Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Sunday, August 29, 2010

The Hitchhicker’s Guide to the Galaxy (Garth Jennings, 2005) – 4.5/10

Parece ser que el libro es un libro de culto. Por alguna extraña razón tenía yo altas expectativas alrededor de esta película, y si bien resultó ser divertida no resulto ser tan absurda como yo hubiese esperado. Creo que la secuencia de créditos iníciales terminó quedándole grande.

La ficha IMDB


Arthur Dent (Martin Freeman) es un tipo cualquiera que en una fiesta conoce a la chica de sus sueños (y de los de muchos de nosotros) Trillian (Zooey Deschanel); pero al decir la frase equivocada ella prefiere irse con quien resulta ser el presidente de la galaxia – Zaphod Beeblebrox (Sam Rockwell). A la mañana siguiente Arthur despierta para descubrir que su hogar será destruido para construir una autopista. Curiosamente lo mismo le va a pasar a la tierra. Su amigo Ford (Mos Def), quien resulta ser un alienígena, lo saca de la tierra a tiempo y después de re-encontrarse con Trillan, en contra de todas las probabilidades, se ve envuelto en una aventura intergaláctica con el fin de responder a LA pregunta.

La idea es interesante y hay algunos detalles curiosos o francamente divertidos. Marvin (Alan Rickman) el robot maniaco depresivo tiene muy buenas puntadas sobre todo en contra posición con la nave en si misma que es de lo más feliz…incluso cuando no debería. La “tecnología” detrás de la nave, el vuelo por improbabilidad, es divertida y da lugar a esa simpatiquísima escena donde todos son de estambre. Los Vulgans como analogía a la burocracia y el presidente que para serlo necesita tener solo medio cerebro son burlas tal vez demasiado evidentes, pero aun así dan risa. Lo mismo que la religión del “gran estornudo”.

El viaje personal de Arthur es más bien predecible, como lo es la respuesta a LA gran pregunta. No me refiero a “42”, aunque eso si me dio risa, sino a que no hay gran pregunta, no hay gran respuesta; lo único que hay es la vida. Más interesante que el momento de revelación de Arthur es la muerte de la gran ballena que mientras cae hace un recorrido por la filosofía de la humanidad. Comienza por nombrarse a sí misma y su entorno, para después llena de ilusión, cuestionar la razón de su existencia y el posible objetivo de su situación actual. Pero nosotros sabemos que solo fue accidente; y mientras la ballena se hace todas estas preguntas, lo único que pasa es que esta cada vez más cerca del suelo. Hasta que cae y ahí se termina todo. La maceta de petunias, por otro lado, solo puede pensar “no otra vez”; porque si, lo que nos pasa a nosotros ya le ha pasado antes a todo el mundo, y le pasara de nuevo a todo el mundo después de nosotros.

La gran pregunta para Arthur es “¿Es ella la indicada?”. La respuesta es sin duda importante; pero la pregunta que realmente importa es la que le sigue “¿Qué vamos a hacer?”. La guía del viajero intergaláctico es una pequeña guía para la vida. Y aunque las pequeñas analogías funcionan (a veces, otra vez, demasiado evidentes) me hubiese gustado, como en la vida, reírme más.

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