Lejos de ser solamente una tonta película de persecuciones en coche, Drive es un drama meditativo sobre el papel que uno decide asumir en la vida. Su personaje tiene mucho que ver con el Samurái de Melville. Como él, solitario, se dedica a hacer honestamente su trabajo (sus trabajos, el diurno y el nocturno), en silencio. Pero la película de repente cambia a un deber de venganza. Con calma, detenimiento, contemplación. Y antes que todo, una gran actuación de Ryan Gosling.
Ficha IMDB
Es la tercera película que veo con Ryan Gosling. En la primera, me impresionó mucho:The believer, donde encarnaba a un joven judío antisemita. La segunda se puede ver actualmente, The ides of March. Donde el personaje sabe aprovechar el momento para avanzar y colocarse en el lugar y el momento oportuno.
Al contrario, en Drive, se trata de un joven silencioso, solitario, excelente en su trabajo. Sea el diurno, doble en películas de acción, o el nocturno, conductor de escape para ladrones. Discreto, eficiente. También trabaja en un taller mecánico, donde más o menos lo explota Shannon (Bryan Cranston) quien tuvo la pelvis fracturada en una mala operación con Bernie Rose (Albert Brooks).Hasta el día en que el conductor se fija en su vecina Irene,( Carey Mulligan) .
Primero trata de evadirla, pero finalmente la ayuda cuando su coche se descompone.. Y algo se va tejiendo en silencio entre el joven, la mujer y su hijo, mientras el padre, Standart ( Oscar Isaac) termina su condena en prisión. Cuando vuelve éste , la violencia entra a la vida de los tres. Y para salvar al niño y su madre, el conductor decide ayudar al padre a pagar una deuda. A partir de este momento, las imágenes se vuelven duras, de un horror casi gore, con chorros de sangre, golpes, cucharas en los ojos, caras destrozadas. El joven silencioso se ha vuelto un ser al mismo tiempo lleno de rabia y calculador en su inventiva de venganza.
Una película de gran belleza estética, con un imagen muy cuidada, que impone la presencia del personaje en primeros planos, en contra-picado, en largos momentos silenciosos. Un personaje que no pestañea, y apenas sonríe. Pero cuando lo hace, es como un suspiro de alivio. Porque Ryan Gosling logra tenernos en espera, pendientes de cada uno de sus movimientos, de sus gestos. Cada detalle se vuelve importante, como su reloj que cuelga del volante para medir los cinco minutos de su espera antes de la huida, como sus guantes, que pone en su bolsillo trasero de su pantalón, Lo que nos permite saber quien está ganando en la pelea final con el malo, pelea en la cual vemos solamente las sombras sobre el pavimento del estacionamiento. Y en una sombra se ve la forma de los guantes.
La música acompaña perfectamente los momentos de meditación, de nostalgia.Y las decisiones de él que decide ayudar, salvar a los que quiere, sin pedirles nada, de unos malvados sin alma. Un héroe a la antigüita, que se pone al servicio de la viuda y el huérfano. Como en un western, como un samourai.
Una gran película, con grandes imágenes, y sobre todo un gran actor.
Ficha IMDB
Es la tercera película que veo con Ryan Gosling. En la primera, me impresionó mucho:The believer, donde encarnaba a un joven judío antisemita. La segunda se puede ver actualmente, The ides of March. Donde el personaje sabe aprovechar el momento para avanzar y colocarse en el lugar y el momento oportuno.
Al contrario, en Drive, se trata de un joven silencioso, solitario, excelente en su trabajo. Sea el diurno, doble en películas de acción, o el nocturno, conductor de escape para ladrones. Discreto, eficiente. También trabaja en un taller mecánico, donde más o menos lo explota Shannon (Bryan Cranston) quien tuvo la pelvis fracturada en una mala operación con Bernie Rose (Albert Brooks).Hasta el día en que el conductor se fija en su vecina Irene,( Carey Mulligan) .
Primero trata de evadirla, pero finalmente la ayuda cuando su coche se descompone.. Y algo se va tejiendo en silencio entre el joven, la mujer y su hijo, mientras el padre, Standart ( Oscar Isaac) termina su condena en prisión. Cuando vuelve éste , la violencia entra a la vida de los tres. Y para salvar al niño y su madre, el conductor decide ayudar al padre a pagar una deuda. A partir de este momento, las imágenes se vuelven duras, de un horror casi gore, con chorros de sangre, golpes, cucharas en los ojos, caras destrozadas. El joven silencioso se ha vuelto un ser al mismo tiempo lleno de rabia y calculador en su inventiva de venganza.
Una película de gran belleza estética, con un imagen muy cuidada, que impone la presencia del personaje en primeros planos, en contra-picado, en largos momentos silenciosos. Un personaje que no pestañea, y apenas sonríe. Pero cuando lo hace, es como un suspiro de alivio. Porque Ryan Gosling logra tenernos en espera, pendientes de cada uno de sus movimientos, de sus gestos. Cada detalle se vuelve importante, como su reloj que cuelga del volante para medir los cinco minutos de su espera antes de la huida, como sus guantes, que pone en su bolsillo trasero de su pantalón, Lo que nos permite saber quien está ganando en la pelea final con el malo, pelea en la cual vemos solamente las sombras sobre el pavimento del estacionamiento. Y en una sombra se ve la forma de los guantes.
La música acompaña perfectamente los momentos de meditación, de nostalgia.Y las decisiones de él que decide ayudar, salvar a los que quiere, sin pedirles nada, de unos malvados sin alma. Un héroe a la antigüita, que se pone al servicio de la viuda y el huérfano. Como en un western, como un samourai.
Una gran película, con grandes imágenes, y sobre todo un gran actor.
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