Es bien fácil caer en los estereotipos y repetir lo que parece ser sentido común. En el caso de Chaplin, es fácil decir que era un genio y que su talento como cómico y contador de historias es irrepetible. Es fácil decirlo porque la mayoría de la gente estaría de acuerdo aun sin haber visto una sola de sus cintas. La cosa es que, después de ver su trabajo es aun más fácil decirlo, porque verdaderamente el tipo sabía lo que hacía.
La ficha muda IMDB
Un violinista vagabundo (Charles Chaplin) se enamora de una muchachita gitana (Edna Purviance) a quien le va re mal. El violinista la rescata, pero para su desgracia un pintor se la topa en el bosque y decide pintarla. Si bien el pintor no es el amor que la muchachita esperaba, si es la razón por la cual la acaudalada madre de la señorita descubre que sigue con vida. La familia se reúne, y el violinista encuentra no solo el amor sino también a una rica suegra.
Pareciera que siempre hay que salir a la defensa del humor blanco en estos días donde es fácil provocar la risa con chistes escatológicos o referencias sexuales. La cosa es que, si bien ambos son divertidos, el humor blanco siempre tendrá la simpatía agregada que provoca la inocencia.
The Vagabond es bien divertida con las secuencias aceleradas y los movimientos torpes del personaje principal. Además, la narración funciona a la perfección porque la historia (francamente tan simple o tan compleja como la mayoría de las comedias románticas de nuestros tiempos) fluye con facilidad y se entiende a la perfección.
Charles Chaplin se convirtió en una leyenda por una razón, y la razón es que sus cintas, o al menos The Vagabond, se entienden y se disfrutan aun casi 100 años después de su creación.
La ficha muda IMDB
Un violinista vagabundo (Charles Chaplin) se enamora de una muchachita gitana (Edna Purviance) a quien le va re mal. El violinista la rescata, pero para su desgracia un pintor se la topa en el bosque y decide pintarla. Si bien el pintor no es el amor que la muchachita esperaba, si es la razón por la cual la acaudalada madre de la señorita descubre que sigue con vida. La familia se reúne, y el violinista encuentra no solo el amor sino también a una rica suegra.
Pareciera que siempre hay que salir a la defensa del humor blanco en estos días donde es fácil provocar la risa con chistes escatológicos o referencias sexuales. La cosa es que, si bien ambos son divertidos, el humor blanco siempre tendrá la simpatía agregada que provoca la inocencia.
The Vagabond es bien divertida con las secuencias aceleradas y los movimientos torpes del personaje principal. Además, la narración funciona a la perfección porque la historia (francamente tan simple o tan compleja como la mayoría de las comedias románticas de nuestros tiempos) fluye con facilidad y se entiende a la perfección.
Charles Chaplin se convirtió en una leyenda por una razón, y la razón es que sus cintas, o al menos The Vagabond, se entienden y se disfrutan aun casi 100 años después de su creación.
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