Coproducción franco-mexicana bastante estúpida, pero que, según dicen, fue muy bien recibida cuando salió. Del director de Les fugitifs, Tais-toi, Le placard y Le dîner de cons entre muchas del mismo estilo. Basada sobre el dueto Gérard Depardieu - Pierre Richard, donde el más talentoso no es el que tuvo más éxito después.
Ficha IMDb
Marie Bens (Corynne Charbit), hija de un rico empresario, desaparece durante sus vacaciones en México. En realidad, fue suficientemente poco suertuda para caer por la ventana de su cuarto de hotel, y atontada por el golpe, recogida – secuestrada por un gánster famoso.
El director de seguridad del padre, después del fracaso del detective Campana (Gérard Depardieu, entonces delgado),decide mandar al más desafortunado de sus empleados, pensando que es el más indicado para encontrar a la más desafortunada de las jóvenes. Este es François Perrin (Pierre Richard)
La cinta avanza sobre dos temas: la rivalidad y diferencias entre él que se cree superior, Campana y el destinado a ser el tonto de la historia, pero que siempre encuentra la solución. El segundo eje es él de las aventuras en México: aeropuerto, hotel de lujo en Acapulco, policía, delincuentes, selva tropical. Hasta dar finalmente, muy en el fondo de la selva, en una pequeña clínica, con la princesa pérdida, que vuelve a la vida más no a la conciencia total, el mismo día que Perrin sale del coma provocado por un accidente de jeep. El despistado-desafortunado encontró a su despistada-desafortunada. Y el orgulloso-superior Campana se queda solo.
Aparte de las llamadas aventuras de los dos compadres, bastante aburridas, resulta absurdo que todo mundo en México hable tan bien francés, desde empleados de hoteles, prostitutas, policías, como el comisario Custao (Pedro Armendáriz Jr.) y sus subordinados.
Es cierto que la cinta en ningún momento pretende ser realista, como lo prueban el gorila en la selva mexicana, o las arenas movedizas en el desierto. Y no olvidemos la música de inspiración…. andina.
Gérard Depardieu se toma muy en serio, como lo requiere su papel. Pero Pierre Richard tiene la interpretación y las entonaciones perfectas para hacer creíble su personalidad de tonto que, en el fondo, es mucho más inteligente que su compañero, lo sabe y no se priva del placer de hacerlo notar. Se cuenta que Depardieu se portó particularmente insoportable durante el rodaje (alcoholismo, berrinches…) ya que quería el papel de Perrin, lo que el director le negó. Sabía decisión visto que Pierre Richard es mucho más interesante y divertido.
Pero, aun con él, es preferible evitar de perder el tiempo con esta cinta. Mejor ir a Acapulco.
Tal vez el remake gringo Pure Luck (Nadia Tass – 1991) sea un poco mejor.
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