Es difícil
pensar que esta bonita película de acción tenga mucho atractivo para quienes no
crecieron leyendo las aventuras del adorable personaje; al menos para empezar. Después
de un despegue difícil, Sur la Piste du Marsupilami es pura diversión.
La
ficha IMDB
Dan
Geraldo (Alain Chabat) es un prestigioso reportero quien inicio su carrera con
un engaño, pero nadie sabe esto. A pesar de su prestigio, su carrera va en
picada y su única esperanza para recuperarse es hacer un reportaje espectacular
en el país que en teoría inicio su carrera, Palombie. Pablito Camaron (Jamel
Debbouze) es un malandrín cuya única gloria es haber visto al mítico
Marsupilami. Juntos, y con la ayuda de un dictador caído (Lambert Wilson)
deberán salvar al marsupilami y evitar el fin del mundo.
La
mejor manera de describir Sur la Piste Du Marsupilami es que es un humor muy
francés. Una extraña combinación de todo se vale con extrema inocencia. Un
humor muy simplón espolvoreado de sofisticación. Es un tipo de humor que
funciona muy bien en las paginas de un comic pero que hay que estar de un humor
particular para disfrutar cuando hay actores involucrados. Las gesticulaciones y juegos de palabras
generan bastantes sonrisas, aunque la presentación de la profecía si arranca más
de una carcajada.
La
verdad es que la estructura narrativa se sostiene mejor de lo pensando a lo
largo de la cinta. Si bien se tarda un poco en despegar, hay suficientes
momentos divertidos como para sostenerse hasta que empieza lo que todos vinimos
a ver. Evidentemente hay momentos de la historia que están muy lejos de tener
sentido, aunque el único que es de verdad molesto es que el marsupilami sepa
que Dan y Pablito son amistosos….pero bueno, es parte del Deus Ex Machina
obligatorio en este género.
El
marsupilami en si mismo es digno de mención. Si bien el cine francés ha estado
tradicionalmente atrasadísimo en cuestión de efectos especiales (cosa
incomprensible cuando se considera el enorme nivel de los franceses en cine de
animación, video juegos y estudios de post producción para cintas gringas…), el
marsupilami digital se ve solo un par de años atrasado. No solo no es incomodo
de ver, sino que casi consigue integrarse bien.
Con eso
en mente, el gran reproche a la cinta es el relativo poco tiempo en pantalla de
la simpática creatura amarilla. Ver la marsupilami rebotando por ahí es sin
duda alguna el punto fuerte de la película, y más aun verlo con su compañera y
sus pequeñitos. Fue un momento inolvidable en el comic y lo es también en la
cinta.
Más
divertida de lo esperado, las pequeñas fallas se le perdonan, pero siempre hay
lugar para más marsupilami.
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