Biografía de Harvey Milk, primer hombre político abiertamente homosexual. El destino trágico pero la vida radiante de un ser que decidió darle la espalda al miedo y trató de convencer a miles de hacer lo mismo. Con la extraordinaria presencia de Sean Penn.
Ficha IMDb
En los años setentas, los gays eran víctimas del mismo ostracismo que la gente de color unas décadas antes. Como lo muestra muy bien la "primera" época de Milk, su vida en New York en una empresa de seguros, escondiendo sus preferencias sexuales por miedo a perder su trabajo. El día de sus 40 años es día de toma de conciencia: "Tengo 40 años, y todavía no ha hecho nada de que sentirme orgulloso." De la palabra pasa inmediatamente a la acción. Cambia su vida: se va a vivir a San Francisco, llevando abiertamente vida de pareja con Scott Smith (James Franco), el joven que sedujo en el metro. Toma su independencia profesional al adquirir una tienda de fotografía en la avenida Castro.
A partir de ahí, el legendario barrio se vuelve punto central de la historia, con el teatro y su gran anuncio vertical.
La película sigue cronológicamente la vida que Milk va contando a una grabadora, en previsión de una eventual muerte violenta. Lo que ocurrirá en 1979, menos de un año después de su elección como supervisor de la ciudad, a mano de Dan White (Josh Erolin).
Asistimos a la instalación en Castro, a la evolución de la tienda "Castro Camera" como lugar de reunión de la comunidad gay, y al progresivo asenso en la acción política, pasando por el sindicato de los camioneros, la revista, las marchas, las elecciones. Pero siempre poniendo muy abiertamente la reivindicación principal: igualdad para los gays.
Con tenacidad y firmeza al mismo tiempo que humanidad y atención a los demás.
Gus van Sant, se nota, le tiene a su personaje una admiración enorme. Le va construyendo una hagiografía. Utiliza los documentos de época, películas y periódicos, que enfatizan el clima de la época: arrestos, maltratos, odio, desprecio. Pone en claro ese ambiente social desde los créditos de principio: redadas en bares gays, personas arrastradas a los furgones y tratando de cubrirse la cara para que se les identifique como lo que se consideraba como pervertidos, pecadores, ofensores a la familia, a las leyes de Dios.
Tomas documentales muestran a Anita Bryant, y al senador John Briggs cuando salen a pelear por una iniciativa ( la proposición 6) que impediría a los gays ser maestros , esos "pedófilos, perversos que enganchan a los niños". Los dos personajes son también interpretados por actores ( Denis O'Hare ) en su interacciones con Milk.
La característica de la lucha de Milk está en su personalización. "Me llamo Harvey Milk y vengo a reclutarlos." Y en la necesidad de compromiso que exige de sus aliados: exhorta a gays y lesbianas a salir del closet, a hablar con sus familias y amigos. La apuesta es fuerte: cada uno sabe que se arriesga a ser rechazado, excluido de su círculo familiar, profesional o social. Pero la apuesta es finalmente sobre el fuerza del amor parental o fraternal, de la amistad, de la estima. Piensa que la cercanía con las personas será más fuerte que las ideas generales. Al saber quien de sus amigos y familiares se verá atacado por las leyes anti gay, cada uno votará en contra.
La otra característica es que quiere trabajar dentro de la ley, con ella. Cuando se necesita hacer una marcha en contra de Anita Bryant, le pide a Cleve Jones (Emile Hirsch) dirigir el "disturbio" hasta el palacio municipal para él poder mediar entre multitud y policía.
Y se basa sobre la ideología americana de los fundadores: retoma la frase de Lady Liberty: "¡Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobresVuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad"
La escena del doble asesinato de Milk y Moscone (Victor Garber), alcalde de San Francisco es el punto culminante de una creciente frustración en Dan White , quien no logra imponer sus iniciativas frente a un Milk cada vez más "en su lugar" en su puesto de verificador, seguro de su poder política, que sabe negociar los votos. Cada vez más feliz en su oficina, con su equipo de trabajo, pirueteando en la escalera monumental. White es mostrado caminando en las oficinas, en una mañana como las otras, un poco mas alegre tal vez para Milk, quien, la noche antes, fue por primera vez a ver una opera en vivo, Tosca. La obra que siempre escuchaba en discos. Una vida nueva se está abriendo para él, una vida llena de posibilidades.
Y cae, en cámara lenta, frente a la ventana por la cual se ve el edificio de la opera con los anuncios de Tosca. Milk muere como Tosca, ella se suicida, él es sacrificado. Los dos tienen un ideal. Ideal que vice en la procesión final con velas en silencio.
La recreación de los años 70 se mantiene a lo largo de la película: vestuario, decorados, fotografía en colores ligeramente pasados, de viejas fotos por las cuales el tiempo ha pasado, con un grano grueso. También se usa una gran cantidad de documentos de época, en particular el anuncio de la muerte de Moscone y Milk por Dianne Feinstein, quien se vuelve en ese momento alcalde de la ciudad.
Todas las actuaciones están perfectas, sin nunca opacar la fuerza del personaje central. Menos Diego Luna, totalmente sobreactuado en el papel de Jack Lira como el gay ridículamente femenino dependiente, absorbente, hasta desequilibrado. Y sobre todo manipulador.
En cuanto a Sean Penn, sabe pasar de un registro a otro, sabe mostrar la feminidad, la gracia de Milk, al mismo tiempo que su firmeza. Su coraje. Sin nunca caer en la sobreactuación lo que es siempre muy difícil con un papel de homosexual.
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