Con una cantidad de talento impresionante, To Die For es una cinta interesante que explora ideas que eran quizá más impactantes a mediados de los noventa de lo que serian ahora, pero que no dejan de ser relevantes como conceptos en nuestra sociedad obsesionada con la imagen. Excelentes actuaciones y una solida historia hacen de esta película una que vale la pena ver.
La ficha IMDB
Suzanne Stone (Nicole Kidman) es una chica bien que, a pesar de no ser particularmente brillante, está decidida a alcanzar su sueño de ser una personalidad de la televisión. Cueste lo que cueste. En el camino, decide casarse con el simpático Larry Maretto (Matt Dillon); pero la idea de una familia feliz que él tiene se opone a las aspiraciones de Suzanne. Así que ella seduce a tres adolescentes confundidos para que lo quiten del camino.
La idea de lo peligroso del sueño artificial de muchas personas, de ser estrellas de televisión, sea lo que sea que eso signifique se ve envuelto por supuesto en la historia clásica de la ambición personal que termina destruyéndolo todo. Lo que es realmente interesante y que ayuda a To Die For a cobrar otra dimensión es la manera en que la historia es narrada. Si bien gran parte del peso narrativo lo carga la historia en si misma contada un poco a forma de flashback, un poco como la narración de los personajes; el peso emotivo está en la introducción a cada uno de esos segmentos narrativos. Como en una especie de documental, los personajes cercanos a Larry cuentan la historia desde su perspectiva. A esto se suman cortes de un talk show con los padres de la pareja y un video que la propia Suzanne dejo grabado justo antes de intentar huir cuando está claro para todos que ella es la culpable.
Esto es también algo interesante. No hay en ningún momento duda de que es lo que va a pasar ni de quien es la culpable. Es decir, no solo es evidente desde la perspectiva narrativa, sino que Gus Van Sant no quiere distraer al público con una pretensión de suspenso. El qué y el quién no son lo importante. Lo importante tampoco es realmente el cómo; aunque es interesante; es el por qué el importante.
Al poner a todos los personajes frente a la cámara, revelando su percepción del evento directamente, Gus Van Sant explora esta extraña relación que la televisión (y ahora el internet) ha desarrollado con la noción de privacidad. Todo queda ahí revelado; inclusive los peligros de un sueño en apariencia inocente. La conclusión de la historia, no tanto la muerte de Suzanne, sino las consecuencias para los demás personajes refuerza esta idea.
Si bien interesante, la historia y dirección no son impactantes. Lo que si esta fuera de este mundo son las actuaciones. Cada uno de los actores da vida completa a su personaje. Nicole Kidman es fantástica, pero Matt Dillon hace también un gran trabajo. Joaquin Phoenix hace un extraordinario trabajo como el adolescente asesino y confundido; y Casey Affleck, como otro adolescente, no se queda atrás.
To Die For es una gran cinta con un interesante concepto, bien explorado; pero sobre todo, con excelentes actuaciones que llevan el resultado final a otro nivel.
La ficha IMDB
Suzanne Stone (Nicole Kidman) es una chica bien que, a pesar de no ser particularmente brillante, está decidida a alcanzar su sueño de ser una personalidad de la televisión. Cueste lo que cueste. En el camino, decide casarse con el simpático Larry Maretto (Matt Dillon); pero la idea de una familia feliz que él tiene se opone a las aspiraciones de Suzanne. Así que ella seduce a tres adolescentes confundidos para que lo quiten del camino.
La idea de lo peligroso del sueño artificial de muchas personas, de ser estrellas de televisión, sea lo que sea que eso signifique se ve envuelto por supuesto en la historia clásica de la ambición personal que termina destruyéndolo todo. Lo que es realmente interesante y que ayuda a To Die For a cobrar otra dimensión es la manera en que la historia es narrada. Si bien gran parte del peso narrativo lo carga la historia en si misma contada un poco a forma de flashback, un poco como la narración de los personajes; el peso emotivo está en la introducción a cada uno de esos segmentos narrativos. Como en una especie de documental, los personajes cercanos a Larry cuentan la historia desde su perspectiva. A esto se suman cortes de un talk show con los padres de la pareja y un video que la propia Suzanne dejo grabado justo antes de intentar huir cuando está claro para todos que ella es la culpable.
Esto es también algo interesante. No hay en ningún momento duda de que es lo que va a pasar ni de quien es la culpable. Es decir, no solo es evidente desde la perspectiva narrativa, sino que Gus Van Sant no quiere distraer al público con una pretensión de suspenso. El qué y el quién no son lo importante. Lo importante tampoco es realmente el cómo; aunque es interesante; es el por qué el importante.
Al poner a todos los personajes frente a la cámara, revelando su percepción del evento directamente, Gus Van Sant explora esta extraña relación que la televisión (y ahora el internet) ha desarrollado con la noción de privacidad. Todo queda ahí revelado; inclusive los peligros de un sueño en apariencia inocente. La conclusión de la historia, no tanto la muerte de Suzanne, sino las consecuencias para los demás personajes refuerza esta idea.
Si bien interesante, la historia y dirección no son impactantes. Lo que si esta fuera de este mundo son las actuaciones. Cada uno de los actores da vida completa a su personaje. Nicole Kidman es fantástica, pero Matt Dillon hace también un gran trabajo. Joaquin Phoenix hace un extraordinario trabajo como el adolescente asesino y confundido; y Casey Affleck, como otro adolescente, no se queda atrás.
To Die For es una gran cinta con un interesante concepto, bien explorado; pero sobre todo, con excelentes actuaciones que llevan el resultado final a otro nivel.
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