Completamente
centrada en el trabajo actoral y la precisa dirección, The Interview es un
excelente thriller, una montaña rusa emocional que deja más preguntas que
respuestas.
Eddie
(Hugo Weaving) es sospechoso en un homicidio, uno de una serie de homicidios
recientes. Presionado por sus superiores para obtener resultados, el detective
John Steel (Tony Martin), con ayuda del oficial Wayne Prior (Aaron Jeffery)
arresta a Eddie y lleva a cabo una implacable interrogación. Conforme el tiempo
pasa, Eddie parece ir poco a poco revelando una nueva faceta de si mismo. Pero
la verdad se vuelve aun mas ilusoria cuando la presión de asuntos internos
sobre el detective Steele cambia las reglas del juego.
Más que
cualquier otra cosa, The Interview es una cátedra de actuación. Tony Martin es
sensacional como el detective Steele. El personaje como tal es un poco un
estereotipo: el tipo duro que obtiene resultados, que no se preocupa por la
burocracia y esta más preocupado por la verdad que por las reglas. Afortunadamente
esta no es una película de acción gringa y el personaje es creíble en el
confinado universo de una estación de policía. Quizá hubiese ayudado un poco al
desarrollo del personaje que la situación con los casos anteriores se hubiese
aclarado un poco, pero puede ser que si se hayan aclarado y el único problema
es ese pesado acento australiano.
Hugo
Weaving como el sospechoso Eddie es genial. No solo el personaje es creíble, es
completamente absorbente. Desde el inicio, como un tipo espantado, nervioso y
quizá hasta un poco cobarde, Weaving se convierte en el personaje por completo.
Conforme la historia avanza y Eddie comienza a tomar control de la situación su
cambio es radical. La postura, el tono de voz, el ritmo, la mirada…todo Weaving
se transforma y se convierte en un nuevo personaje. Para regresar así de pronto
al Eddie de antes cuando la situación lo amerita. Es simplemente genial
Después
de eso, la dirección de Craig Monahan explota muy bien el ambiente y la
situación. Moviéndose de intensos close ups a tomas abiertas que muestran
perfectamente la desolación de Eddie y la frustración del detective. Además de eso, logra controlar muy bien el
ritmo y mantener la tensión en una cinta que se desarrolla casi por completo en
una sola habitación.
El
duelo entre Eddie y el detective es realmente eso. La batalla empieza como una
desigual masacre y pronto cada uno de los rivales muestran su valía. Cada uno
tiene su momento para brillar y aunque hay un ganador, la secuencia final de
cada uno demuestra que no eran cualquier par de pelados. Este fue un duelo
épico.
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