Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Thursday, October 18, 2012

Donnie Brasco ( Mike Newell, 1997) – 8/10





Una película de mafia adaptada de un hecho real. Como un agente del FBI se infiltró en una de las familias de la mafia new yorkina. Al antípoda del glamur delPadrino. Pero con unos actores excelentes. El dúo Depp-Al Pacino funciona de maravilla. Hay suspenso, humor. Y, sin grandes efectos, logra entretener muy bien al espectador.

Ficha mafiosa IMDb

La operación real del agente V Joe Pistone, infiltrado en la mafia de Nueva York duró seis años a partir de 1978 y acabó en 200 juicios, con 100 sentencias. Y la Mafia ofreció 500 000 dólares a quien lo entregaría.

Sin efectos espectaculares de las persecuciones inevitables en cualquier película de acción, sin peleas o personajes impresionantes tipo Padrino, la película descansa fundamentalmente sobre el personaje de Lefty (Al Pacino ) y la imagen de la mafia que da este personaje.

Este Lefty es en realidad un don nadie en la gran asociación. Vive en un departamento más que modesto, ve programas televisivos sobre animales salvajes. Pero tiene un gran sentido de su papel, de su lugar, sus derechos y obligaciones.

El sentido de la jerarquía está presente en cada uno de sus actos: la cadena de mando y la obligación de obedecer, aunque uno no esté de acuerdo. Quien es el hombre de quien, y la responsabilidad del superior por todo lo que hace el hombre que trabaja para él.

Hay todo un ritual, como en un culto: palabras, frases y hasta gestos que tienen un significado preciso y que hay que aprender a descifrar. Nombres tabús de los traidores a quien ya no se puede mencionar. Lefty le enseña todo eso a Joe Pistone, camuflado como Donnie Brasco (Johnny Depp). Lo introduce a la familia y le da las reglas del juego. También le enseña cómo vestirse y como portarse. Es como un padre para él, padre exigente y que no tolera humor o familiaridades.

La gran familia es mostrada bajo su cara la más modesta, cotidiana y hasta ridícula. Es patético ver a los pequeños jefes buscar de donde sacar el dinero para entregarle al nivel superior la cuota mensual o semanal: maquinas de rocolas, asaltos a camiones de entregas. Vaciar parquímetros a martillazos. Contar los billetes del día sobre una mesa de restaurante.

En contrapunto se muestra la vida personal del agente del FBI, su cara escondida. El conflicto conyugal con Maggie, la esposa abandonada (Anne Heche), las llegadas a casa sin avisar y sin quedarse, la primera comunión de la hija, perdida por estar en una operación delicada y que se alarga en Miami. La importancia de la religión en la vida del agente Pistone, el riesgo personal de perderlo todo en su propia vida para que la misión funcione.

El compromiso profesional se vuelve entrega personal a una relación que está muy cerca de la amistad. El acercamiento con Lefty entra en un momento dado en conflicto con las necesidades de la misión, porque hay que avanzar en la confianza de los altos mandos mafiosos. Hay que traicionar al jefe inmediato porque es necesario obedecer a una más alta obligación mafiosa. Eso es la apariencia en el papel en cubierto. Pero también obedece a una necesidad policiaca. Así que Pistone es prisionero de todos sus mandos, y traiciona a todos. Traiciona hasta sus propios valores o instintos: tiene que descuartizar a unos cadáveres. Pero, en medio de todo, nace la voluntad de darle a Lefty la vida que este desea y tal vez merece. Darle la posibilidad de retirarse con su esposa, y viajar sobre el barco de sus sueños es también la posibilidad de sacarlo de la asociación delictiva y salvarlo de la policía.

Y, como pago de todos estos sacrificios, Pistone recibirá, en una ceremonia de lo más discreta y rápida, una medalla y un cínico cheque de …. 500 dólares. Tan patético como las recetas de la mafia de Lefty.

Pobre Lefty, que después de tanta obediencia, tantas humillaciones, al nunca ver reconocido su buen trabajo y su entrega a la causa, es llamado una noche. Y acude, inmediatamente, aunque sabiendo que será probablemente ejecutado por haber dejado entrar a un policía. Simplemente, toma la precaución de dejar dinero, reloj y argolla en casa. Para su esposa. Porque es un hombre bueno. Y Al Pacino logra inspirarnos compasión, nos divierte, nos enoja, porque puede ser tierno, ridículo, antipático, estúpido, autoritario. Porque en un gesto, puede mostrar el cansancio, la esperanza, la decepción, el disgusto, el asco. Y pasamos el tiempo de la cinta colgados de la gran clase de actuación que está dando.

No comments:

Post a Comment