Jamás he sido fan de los documentales de Michael Moore en tanto que documentales. Su afán por probar su punto lo lleva de la comicidad a lo patético, pasando del discurso argumentativo a lo sentimentaloide barato. Dicho eso, me parece importantísimo que alguien esté ahí diciendo cosas apuestas a lo que los medios propagan. Más aun porque son cosas re importantes.
La ficha IMDB está aquí
Moore discute en esta bonita cinta acerca de la situación de las aseguradoras en su bonito país. Una nación donde todo está privatizado es una nación que no ofrece a sus ciudadanos un servicio de salud pública; resultando en uno de los más bajos niveles en el mundo occidental. Inclusive, de acuerdo con Moore, la mortalidad en recién nacidos es la más alta en América Latina, a pesar de un PIB por mucho superior al de sus vecinos.
La cinta muestra como las aseguradoras hacen todo lo posible por no cobrar, pero no pagar por los tratamientos de sus asegurados. Es decir, la prioridad del sistema americano de salud no es la salud, sino aumentar las ganancias. Aunque esto es horrendo, tiene todo el sentido del mundo. Los directivos, fundadores y accionistas de estas empresas no las crearon para curar a nadie, las crearon para hacerse ricos. Sería estúpido esperar de ellos que sus acciones fuesen en otro sentido. He ahí una de las características fundamentales del liberalismo: la infinita estupidez que se necesita para pensar que un país puede confiar a individuos interesados en incrementar sus ganancias la impartición de un servicio que la gente necesita.
Moore compara el sistema de salud gringo con el de Canadá, el Reino Unido, Francia y Cuba. Por supuesto, cualquiera de estos países tiene un sistema de salud mil veces mejor, porque están diseñados para proveer salud, así de sencillo. Es interesante desde la perspectiva narrativa como Moore ataca, explícita o implícitamente, todos los mitos alrededor de un sistema de salud universal con los que los gobiernos gringos han justificado la privatización de la salud. Por ejemplo, el mito de que un sistema privado permite a la gente elegir su doctor u hospital libremente (por oposición a un sistema de salud pública donde uno no elige donde lo tratan…lo cual es cierto solo en parte); la cinta presenta el caso de una pequeña que falleció porque la llevaron a un hospital que no estaba cubierto por su aseguradora. Los médicos se rehusaron a tratarla porque la aseguradora no pagaría.
El mejor momento es sin duda la discusión con el político británico Tony Benn, quien con una lucidez impresionante enlista de manera clara y precisa las grandes falsedades del sistema gringo. Escucharlo fue un verdadero placer que justifica por sí solo la existencia de Sicko.
Por supuesto Moore abusa de los close ups a personas llorando y tomas similares, que son su sello; pero aun así la realidad que muestra es ineludible. Un aviso para aquellas sociedades que no han caído en esta trampa pero que, aceptémoslo, pronto caerán.
Saturday, June 12, 2010
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