Comedia ligera con Fred Astaire y Ginger Rogers, que no tiene el encanto habitual. Los momentos de danza son pocos y no tienen nada remarcable.
Ficha IMDb
Con un guión de comedia de enredos, con matrimonios secretos, falsos, verdaderos o tramposos, con rumores y quiproquos, pero sin nada verdaderamente divertido, esta película se desarrolla en una compañía de danza clásica, donde lo único clásico son las bailarinas sobre las puntas. Petrov (Fred Astaire), falso ruso, bailarín clásico atraído por la danza de jazz y por una bailarina famosa, Linda Keene (Ginger Rogers), que no tiene ganas de conocerlo, hace todo para seguirla de vuelta a Estados Unidos. Todo mundo se encuentra sobre el barco, lo que da pretexto para algunas escenas de observación divertidas: el paseo de los perros sobre cubierta, cada uno parecido a su dueño.
Por lo que se refiere a bailes, la película resulta bastante pobre con solamente algunos momentos, como la secuencia de baile en patines en Central Park, sin grandes demostraciones de destreza, talento o complicidad entre los dos grandes. Y es una lástima ya que es el único largo metraje de la pareja prodigiosa con música de Ira y George Gershwin.
Quedan los efectos muy de la época en los decorados amplios y altos, en el estilo de los muebles, en la vestimenta.
Pero finalmente, uno acaba un poco decepcionado.
Ficha IMDb
Con un guión de comedia de enredos, con matrimonios secretos, falsos, verdaderos o tramposos, con rumores y quiproquos, pero sin nada verdaderamente divertido, esta película se desarrolla en una compañía de danza clásica, donde lo único clásico son las bailarinas sobre las puntas. Petrov (Fred Astaire), falso ruso, bailarín clásico atraído por la danza de jazz y por una bailarina famosa, Linda Keene (Ginger Rogers), que no tiene ganas de conocerlo, hace todo para seguirla de vuelta a Estados Unidos. Todo mundo se encuentra sobre el barco, lo que da pretexto para algunas escenas de observación divertidas: el paseo de los perros sobre cubierta, cada uno parecido a su dueño.
Por lo que se refiere a bailes, la película resulta bastante pobre con solamente algunos momentos, como la secuencia de baile en patines en Central Park, sin grandes demostraciones de destreza, talento o complicidad entre los dos grandes. Y es una lástima ya que es el único largo metraje de la pareja prodigiosa con música de Ira y George Gershwin.
Quedan los efectos muy de la época en los decorados amplios y altos, en el estilo de los muebles, en la vestimenta.
Pero finalmente, uno acaba un poco decepcionado.
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