Más que nada, el atractivo de Limitless está en ser una historia completamente aspiracional. El personaje de Eddie Morra es lo que todos quisiéramos ser. Si bien la narrativa no es particularmente interesante en sí misma, ver a este súper hombre en acción es emocionante, por lo mismo de que nos gustaría pensar eso podríamos ser.
La ficha IMDB.
Eddie Morra (Bradley Cooper) es un escritor con talento pero sin ninguna disciplina. Cuando su guapa novia Lindy (Abbie Cornish) lo deja, queda claro que el muchacho ha tocado fondo. Por azares del destino Eddie se encuentra con un viejo conocido quien le pasa una nueva droga que permite acceder a todo el potencial de su mente. Eddie no solo termina su libro de manera genial, pero se convierte en un genio financiero y, por supuesto, atrae la atención de mucha gente. Para bien y para mal. Eddie deberá intentar salvar su vida de los malosos tras de el así como de los efectos secundarios de esta nueva droga mientras busca dejar huella en el mundo.
La idea de tener todas las respuestas, de saber cómo reaccionar en cada momento, de verlo todo con claridad es una idea increíblemente seductora. Ser como ese personaje de la televisión, el famoso Dr. Gregory House, o más aun como el original Sherlock Holmes (más aun con la insolencia de las recientes versiones fílmicas de Guy Ritchie [2009]) es una ilusión que todos, o al menos una enorme mayoría de nosotros, tiene. Holmes y House tienen esos talentos por nacimiento (y por supuesto entrenamiento posterior), pero no todos nacimos con esos talentos. Eddie Morra solamente tiene que tomarse una pastillita y ya está. No suena nada mal.
Verlo resolver problemas, humillar a gente y seducir a chicas con su fascinante agilidad mental es lo atractivo de Limitless. Si, el thriller tiene sus momentos de emoción, y de vez en cuando nos preguntamos cómo diablos va a salir del problema del momento, pero no hay nada realmente original en esa estructura. Las reacciones y planes de Eddie son lo divertido.
Por supuesto hay preguntas acerca de lo realmente genial que es este muchacho. Después de todo, sus acciones no son demasiado discretas y consiguen meterlo en bastantes problemas. Uno pensaría que alguien con la capacidad de recordar y organizar todo lo que jamás ha visto y vera se esperaría a tener que enfrentarse con malosos de todas calañas al pedir préstamos como los que pide y generar ganancias como las que genera. Pero quizá no hay pastillitas para el sentido común.
El final es interesante, pues en los viejos tiempos uno se hubiese esperado que el comportamiento consecuencia del consumo de drogas no fuere premiado. Por supuesto el final tiene que ser feliz y el personaje principal no puede ser demasiado severamente castigado. Pero no glorificar el comportamiento al otro lado de la legalidad. Interesantemente en Limitless, Eddie termina siendo candidato a un puesto del gobierno, con habilidades mas allá de lo imaginables y sin ninguna dependencia. Ah y también recupera a su chica. Paree que el abuso de substancias es después de todo una buena opción.
La ficha IMDB.
Eddie Morra (Bradley Cooper) es un escritor con talento pero sin ninguna disciplina. Cuando su guapa novia Lindy (Abbie Cornish) lo deja, queda claro que el muchacho ha tocado fondo. Por azares del destino Eddie se encuentra con un viejo conocido quien le pasa una nueva droga que permite acceder a todo el potencial de su mente. Eddie no solo termina su libro de manera genial, pero se convierte en un genio financiero y, por supuesto, atrae la atención de mucha gente. Para bien y para mal. Eddie deberá intentar salvar su vida de los malosos tras de el así como de los efectos secundarios de esta nueva droga mientras busca dejar huella en el mundo.
La idea de tener todas las respuestas, de saber cómo reaccionar en cada momento, de verlo todo con claridad es una idea increíblemente seductora. Ser como ese personaje de la televisión, el famoso Dr. Gregory House, o más aun como el original Sherlock Holmes (más aun con la insolencia de las recientes versiones fílmicas de Guy Ritchie [2009]) es una ilusión que todos, o al menos una enorme mayoría de nosotros, tiene. Holmes y House tienen esos talentos por nacimiento (y por supuesto entrenamiento posterior), pero no todos nacimos con esos talentos. Eddie Morra solamente tiene que tomarse una pastillita y ya está. No suena nada mal.
Verlo resolver problemas, humillar a gente y seducir a chicas con su fascinante agilidad mental es lo atractivo de Limitless. Si, el thriller tiene sus momentos de emoción, y de vez en cuando nos preguntamos cómo diablos va a salir del problema del momento, pero no hay nada realmente original en esa estructura. Las reacciones y planes de Eddie son lo divertido.
Por supuesto hay preguntas acerca de lo realmente genial que es este muchacho. Después de todo, sus acciones no son demasiado discretas y consiguen meterlo en bastantes problemas. Uno pensaría que alguien con la capacidad de recordar y organizar todo lo que jamás ha visto y vera se esperaría a tener que enfrentarse con malosos de todas calañas al pedir préstamos como los que pide y generar ganancias como las que genera. Pero quizá no hay pastillitas para el sentido común.
El final es interesante, pues en los viejos tiempos uno se hubiese esperado que el comportamiento consecuencia del consumo de drogas no fuere premiado. Por supuesto el final tiene que ser feliz y el personaje principal no puede ser demasiado severamente castigado. Pero no glorificar el comportamiento al otro lado de la legalidad. Interesantemente en Limitless, Eddie termina siendo candidato a un puesto del gobierno, con habilidades mas allá de lo imaginables y sin ninguna dependencia. Ah y también recupera a su chica. Paree que el abuso de substancias es después de todo una buena opción.
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