Une historia tipo Hitchcock, entre psicología, suspenso, policíaca. Y con tendencia a lo erótico. Muy poco interesante. Muy de su época, principio delos noventas, con su vestimenta, decoración de los interiores. Se siente que se quiere aprovechar la moda del momento.
Ficha IMDb
Bill Capa (Bruce Willis), famoso psiquiatra de New York, cae en depresión cuando una de sus pacientes se avienta por la ventana de su consultorio elegante. Al ver la enorme manche de sangre sobe la banqueta, 20 pisos más abajo, queda daltónico: ya no puede distinguir el rojo de los demás colores. Se siente culpable, incapaz, y decide irse a descansar un poco en Los Ángeles en casa de su amigo Bob Moore (Scott Bakula), igualmente psiquiatra en boga.
Este tiene un grupo en terapia cada noche de lunes e invita a Bill a asistir y participar en las sesiones. Cada uno de los asistentes está ahí por motivos personales u obligado por su familia o la justicia. Ofrecen un extraño abanico de comportamientos u obsesiones.
Sin embargo, el mismo Bob tampoco está muy claro. Sí es evidente que esta ganado mucho dinero, al ver su coche convertible, su preciosa casa y su sistema de seguridad. Además deja adivinar a Bill que tiene una novia muy joven. Pero confía a su amigo que ha recibido amenazas desde hace dos meses, de alguien del grupo.
Unos días después Bob es encontrado muerto, apuñalado en su consultorio. La investigación empieza, a cargo del inspector Martínez (Ruben Blades), mal vestido, desganado, y sobre todo poco impresionado por los signos exteriores de riqueza de la víctima.
Pero ahí empieza lo extraño: Bill se queda en casa de Bob, usa su coche y, a demanda de los pacientes, sigue con la sesión semanal de terapia grupal. Conoce, en un accidente de coche, visiblemente no tan accidental, a una seductora joven, Rose (Jane March) quien va a aparecer y desaparecer misteriosamente du su vida, de su casa. La de Bob, claro. Una relación tórrida empieza, con largas escenas detalladas de los encuentros sexuales que tienen lugar en todas partes. Bill se pone sentimental. Recita versos cuando la ve llegar, habla de ella, en su presencia, en tercera persona ¿Se estará volviendo loco?
A eso se agregan las situaciones personales de cada uno de los pacientes: a Dale (Andrew Lowery), menor de edad, su hermano mayor quiere adoptarlo y pide el apoyo del terapeuta para los trámites administrativos. Sondra (Lesley Ann Warren) la ninfómana, empieza una relación lesbiana con una cierta Bonnie; Casey (Kevin J. O’Connor) el pintor, afecto a las relaciones sadomasoquistas, es encontrado asesinado en su loft….
Finalmente será Clark (Brad Dourify), el obsesivo compulsivo, quien encontrará la respuesta a todos los enigmas al darse cuenta que hay un libro de más en los estantes del consultorio. En el libro suplementario esta la fotografía del responsable del asesinato, a quien obviamente todos reconocen….
La cinta funciona sobre una aparente trama policíaca: ¿quién mató al doctor y porque? Jugando a desviar la atención de un paciente a otro. Pero todo esto es pretexto para enseñar escenas de sexo, con Bruce Willis luciendo sus músculos, y sobre todo sus pompas más blancas que el resto de su cuerpo, lo que sinceramente le quita bastante sex-appeal. Y, sobre todo, fue la oportunidad de aprovechar la fama de Jane March, muy joven actriz, revelada por L’Amant (1992), cinta de Jean-Jacques Annaud, adaptación de la novela autobiográfica de Marguerite Duras. Las escenas de amor entre la joven adolescente (que en realidad fue doblada) y el “amante de la China del norte” habían hecho escándalo al mismo tiempo que producido jugosas ganancias. Había que aprovechar la oportunidad. Hicieron bien porque Jane March desapareció del panorama. Nunca más se supo de ella en papeles protagónicos.
No comments:
Post a Comment