Un guión complicado, basado sobre un quiproquo de personajes. Actores sin originalidad. Uno se deja atrapar por el suspenso, y las astucias del dialogo pero no queda gran cosa.
Ficha IMDb
Dos mafiosos quieren cobrar una deuda de un tal Nick Fisher, pero toman en su lugar a su amigo Slevin, que el azar y los problemas de dinero, amores y demás han traído al departamento de su amigo desaparecido sin dejar huella.. El “Jefe” (Morgan Freeman) lo obliga a matar el hijo de su enemigo, el “Rabino” (Ben Kingsley) quien vive y trabaja en el edificio en frente. El Rabino exige su dinero.
El montaje, que nos muestra la explicación de las escenas después de dichas escenas, que yuxtapone imágenes de dos ,o hasta tres escenas para mezclar los diálogos, introduce una apariencia de complejidad. Las apariciones del misterioso asesino Coodkat (Bruce Willis) acaban de complicar la situación.
Los diálogos parecen muy astutos pero son finalmente muy simplistas.
Obviamente, el final nos aclarará que no entendimos nada, y que todo es al revés de lo que pensamos. la victima no es victima , es vengador….
Ficha IMDb
Dos mafiosos quieren cobrar una deuda de un tal Nick Fisher, pero toman en su lugar a su amigo Slevin, que el azar y los problemas de dinero, amores y demás han traído al departamento de su amigo desaparecido sin dejar huella.. El “Jefe” (Morgan Freeman) lo obliga a matar el hijo de su enemigo, el “Rabino” (Ben Kingsley) quien vive y trabaja en el edificio en frente. El Rabino exige su dinero.
El montaje, que nos muestra la explicación de las escenas después de dichas escenas, que yuxtapone imágenes de dos ,o hasta tres escenas para mezclar los diálogos, introduce una apariencia de complejidad. Las apariciones del misterioso asesino Coodkat (Bruce Willis) acaban de complicar la situación.
Los diálogos parecen muy astutos pero son finalmente muy simplistas.
Obviamente, el final nos aclarará que no entendimos nada, y que todo es al revés de lo que pensamos. la victima no es victima , es vengador….