The Man with the Iron Fists (RZA, 2012) – 1.5/10

Como entusiasta del género del kung fu es difícil ver como otro entusiasta hace pedazos el género en un ejercicio de auto adulación. The Man with the Iron Fists es un ejemplo de lo mucho que se puede hacer con amigos en los lugares correctos; y de lo triste que puede terminar siendo el resultado.

La ficha IMDB.


Un herrero (RZA) se ve envuelto, sin ninguna razón o motivo, en una lucha de poder en un pueblo de la China medieval. Diferentes clanes guerreros, un estratega militar británico (Russell Crowe), la dueña de un prostíbulo (Lucy Liu) y un guerrero de bronce (el luchador Dave Bautista) están envueltos en una guerra por obtener (o proteger) una enorme cantidad de oro que pertenece al emperador.

RZA es sin duda uno de los personajes más importantes de la historia del rap gracias a su participación en el legendario grupo Wu Tang Clan. El nombre mismo de su agrupación (y los seudónimos de varios de sus participantes…y sus videos musicales) demuestra la influencia de la cultura y en particular el cine oriental en el artista. RZA después comenzó a participar en la musicalización de cintas, siendo la más interesante sin duda Ghost Dog: The Way of the Samurai (Jim Jarmush, 1999) – una película que retoma elementos de fondo del cine oriental y no se conforma con solamente hacer referencia a la forma. Ghost Dog fue una influencia para Tarantino al crear Kill Bill (2003 y 2004), y en un movimiento típicamente de Tarantino, RZA también contribuyo a la música de ambas partes de Kill Bill.

El interés de RZA en el cine se ve realizado en The Man with the Iron Fists, escrita y dirigida por él, y producida por su amigo Quentin Tarantino. Esta película demuestra lo importante que es conocer a la gente correcta, y también que el enorme talento en un área no se traduce necesariamente a otras.

The Man with the Iron Fists tiene en todos los elementos, en teoría, para hacer una buena historia de kung-fu. Hay un protagonista solitario que solo quiere vivir su vida, una historia de amor y venganza, malos, malos como ellos solos, hartos personajes cada quien con su estilo de pelea particular, bonitos escenarios…todo. Al menos en teoría. Lo que no tiene es sentido alguno. No hay ninguna razón para que nos importe lo que le pase a ninguno de los personajes (ninguno), la historia no tiene sentido alguno (el emperador encarga a los Leones cuidar el oro, entonces los Leones roban el oro… ¿qué?), y ni siquiera las peleas son emocionantes.

Esta película es uno de los peores casos de eventos que suceden “porque el guion lo dice”. El herrero que toda su vida ha buscado el anonimato decide salvar la vida de uno de los guerreros y meterse así en un conflicto más grande que el. Porque el guion lo dice. El asesor militar británico, que es un depravado sexual (porque el guion lo dice) decide matar brutalmente a un tipo frente a cientos de personas para lanzarse en un discurso sobre cómo lo único que quiere es estar tranquilo. Porque el guion lo dice.  La feroz guerrera que jamás ha mostrado ningún interés por nadie en absoluto decide dar la espalda a un terrible guerrero para salvar a un chamaco que de la nada (porque el guion lo dice) estaba corriendo entre cadáveres. Porque el guion lo dice.

No es que las cintas de acción necesiten de un guion transcendental para ser buenas, para nada. Pero si necesitan de un guion que no sea una porquería. Y en todo caso, la estética está ahí para compensar. Sea las grandes explosiones a la gringa, o las impresionantes secuencias de pelea y sobre estilizadas imágenes en el cine de Hong Kong, hay una razón para soportar las faltas del guion. No en este caso. En este caso no hay nada.

The Man with the Iron Fists es un proyecto cuyo único objetivo es elevar el ego de RZA. Es el juguete de un muchacho con dinero y amigos. Si bien la música es muy buena, todo lo demás es un enorme error.