Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Saturday, October 13, 2012

Prometheus (Ridley Scott, 2012) – 6/10

Muchos, muchos años después del final de la serie Alien, llega una precuela que si bien tiene una narración un poco confusa, hace un gran trabajo en traer de vuelta el espíritu, y la tensión, del material original.

La ficha IMDB



Después de años de investigación, una pareja de científicos ha encontrado lo que parece ser la prueba concluyente de que el origen de la humanidad se encuentra en el espacio. Patrocinados por la corporación Welland, los investigadores parten hacia el planeta al que sus pistas apuntan, pero lo que encuentran ahí parece indicar que los creadores de la humanidad tenían ahora la intención de terminar con ella.

Por supuesto las comparaciones con la cinta original tienen que suceder, más aun cuando se trata del regreso de Ridley Scott a la saga. Hay que decir que al final de cuentas, Prometheus sale bien librada de la comparación. Aunque no es una película que revolucione su género, ni de lejos, al menos en un pedazo de ciencia ficción que se sostienen bien.

La trama tiene algunos huecos, sobre todo cuando se trata de hacer la conexión con la serie original. La naturaleza del arma biológica no está del todo clara y es con mucho esfuerzo, imaginación y ayuda de terceros que quien escribe la presente más o menos llego a una conclusión sobre cómo funciona. La nave que aparece en la primer cinta aparece de nuevo (o más bien por primera vez), pero quien a todas luces fue la victima del alien en dicha nave ya no está donde debería. Eso es menor, pero lo suficientemente confuso como para generar ruido.

Lo que le funciona muy bien a Prometheus es el manejo del ritmo y del suspenso, mucho como en la primera. Hay varios momentos que sacan de onda, pero definitivamente la carrera de Elizabeth Shaw (Noomi Rapace) por sacarse lo que se que trae en la panza y la sangrienta conclusión se llevan la cinta.

Los personajes también tiene su merito, en particular David (Michael Fassbender), el androide que ejemplifica la temática de la cinta. La actuación de Fassbender es excelente y nos deja con los pelos de punta. Su conflicto en términos de su relación con su creador funciona como un ancla para representar el conflicto individual de varios personajes con sus padres y de la comunidad con estos seres alienígenos que crearon a la humanidad. Un conflicto que no tiene solución para cuando llega el final de la cinta, lo cual tiene sentido.

La dirección de arte es realmente extraordinaria. Tenía mucho tiempo, quizá desde The Matrix (los hermanos Wachoski, 1997) que no había una cinta de ciencia ficción con esta presencia física. De un tiempo para acá, los únicos futuros que Hollywood podía imaginar estaba diseñados por Steve Jobs y su equipo: formas curvas, superficies planas y luminosas. Quizá por cuestión estética o quizá por cuestión económica, pues son objetos fáciles de ejecutar y de disimular con CGI. En Prometheus las naves espaciales tienen volumen, los objetos ocupan espacio y tienen textura. Los diferentes componentes que se muestran tienen sentido funcional y podrían ser el futuro.

En este departamento hay que hablar de las bestias, porque en esta ocasión no hay una sino varias. Como las características del enemigo no son del todo claras, se necesita un poco de imaginación o de inocencia para entender y/o aceptar lo que está pasando. Una vez sobre pasado ese detalle, el humano zombi se ve a todo dar y de verdad da miedo. La creatura que sale de las entrañas de Elizabeth sigue un poco la lógica mas común en la ciencia ficción: menos textura y mas superficies planas, pero definitivamente esta horrible. El monstruo final, esa especie de facehugger gigante, está feo como el solo y retoma un poco la temática sexual del diseño original, pero es mucho menos interesante. El que confunde todo es el “alien” que resulta de la combinación de ese facehugger con los humanoides-creadores. Es lo suficientemente parecido al Alien original como para pensar que es la misma especie, pero lo bastante diferente como para que trazar la línea al original sea complicado. ¿Es un rediseño de la misma bestia? ¿Es otro animal? Pareciera más bien lo segundo, pero entonces, ¿cómo se llega de eso al alien que conocemos y queremos?

Al final es cierto que hay confusión y (definitivamente) miedo al ver Prometheus, pero es el tipo de cinta que expande una mitología de tal manera que uno no quiere que se acabe. La sensación después de ver Prometheus es de “quiero ver más” y al final, ese es el mejor cumplido que se le puede hacer a una obra narrativa.

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