Entre Simon Pegg y Jeff Bridges, el mayor merito de esta bonita película está en la capacidad de entrega de los actores. Aunque no hay mucho mas sucediendo, al menos la cinta es bastante disfrutable aunque completamente predecible.
La ficha IMDB.
Sydney Young (Simon Pegg) es un escritor para su propio tabloide en el Reino Unido, hasta que un día recibe la oportunidad de trabajar en New York, en la más importante de las publicaciones de estilo de vida. Sydney por supuesto aprovecha la oportunidad de trabajar con Clayton Harding (Jeff Bridges) uno de sus ídolos. Gracias a este cambio, Sydney se adentra en el mundo de los ricos y famosos y descubre que el mundo al que siempre quiso pertenecer es exactamente como lo imaginaba, y que quizá su descenso a la alta sociedad no sea lo más deseable. También está el interés romántico encarnado por Alison (Kirsten Olsen).
La historia de esta bonita cinta está adaptada del libro del mismo nombre escrito por Toby Young. El libro narra su estadía en New York como parte del equipo de Vanity Fair, así que uno puede asumir que bastantes de las situaciones en la cinta tienen origen en la realidad, y no es difícil imaginarlo, pues aunque por momentos la cinta quiere hacerlo parecer absurdo en realidad las situaciones parecen bastante creíbles.
Hay momentos bastante divertidos en la cinta, pero todos giran alrededor de Sydney siendo el pez fuera del agua y Clayton siendo el ex rebelde aburrido con su éxito. Nada de lo que sucede es una sorpresa y es muy afortunado que los actores encarnando a ambos personajes sean tan carismáticos, porque de otra manera hubiese sido bastante aburrido.
La historia de amor entre Sydney y Alison también es muy predecible. La dinámica se ve venir desde la primera escena que comparten y sería difícil imaginar a personajes más estereotipados: la chica inteligente pero insegura que se convierte en la amante del ambicioso superior, pero que finalmente encuentra su camino y el amor en brazos del ridículo per autentico chaparrito.
La ficha IMDB.
Sydney Young (Simon Pegg) es un escritor para su propio tabloide en el Reino Unido, hasta que un día recibe la oportunidad de trabajar en New York, en la más importante de las publicaciones de estilo de vida. Sydney por supuesto aprovecha la oportunidad de trabajar con Clayton Harding (Jeff Bridges) uno de sus ídolos. Gracias a este cambio, Sydney se adentra en el mundo de los ricos y famosos y descubre que el mundo al que siempre quiso pertenecer es exactamente como lo imaginaba, y que quizá su descenso a la alta sociedad no sea lo más deseable. También está el interés romántico encarnado por Alison (Kirsten Olsen).
La historia de esta bonita cinta está adaptada del libro del mismo nombre escrito por Toby Young. El libro narra su estadía en New York como parte del equipo de Vanity Fair, así que uno puede asumir que bastantes de las situaciones en la cinta tienen origen en la realidad, y no es difícil imaginarlo, pues aunque por momentos la cinta quiere hacerlo parecer absurdo en realidad las situaciones parecen bastante creíbles.
Hay momentos bastante divertidos en la cinta, pero todos giran alrededor de Sydney siendo el pez fuera del agua y Clayton siendo el ex rebelde aburrido con su éxito. Nada de lo que sucede es una sorpresa y es muy afortunado que los actores encarnando a ambos personajes sean tan carismáticos, porque de otra manera hubiese sido bastante aburrido.
La historia de amor entre Sydney y Alison también es muy predecible. La dinámica se ve venir desde la primera escena que comparten y sería difícil imaginar a personajes más estereotipados: la chica inteligente pero insegura que se convierte en la amante del ambicioso superior, pero que finalmente encuentra su camino y el amor en brazos del ridículo per autentico chaparrito.
Al final esa es la dinámica en toda la película, y ni el cerdo corriendo entre famosos es suficiente para cambiar eso.
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