Inspirada por el cine noir de Estados Unidos, una de las primeras cintas policíacas del director que tomó por apellido el nombre del autor de Moby Dick. Una historia de honor, aunque sea el honor de un gánster, adaptada de una novela de José Giovanni. Una dirección meticulosa y dos grandes actores: Lino Ventura y Paul Meurisse.
Ficha IMDb
Gustave Minda (Lino Ventura), conocido como Gus, escapa de prisión. Ya no es tan joven y tiene un pasado prestigioso. Vuelve a Paris a encontrarse con Manouche (Christine Fabréga), quien fue su amor platónico antes de su arresto. Manouche, ahora viuda, administra un bar-restaurante, bajo la protección de Alban (Michel Constantin), barman, y vive con Jacques, alias “el notario” (Raymond Loyer). Esta noche precisamente, unos hombres armados irrumpen en el restaurante y matan a Jacques. Después de la intervención del experimentado comisario Blot (Paul Meurisse), Manouche y Alban están atacados por dos hombres en la lujosa residencia de Manouche. Gu llega a punto para ayudarlos y averiguar la verdad: quien los mandó es Joe Ricci (Marcel Bozzuffi), dueño de un bar parisino. El escape de Gu al extranjero se organiza, con complicidad de amigos en Marsella. Antes de despedirse por siempre de la vida de gánster, y para conseguir algo de dinero, Gu acepta un último trabajo con Paul Ricci (Raymond Pellegrin), hermano de Joe, pero amigo fiel de Gu. Todo funciona bien, pero el comisario Blot vigila y logra información de la boca misma de Gu, información que será divulgada y manipulada por el Comisario Fardiano (Paul Frankeur) de Marsella, un hombre sin honor, que no vacila en torturar a los sospechosos. Gu, al ser mostrado como delator, buscará limpiar su buen nombre, hasta morir.
La película sigue muy fielmente la novela de José Giovanni, un hombre extraño, poco reluciente, que aprovechó los tiempos turbios de la Ocupación alemana en Francia para llevar a cabo dudosas operaciones, estafando y asesinando. Acabó condenado a muerte, tuvo la suerte de ver su condena cambiada a prisión perpetua, para finalmente salir ocho años más tarde, ponerse a escribir y a dirigir películas. La novela, escrita en 1958, se resiente mucho de este ambiente de post guerra, cunado los recuerdos y las prácticas siguen en las memorias. Varios personajes están inspirados en personajes reales que Giovanni conoció.
El título “le deuxième souffle” alude al hecho que Gu, en sus cincuentas, ya tuvo una vida. Estos pocos meses, de noviembre a enero (la cinta explicita muy claramente las fechas) que va a vivir con Manouche, son un suplemento a su primera vida. Es el último aliento de un hombre, resucitado, pero que se sabe destinado a la muerte. Y, si va a morir pronto, no va a permitir que nadie ensucie su reputación. Gu nunca denunció a nadie, nunca habló en un interrogatorio. El comisario Fardiano quiere construir su propia imagen sobre una mentira. Tiene que pagar.
La cinta, con sus diálogos perfectos, muchos sacados exactamente de la novela, plantea claramente las oposiciones entre los personajes. El mundo de los gánsteres es un mundo con sus reglas. Algunos las respectan y merecen el respeto. Otro sus traidores, cobardes, y no merecen ningún respeto. Los gánsteres “honestos” respetan a los policías honrados, y recíprocamente. Por eso, al final, el comisario Blot deja caer a los pies de un periodista la libreta, donde Gu obligó a Fardiano a escribir su confesión, para que el periodista la publique. El policía venga al gánster quien fue traicionado por un policía.
Gu es también un hombre solitario, a pesar de la relación, tardía, con Manouche. Con esta cinta, Melville inaugura esta lista de historia de asesinos a sueldo solitarios, cuyo mejor ejemplo es sin duda Le Samourai (1967) con Alain Delon, cinta que inspirará a muchos directores gringos , entre ellos los Hermanos Coen, Tarantino, y orientales como John Woo o Takeshi Kitano.
Estos héroes están condenados desde el principio, son parias, pero quieren vivir según su propio código de honor. Tienen mirada triste porque saben que no podrán nunca ser felices.
Como nunca podrán ser felices los personajes de L’armée des ombres (Melville - 1969), héroes de la Resistencia, que a veces deben aceptar sacrificarse o sacrificar a uno de los suyos, en vista del bien y del honor de Francia.
La psicología de los personajes y las informaciones sobre su vida están reducidas al mínimo necesario para la comprensión de la historia. Los diálogos se limitan a lo indispensable. Lino Ventura es el hombre distante, eficiente, frio, que vive sus últimos días, que deben ser fieles al legado, a la leyenda que ha construido durante toda su vida. Paul Meurisse es el intérprete genial, inspirado, del comisario Blot, muy por encima de todos, inteligente, cínico, rápido, conocedor de todas las artimañas y mentiras que los gánsteres le van a inventar, porque ya lo ha visto y escuchado todo. Su llegada después del crimen en el bar, en un largo plano secuencia, es una maravilla de dialogo, de interpretación, de filmación. Un gran momento de cine.
Le deuxième souffle es una cinta imprescindible, para la historia del cine francés y mundial, para la trayectoria de Melville, y para ver a dos grandes actores.
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