Para
aquellos a quienes Family Guy es poco o nada atractivo, Ted es la película
equivocada, porque para sorpresa de nadie el humor es exactamente el mismo. Es
decir, bien divertido.
La
ficha IMDB
Cuando niño,
John un muchachito sin amigos, pidió un deseo: que su oso de peluche tuviera
vida. El deseo se cumplió. Ahora de 35 años, John y Ted siguen siendo mejores
amigos, pero para salvar su relación con la guapísima Lori (Mila Kunis) John
debe crecer y dejar de lado a su oso de peluche.
Ted
tiene la ventaja o desventaja de que es exactamente lo que cualquiera hubiese
esperado. Los chistes están exactamente en línea con lo que uno esperaría de
algo creado por Seth MacFarlane, lo que quiere decir que hay una que otra buena
sorpresa; le historia sigue exactamente los patrones que uno esperaría,
inclusive un poco más sosa de lo que uno pensaría; y el final es tal cual como
uno se lo hubiese imaginado.
La
historia del hombre-niño que se ve obligado a crecer para no perder a la mujer que
ama es un clásico de las comedias gringas y Ted sigue la formula muy bien. En
este caso el fondo de la historia se manifiesta de manera mas bien obvia: John
no quiere deshacerse de su osito de peluche. Interesantemente, a diferencia de
lo que suele pasar en el genero, no hay ninguna confusión o malentendido detrás
de los problemas de pareja, John simplemente toma malas decisiones de manera
consistente.
Quizá
lo que es un poco lamentable es que alguien tan critico de la cultura popular
como Seth MacFarlane haya decidido tomar lo bueno y lo malo del genero sin
intentar hacer algo al respecto. La solución final es decepcionante por dos
razones. Primero, porque es fácil. No solo fácil, es el tipo de solución que
uno esperaría en un especial navideño directo a televisión de los ochentas, es fácil
y se ha visto ya. Por otro lado, y esto es lo realmente molesto, la manera en
que termina la historia nos trae exactamente de vuelta al punto de partida.
Nada ha cambiado, los eventos son irrelevantes. John tiene a su osito y a su
novia y todo sigue igual. Que horror.
A pesar
de que uno puede decir, y con razón, que nadie fue a ver a Ted por la historia
esto sigue siendo un problema. Los chistes son buenos. Más que los grandes
momentos, o la obligatoria pelea entre John y su oso (obligatoria en el género
y obligatoria para Seth Macfarlanes como cualquier fanático de la rivalidad
entre Peter y el Pollo gigante en Family Guy sabe), lo realmente gracioso esta
en los diálogos y su entrega. Esos pequeños comentarios, esas observaciones
mala espina son donde esta el genio de McFarlane y Ted los aprovecha bien.
Los muy
buenos chistes no consigue eliminar del todo la predecible y un poco
decepcionante historia. Ted es exactamente lo que se esperaba que fuera.
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