Ganadora de los premios Óscar a mejor película, mejor director, mejor papel secundario masculino, mejor edición, esta cuarta cinta de Clint Eastwood como director, dedicada a Sergio (Leone) y Don (Siegel), sus mentores, es una obra maestra de por su forma, su estética, su interpretación y la reflexión que conlleva.
Ficha IMDb
Una historia clásica de western? Sí y no. Sí, porque se trata de matar a unos malvados, porque los protagonistas parecen llevar la fuerza del bien. No, porque la tarea está encomendada por mujeres, prostitutas que quieren vengar a una de ellas, desfigurada por un cliente. No, porque los cowboys de antes, que mataban a diestra y siniestra sin pensar, son ahora unos viejos, debilitados físicamente, desanimados, desengañados, que tratan de olvidar su pasado y su fama.
Los tres viejos, William Munny (Clint Eastwood), Ned Logan (Morgan Freeman) y Little Bill Dagget (Gene Hackmann) se han retirado de la vida "publica". El primero, viudo, ha sido reeducado por su esposa y se dedica a respetar sus voluntades: ser honesto, aunque pobre, no tomar, educar a sus hijos en el bien y el trabajo. Ya no sabe montar ni dispararle a una lata. Vive obsesionado por su pasado lleno de errores, atemorizado a la idea de volver a caer, y como perseguido por la inmensa sombra a la vez protectora y amenazante de la difunta. Está convencido que sus desgracias actuales son el castigo por sus pecados: sus cerdos se enferman, su caballo no se deja montar…
El segundo es ahora un apacible granjero que vive con una mujer india , de mirada dura. Él todavía tiene aptitudes para la caza y un buen ojo para detectar los presumidos.
El tercero es ahora sheriff de una pequeña ciudad Big Whiskey, defiende como perro el orden: prohibido entrar con armas. Construye el mismo su casa, pero no se le da muy bien la carpintería y las goteras se multiplican. Trata a toda costa de evitar la violencia, al punto que puede parecer débil y cobarde.
Mucho más enérgicas son las damas del burdel; organizadas por Strawberry Alice (Frances Fisher), juntan su dinero para pagar un asesino a sueldo que vengará a Delilah (AnnaThomson).
La fama de Will atrae a su casa un joven, Schofield Kid (Jaimz Woolvett) que sueña con hacerse de algún dinerito al mismo tiempo que compartir algo de celebridad con uno de los grandes .Will lo rechaza primero, en nombre de sus nuevos valores, pero la pobreza galopante en la que vive lo hace cambiar de idea. Para eso convence a su viejo amigo Ned de acompañarlo.
También llega a la ciudad otro viejo, English Bob ( Richard Harris) también atraído por el olor de la recompensa, acompañado de sus biógrafo, W W Beauchamp (Saul Rubinek a quien le está contando con muchas exageraciones sus hazañas pasadas. Little Big se apresurará de aprovechar el arresto del hombre para restablecer algunas verdades con el escritor.
El contrato será ejecutado y los dos cowboys agresores también. Pero, después de ver a Ned, torturado por Little Bill hasta la muerte, y su cuerpo expuesto en el ataúd abierto, Munny vuelve a sus antiguos talentos y matar a quien se le ponga enfrente.
La dirección es seca, limpia, no sobra nada, las escenas tienen la duración perfecta y llegan en el momento perfecto. Se equilibran perfectamente momentos de soledad, momentos de diálogos, escenas multitudinarias.
La cinta, además de tener la belleza de imágenes tradicionales de western, campos abiertos, noche a la luz de la luna, salón, fuego de campamiento, destruye totalmente los mitos.
Mito del actor Eastwood, con su mirada glacial y su gatillo expeditivo de Por un puñado de dólares, y otros Leone, que ahora es un hombre viejo, lleno de arrugas.
Mito del cowboy violento que mata como camina y, tal vez. Reflexiona después. Como el Billy le Kid cuyo sobrenombre era Munny.
Mito del culto de la violencia, con los personajes del biografío y del chico que, frente a la realidad de haber matado, reconoce que es su primera vez y que no encuentra ni satisfacción, ni gusto. El pesimismo impera. Los héroes no son lo que se pretendía, ni lo que pretendían. Los hombres ya no quieren ser violentos. Porque saben que no tiene sentido.
Las mujeres parecen dominar la cinta, aunque su presencia sea discreta. Ellas encargan la muerte y esta decisión viril es lo que desencadena toda la historia. Por el otro lado, la esposa de Will, que nunca aparece, abre y cierra la narración, por un sobre texto que cuenta su vida: como llego a casarse con Will, como murió, como su mama fue a buscarla. Y la transformación que ella impuso a su esposo es el motivo más profundo de la historia.
Definitivamente, ya no hay verdaderos cowboys.
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