Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Saturday, July 28, 2012

Oxygen (Richard Shepard ,1999 ) - 6,5/10


Como lo indica el titulo en español, Veinticuatro horas para morir, 24 horas es el tiempo que una mujer secuestrada puede sobrevivir enterrada en un ataúd en medio del bosque. El esposo debe entregar el dinero del rescate para obtener del secuestrador la información necesaria para llegar a ella. Lo que debería ser una carrera contra reloj se transforma en un juego de manipulación entre el secuestrador obsesionado por Udini y una policía masoquista.

Ficha IMDb

El extraño encanto de Harry (Adrian Brody) funciona a las mil maravillas para alagar a Frances Hannon (Laila Robins) sobre su magnífico perro y obligarla a subirse a un coche, con todo y animal. Desde esta primera escena, Brody demuestra su talento para los cambios de registro y los personajes incómodos.

Segunda escena, sin relación con la primera, una persecución en el metro por Madeline Foster (Maura Tierney , más conocida como enfermera que pasó a doctor en ER). Pero lo extraño surge cuando tan eficiente mujer se entrega a una relación muy alcoholizada, donde claramente, es dominada y cosificada.

Harry, después de enterrar a su víctima en el bosque, le envía al esposo (James Naughton)el video de su mujer suplicando. Escena de entrega del dinero en un viejo cementerio new yorques abandonado, con estelas de piedra muy cercanas las unas de las otras, contrariamente a la imagen clásica de los cementerios gringos. El lugar de encuentro es la tumba de Houdini. Como el secuestrador toma el dinero sin dar información, una persecución en coche se lleva a cabo en las calles de la gran ciudad. Momento inevitable en cualquier película de suspenso. Madeline arresta a Harry y él no acepta contestar al interrogatorio al menos que sea llevado por ella. Y ve las cicatrices de quemaduras de cigarro en los antebrazos de la policía. Ahí empieza la manipulación perversa.

Después de intentos de escape gracias al alambre de sus bracketts, Harry acepta decir donde esta "ella". ¡Pero "ella" resulta ser la perra! Secunda sesión de interrogatorio, Enfrentamiento entre dos mentes enfermas cuyo punto común es el sentimiento de no encajar en la sociedad, en la familia y de no poder llenar su vacio interno. Él lo llena organizando escapes imposibles para igualar a su ídolo, y, de paso, maltratando a algunas personas. Ella al entregarse a alguien que la domina y humilla.

Harry juega con la confesión, la voz suave, la seducción, para que Madeline acepte su inferioridad, su culpabilidad, se haga chiquita como niña. Hasta el momento en que su vida está realmente, físicamente, en peligro inminente. Entonces, ayudada por la secuestrada, ataca y dispara. Y deja a Harry morir lentamente, desangrándose.

El proceso de internamiento, de observación de su propio mal, en el cuarto de interrogatorio, primero bajo la mirada de su esposo, el capitan Tim Foster (Terry Kinney), jefe de la estación de policía, y después en un cuarto totalmente cerrado (Harry exigió que se apague el micrófono y que se cierre la cortina de observación) como un confesional, son para ella como una bajada a los infiernos. La casi muerte y bajada a un ataúd, en un hoyo cavado para ella en el bosque, como en castigo para sus pecados, le dan el impulso salvador para recapacitar y tal vez recomenzar la relación con su esposo. Es lo que el final deja pensar.

Finalmente, cada uno encuentra en cierta forma lo que estaba buscando. Harry realiza un escape sensacional, con todo y policía, desde una sala totalmente cerrada. Del nivel de su maestro. Ella llega a la humillación extraña en esta sesión de terapia extrema. Lo que le permite sobrevivir. Y tal vez curarse.

Esta fue una de las primeras películas de Adrian Brody. Todavía no era muy conocido y había actuado en La delgada linea roja (1998). Muy joven todavía, 26 años, sabía ya usar de su cara angulosa para producir un extraña impresión entre seducción y desconfianza, casi miedo. Y esta muy a la altura .

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