Ficha IMDb
Carroza fúnebre, ciudad de cataclismo invadida por pordioseros, manifestantes y ratas. Packer (Robert Pattinson) y sus visitantes parecen ser los sobrevivientes de un mundo acabado.
Haber escogido a Robert Pattinson como protagonista ayuda mucho a establecer un ambiente de fin de mundo: la cara pálida del actor no expresa nada, lo que conviene perfectamente bien al personaje de Eric Packer alejado de toda contingencia, de toda realidad. Acepta lo que se le presenta y contempla todo con una mirada vacía, despreciativa, altiva. Gélido, el joven asusta con su físico a la vez elegante y lívido, soberbio y prepotente, impecable como su limosina blanca y súper equipada. Inacessible a cualquier sugerencia, el niño mimado y testarudo quiere cortarse el pelo en el sur de Manhattan y punto.
En su limo recibe visitas, como emperador romano en su litera. Y como emperador romano vive el fin de una civilización decadente.
Como se aburre todo el tiempo, se mete de lleno en el cualquier nuevo tema que le trae cada visitante: arte, salud, sexo, tecnología. Se trate de Juliette Binoche, Abdul ayoola, Emily Hampshire…. Pero solo por un tiempo. Antes de pasar instantáneamente a otro tema. O de bajar un momento para comer con su novia – esposa de quien vive separado, Elise (Sarah Gadon), hermosamente fría.
La limosina avanza. Él hace "surplace". Aunque no quiera, tiene algunas obsesiones y/o fobias: el precio del yuan, tener sexo, cortarse el pelo.
Nada le hacer perder de vista su objetivo. Ni las advertencias de su guardaespaldas,Torval (Kevin Durand) ni el hecho de que la rata se vuelva moneda de curso legal. Sigue buscando lo que llama equilibrio, hasta darse cuenta, después de un examen médico, dentro de la limosina, tan inconfortable para el espectador como para el personaje, que la asimetría es la clave de la belleza.
Al final de su lento recorrido encerrado en su nave, casa, o ataúd, después de ver esta pintarrajeada, bombardeada con pasteles, sucia, después de matar al guardaespaldas Torval con su propia pistola después de pedirle pronunciar el código secreto para que pueda disparar, Packer llega por fin a lo que parece ser la vida, el origen, las raíces. El peluquero lo recibe con los brazos abiertos, le da de comer lo que sobra de sus propios alimentos, le habla de su niñez y de cuando lo traía su papa. Convidan al chofer negro. Y los dos hombres normales intercambian recuerdos de sus tiempos pasados de taxistas. Sin escucharse el uno al otro. Historias de la vida real, de hombres pobres, que trabajan sin cesar para alimentar a sus familias.
Ahora sí Packer está en contacto con el mundo de la calle. Parece gustarle y decide seguir con el chofer para dejar la limosina en su garaje. El yuppie esta al aire libre, expuesto a todo. En particular a la amenaza de muerte que Torval le había anunciado desde la mañana. Y sucede.
La ultima parte de la pedicura es una larguísima escena en un departamento abandonado, lleno de viejos aparatos, viejas computadoras, con un hombre apartado él también del mundo. Pero al otro extremo de la escala social. Benno Levin (Paul Giamatti) ex empleado de Packer, ha sido despedido y desde entonces vive marginado con la obsesión de vengarse del dueño que nunca supo nada de su existencia. Larga escena de palabras, interrogaciones trascendentales. Muchas palabras y movimientos alrededor de los numerosos objetos en las habitaciones diminutas. A la imagen del mundo de Packer.
¿Al final que pasa? la cinta acaba con la pistola de Levin apuntando a la sien de Packer...
Una película muy lenta, difícil, a veces horripilante, a veces hipnótica, sofocante, siempre desafiante.
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