Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Sunday, September 25, 2011

Inside (DJ Caruso, 2011) – 5/10

Un comercial de una hora que se extendió a través de varios días, Inside es un “filme social” patrocinado por dos grandes marcas de tecnología. Aunque como película no tiene mucho de original (es decir, está al nivel de un thriller gringo cualquiera); la manera de presentarlo y los fenómenos que presenta, intencionalmente o no, son interesantes.


No hay ficha IMDB, pero que tal la mismísima cinta aquí

Christina Perasso (Emmy Rossum) es una muchachita como cualquier otra, pero es secuestrada y puesta en una habitación sin ninguna señal del mundo exterior. Excepto por su laptop de una marca específica, impulsada por un microprocesador de otra marca específica. Gracias a una conexión intermitente al internet, Christina usa las redes sociales para enlistar la ayuda de harta gente para resolver el misterio de su secuestro y, con suerte, salvarle la vida.

¿Por qué demonios el secuestrador dejaría la laptop y el internet? No importa, le cine gringo nos ha acostumbrado a tanto demente tan particular que uno asume que estas cosas deben ser así. Simplemente no importa. Como no importan algunos otros de los agujeros en la historia, que francamente no están muy alejados de los agujeros que uno pagaría por ver en pantalla grande. Lo interesante de Inside no es la historia, sino como está contada.

Dividida en capítulos que Christina grababa en su laptop y publicaba en Facebook, la cinta se presento a los internautas como una realidad, con la esperanza de que la emoción fuera tal, que miles y miles de jovencitos estuviesen al pendiente de los eventos y se quedara grabada en su mente la marca de la laptop y del microprocesador que la impulsa. Así, la gente debía pensar que Christina era una persona real, realmente secuestrada por un individuo que realmente la dejo en la habitación con la laptop y una conexión a internet.

Por momentos la narrativa era más interactiva, no solo pidiendo ayuda en general u ofreciendo pistas, sino que llego al nivel un tanto descarado de pedir “Me Gusta” para uno de los videos; conseguir cierto número de clics a la manita en Facebook era la única manera de garantizar que el maloso le diera de comer a su víctima.

Como concepto publicitario no está nada mal. Recuerda definitivamente a la campaña de Marvel Comics para Secret Invasion usando MySpace. Es básicamente el mismo concepto. Que no está mal. Sería interesante ver cuáles fueron los resultados; es posible suponer que no muy buenos, vista la falta de comunicados de prensa revelando los números finales de la campaña.

Uno podría suponer que no fue un rotundo éxito porque la gente vio a través de la mentira y entendió rápidamente que era pura ficción. Ojala sea el caso. Algunos de los comentarios en las redes sociales dejan en claro que hay gente que pensaba que todo era real. Y eso dice algo bien horrible acerca de la sociedad en que vivimos, al menos los amigos del norte.

Hay personas haya afuera que creen que es posible que alguien secuestre a una muchachita y la deje por una semana comunicarse con el mundo exterior, y que se burle de ella y la policía no pueda hacer nada y que él o ella, el inocente en cuestión, es la única salvación para esta muchachita. Hay alguien que piensa que la ficción que ve todas las semanas en CSI o Law and Order no es ficción.

Si hay alguien que cree que es posible, quiere decir que es posible; quiere decir que la línea entre la ficción y la realidad esta, de verdad, desapareciendo. Y no de una buena manera.

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