Minas errantes "o "Balas perdidas" es una agradable comedia italiana sobre una familia "normal" (como reza el título en español), cuyos miembros tienen cada uno un secreto que los hace, poco o mucho, anormales, y que puede, el día más inesperado, explotar.
Ficha IMDB
Tomasso (Riccardo Scamarcio), joven y guapo, regresa a la ciudad de Lecce, en el extremo sur de Italia, después de estudiar administración en Roma. El menor de la familia, hijo prodigo, es recibido a brazos abiertos por una familia afectuosa desde los sirvientas hasta la abuela. La ciudad es hermosa, con sus ruinas romanas, sus palacios e iglesias barrocos, la playa esta cerca, la casa familiar tiene pasillos, escaleras y gruesos muebles viejos, une terraza para las comidas y el café se antoja delicioso en las tasitas. La empresa familiar va bien. Pastas obviamente.
Pero Tomasso está decidido a romper el equilibrio de generaciones al proclamar, en nombre de su libertad, sus tres verdades: no estudió administración sino letras, no quiere dirigir la empresa de pastas, sino escribir. Y, para colmo, es gay. Le anticipa a su hermano mayor Antonio (Alessandro Preziosi) , su intención de revelarlo todo en la cena. Pero, sorpresa … : Antonio lo interrumpe en el principio de su confesión y sale del closet. Asombro, drama, rechazo…. Infracto del patriarca Vincenzo (Ennio Fantastichini) . A Tommaso no le queda otra que aceptar su papel de buen hijo con los deberes que esto conlleva en el mundo de las pastas.
Uno después del otro, serán revelados al espectador, más no a todos los personajes, los secretos, algunos conocidos por todos. La tía Luciana (Elena Sofia Ricci), alcohólica, sueña con las visitas nocturnas de un ladrón. El padre tiene una amante bien instalada. Alba (Nicole Grimaudo), la asistente en la fábrica, no es la mujer decidida y agresiva que parece, el yerno Salvatore (Massimiliano Gallo) es un incapaz en todo, y nadie, tal vez ni siquiera su esposa, lo quiere. En cambio, ella, Stefania (Lunetta Savino), la hermana de Tomasso y Antonio, tiene talentos administrativos escondidos. Y, como hilo conductor desde el inicio de la película, domina el secreto de la abuela,)(Ilaria Occhini)diabetica por cierto, el amor culpable por su cuñado Nicola (Giorgio Marchesi , que la hizo tan feliz, y tan prospera la fábrica de pastas.
La llegada de los cuatro amigos gays de Roma, entre los cuales se encuentra el amante de Tomasso, Marco (Carmine Recano) , da lugar a escenas hilarantes de quiproquos, gestos, torpezas o encuentros caricaturescos. Mientras la aceptación reciproca, y tal vez la juventud, confiere a una tarde en la playa algo de un paréntesis simple y feliz.
Las minas que erran, a punto de explotar son todos estos secretos. Hay secretos que todos conocen y aceptan, jugando con la elasticidad de sus principios morales. Y hay secretos más profundos, más sensibles, los que duelen. Estos, solo pueden, o quieren, intuirlos los que también sufren por los suyos, y saben querer sin depender de los roles sociales. Como Ana, Como la abuela.
Amarse a si mismo bastante para expulsar su secreto a la cara de los demás lleva a la paz. La decisión de Tomasso libera a la abuela. Y el maravilloso suicidio de ella, vestida, maquillada, para un último encuentro con el azúcar, con cantidades de hermosos pasteles, abre la posibilidad de una reconciliación entre padre e hijo mayor, solucionando el problema material de la administración de las pastas, y liberando así a Tomaso de cualquier obligación. También permite volver a la escena del principio : la boda de la abuela joven , el baile en el cual se mezclan todas las generaciones , en una comunión de secretos y afectos digna del realismo mágico.
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