Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Wednesday, July 15, 2015

Terminator Genisys (Alan Taylor, 2015) – 6/10

En 2027, John Connor envía a Kyle Reese de vuelta a 1984, para proteger a Sarah, su madre, antes de que lo conciba. Eso ya se había visto. Pero los caminos de los viajes en el tiempo son impenetrables. Nada es como debía. Tampoco nadie. El asunto se complica. Pero no entretiene realmente.

Ficha IMDb

2027, John Connor (Jason Clarke) libra un último combate para vencer a las maquinas. Es el héroe de todos, en particular de Kyle Reese (Jai Courtney). Se decide que, para acabar de una buena vez, hay que volver al pasado, antes de que John naciera, para destruir a Skynet. Todos son voluntarios, el elegido es Kyle. 

Después de esta corta introducción, empiéza la narrativa de la nueva cinta: la primera media hora es un resumen y reapropiación de las cintas anteriores, con algunas imágenes que salen directamente de The Terminator (James Cameron - 1984), Terminator 2: Judgment Day (James Cameron - 1991) , Terminator 3 : Rise of the Machines (Jonathan Mostow – 2003). El ritmo es bueno y es divertido volver a ver escenas que son ya casi de antología. Un nuevo actor (Byung-hun Lee) ha tomado el lugar de Robert Patrick para interpretar a T-1000. Es igual de aterrador. Pero también igual en sus poderes y sus transformaciones a base de metal líquido.

La historia en sí, del encuentro de Kyle con Sarah Connor (Emilia Clarke), acompañada de su fiel Terminator, modelo Y – 800 reprogramado (Arnold Schwarzenegger) un poco envejido de cara, un poco más lento en sus movimientos, es muy parecida a las primeras historias, sin que parezca una repetición voluntaria e irónica. Persecuciones, transformaciones. El asunto se vuelve interesante, y divertido, cuando John Connor adulto y cicatrizado, él de la introducción, se encuentra con su mama muy joven y su papa, que todavía no sabe que ve a ser su papa. Momento irónico más que tierno. Y todo cambia cuando este John Connor se revela como la malvada encarnación de Skynet, a la que se supone él que es su padre (pero lo considera como su mentor), debe destruir.

Como se puede ver, las situaciones son confusas, los tiempos también (de 1994, todos viajan a 2017….). Más vale seguir los eventos paso a paso.

Hay buenas escenas de acción, buenas persecuciones, los efectos alrededor del John Connor malo son interesantes, con polvos minerales. Y la escena de combate entre él y su padre que no lo es todavía, está muy bien orquestada. Una escena espectacular es la de la persecución sobre el puente del Golden Gate, construcción espectacular por si sola: todo pasa en un bus escolar, lindo y amarillo, hecho añicos por las diferentes armas de los contrincantes. La acción se sitúa adentro, afuera, arriba, alrededor…., en un ritmo para perder el aliento. Es seguramente una de las mejores escenas de acción en la cinta.

Todo acaba bien, Sarah escoge su futuro, y su futuro es Kyle. ¡Qué bueno! John Connor podrá  nacer. Pero entonces, ¿podrá cambiarse a malo? Todo suena a volver al principio, y volver a repetir. 

Lo interesante esta tal vez fuera de la historia: la selección de  Emilia Clarke  para hacer de Sarah es significativa. Si bien tiene un pequeño, muy pequeño parecido con Linda Hamilton, tiene más parecido con la nueva generación de heroínas: Katniss (Jennifer Lawrence) de Hunger Games (2012), Beatrice (Shailene Woodley) de Divergent (2014), chicas tiernas, de mejillas redondas, de cachetes un poco infantiles,muy lejos de las líneas rectas, finas, de los músculos firmes y fríos de Charlize Theron en Mad Max. Lo que finalmente es una traición a la Sarah Connor de Linda Hamilton   que en Terminator I, pasaba su tiempo en prisión a entrenándose. 

Otro aspecto interesante es la evolución de Terminator T- 800: ha evolucionado a lo largo de las primeras películas, volviéndose cada vez más humano, más protector con Sarah. Ahora, parece que sus años con ella, tiempo del espectador (la película Cameron fue en 1984) y tiempo del actor principal (Schwarzenegger tiene ahora 67 años y, en la vida real, se le nota), más no tiempo en la narrativa, le han dado una presencia y un cierto poder sobre ella. Y se ganó el derecho de portarse como un padre: protege, claro. Pero también regaña, educa, y sobre todo esta celoso. La llegada del nuevo hombre en la vida de su pequeña no lo deja completamente satisfecho. 

Los viajes en el tiempo, las realidades quánticas, las posibilidades de cambiar el futuro, se ven aplicadas en la realidad “real” del espectador. A final de cuentas, una cinta no es otra cosa que una alteración de las circunstancias vividas por el espectador. Durante el tiempo de la cinta, este al igual que los actores,  se cree en otra época y otro lugar. Lo divertido de Terminator : Genysis es que ha sabido integrar los cambios de la realidad de espectadores y actores a los cambios de personajes y ficción. 

En resumen, una historia poco original, casi aburrida en momentos. Pero una interesante evolución de los personajes, sobre todo del viejo Terminator. 

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