de esta parte, con diferentes perfiles y apariencias de mujeres. Mostrando que Alex es absolutamente irresistible y eficiente, en todos los papeles, siempre apoyado por su excelente equipo técnico. Siempre gana.

Aceptemos que Duris corresponde al tipo de belleza masculina que impera actualmente: cabello un poco largo y con gel, rasurada más que aproximativa, traje algo desordenado. Y admitimos la premisa de la película: ninguna mujer puede resistir a sus encantos. ¿Pero Vanessa Paradis como objeto de deseo? Flaca como pre-adolescente, hablando con voz y tono de niña, encarna a un personaje totalmente hueco. La visten muy mal y lleva todo el tiempo un gran bolso rojo que, aunque sea Hermes, no hace juego con ninguno de sus vestidos.

Y surgen deudas sobre algunas incoherencias del guion. Si los “rompecorazones” son tan eficientes, ¿porque están en la quiebra? ¿Porque diablos el padre de Juliette (Jacques Frantz) quiere separar a su hija de este magnifico prometido: guapo, elegante, exitoso, rico, e inglés, Jonathan Alcott (Andrew Lincoln) ? Y como puede, al final, aceptar como futuro yerno a este engañador profesional? Que además le debía dinero (Ya no recuerdo porque, es parte de los absurdos de la película). Por cierto, estas famosas deudas de Alex solamente sirven para explicar la presencia del gigante turco devorador de avellanas Gorán (Jean-Marie Paris) y sus intervenciones al modo del gigantón invencible en los James Bond (otra vez) .

¿Cómo, en un hotel tan sofisticado y por consecuente vigilado , puede el equipo entrar, Marc hacer sus instalaciones de cámaras, micros, Mélanie trabajar de mucama, mesera, limpiadora, barwoman…?

Extraña escena de boda, al estilo estadounidense, en un jardín pero sin música. Y con un oficiante que no es ni sacerdote, ni alcalde. Y final romántico totalmente esperado: la novia escapa de su boda y cae en los brazos del estafador enamorado….

Lo que queda es Mónaco, ciudad de colores suaves, muy limpia y cuidada, sus coches de lujo, sus preciosas calles, sus parques. Por cierto, todo esto conforma un escenario muy “James Bond”.

Pero sobe todo un equipo de actores que parecen disfrutar mucho lo que están haciendo. Hablo del trió de engañadores (no de Juliette, bastante aburrida). Muy convincentes, cómicos sin exagerar, con diálogos y reacciones bastantes naturales.

Finalmente, un buen momento, sin ser memorable...

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