Empieza terriblemente mal, pero mejora pronto y se vuelve bastante emocional y hasta entretenida. Jeff Who Lives at Home escapa rápidamente a las expectativas establecidas por la presencia de Jason Segel y Ed Helms y se vuelve un buen esfuerzo por contar una historia de verdad.
La ficha IMDB
Jeff (Jason Segel) tiene 30 años, vive en casa de su madre y es un bueno para nada. Desde la muerte de su padre, busca, donde sea, el sentido, cualquier sentido, de las cosas. Su hermano Pat (Ed Helms) es un patán cuyo matrimonio con Linda (Judy Greer) se está desplomando. La madre de ambos, Sharon (Susan Sarandon) descubre que tiene un admirador secreto en su oficina el mismo día que los hermanos descubren que Linda posiblemente este engañando a Pat. En el transcurso de uno día, siguiendo las pequeñas señales del universo, Jeff encontrará su destino.
La idea de que el universo tiene un plan para nosotros es una sin duda atractiva, y ser capaces de interpretar las pequeñas señales sería algo que ciertamente haría la vida más fácil. Jeff Who Lives at Home le da una dimensión más real a esa idea cuando ese comportamiento es la manera que encuentra Jeff para lidiar con la muerte de su padre. El modo de revelarlo es orgánico y logra bien hacer la exposición sin que se sienta como exposición. Es un buen momento que da cuerpo a la historia y representa lo bueno de esta cinta en contraposición a la escena inicial.
La escena inicial de la película es completamente innecesaria por muchas razones y resulta engañosa. Ver a Jason Segel fumando de un bong de marihuana entra perfectamente dentro de lo que uno esperaría del actor en una cinta producida por Judd Apatow y establece un marco que no corresponde al contenido de la cinta. De hecho, la idea de que Jeff se la pase fumando mota todo el día desacredita mucho de la premisa de la historia, su inocente búsqueda por ver en las pequeñas cosas de la vida señales del universo, y lo transforma en el viaje de un marihuano bueno para nada. Completamente innecesario. Afortunadamente, ese ángulo desaparece muy rápido y la historia toma forma alrededor de las personas en la vida de Jeff y de su visión de las cosas.
Los problemas que enfrentan Jeff, Pat y Sharon son por supuesto de lo más comunes. Es una aproximación un poco diferente, un poco simplista, la que permite encontrar soluciones que (al parecer) funcionan. En el caso de Pat es por supuesto la inocencia de Jeff, en el caso de Sharon es la presencia de su compañera de trabajo Carol (Rae Dawn Chong).
Ambas historias concluyen con el gesto simple y sincero. Ambas dejan algo interesante en que pensar. En el caso de Jeff es el ya muy discutido “callarse y escuchar” para empezar y el hablar honestamente, a pesar del riesgo de ser vulnerable, para terminar. Parece que estas verdades habría que seguirlas repitiendo hasta que nos quede claro…quien sabe cuando sea eso. En el caso de Sharon es quitar del camino expectativas innecesarias y aceptar las cosas como son, por lo buenas que son en esencia. Quizá esa sea la idea de toda la cinta en realidad. Remover el accidente y fijarse en la sustancia…en las pequeñeces que importan.
El destino de Jeff parece ser más grande, pero no lo es tanto. Esta también en las pequeñas cosas. En los detalles es donde Jeff encuentra su destino.
Me gusta bastante el trabajo de los hermanos Duplasshacen algo de comedia nada comercial con toques sarcásticos muy reales. Así parece que también será su nueva serie Togetherness
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