The way back cuenta la hazaña extraordinaria de tres hombres que llegan a la India después de 4000 millas (más de 6000km) caminando después de evadirse de un campo en Siberia en 1941. Grandes paisajes y planos cercanos a pies y caras sufriendo.
Ficha IMDb
En 1941 durante la dominación estalinista de la Unión Soviética y zonas aledañas, el Gulag, campo de detención en Siberia permitía encerrar todo tipo de delincuentes, asesinos, ladrones, espías, o indeseables de toda índole.
De esta forma, se encuentran Janusz (Jim Sturgess) , polaco denunciado por su esposa bajo la tortura ,Valka (Colin Farrell) asesino ruso, hábil con el cuchillo y las cartas, Zoran (Dragos Bucur ), Mister Smith( Ed Harris), ingeniero americano, y Tomasz (Alexandru Potocean) quienes aprovechan una tormenta de nieve para evadirse del campo, casi sin preparación. Por cierto, si la vida en el campo es presentada de una forma interesante, con sus rituales y costumbres, la huida en si es contada en forma muy rápida y sin chiste.
Como lo había dicho un guardia al llegar, la prisión no es el campo, es Siberia entera. Por su vegetación y su clima, y por sus habitantes quienes reciben una recompensa sin encuentran un prisionero y lo devuelven. Los seis hombres deberán entonces sobrevivir a las condiciones extremas y evitar todo contacto humano hasta llegar a la frontera.
El personaje más desarrollado en la película es el de Janusz, por la sencilla razón que el guión es adaptado del libro de recuerdos de Slavomir Rawics “The long walk : the true story of a trak to freedom” . La película abre con su interrogatorio, y la falsa delación de sus esposa, y termina por su regreso a su casa y el reencuentro con la mujer que aparentemente lo ha estado esperando durante 50 años. Puntúan también la película en sus momentos más difíciles una alucinación o recuerdo en colores pálidos de la puerta de su casa, con la piedra bajo la cual se esconde la llave.
Su capacidad para orientarse con el sol y sus conocimientos de geografía y su bondad profunda hacen de él el líder nato para el grupo. Pero cada uno de los integrantes aporta algo: uno sabe cocinar, otro sabe cazar y pescar, otro reza, otro hace reír. El más retraído de todos es el ingeniero americano, por su edad, por lo que ha vivido, y también por ser el extranjero. Parece por cierto un poco extraño que, en una historia real, el azar haya distribuido de manera tan equilibrada los talentos para formar un equipo. En realidad, ninguno habla mucho y todos dedican toda su energía a avanzar, sobrellevar los obstáculos : deshacerse de los mosquitos, encontrar alimento, agua.
Cuando aparece una joven polaca que los sigue, Ilena, primero deciden a la mayoría rechazarla por motivos de sobrevivencia del grupo. Pero la bondad profunda (característica que puede resultar un poco sorprendente) de estos hombres, les hace aceptarla finalmente cuando encuentran comida. Y ella va aportar una dimensión humana, “típicamente femenina”, de atención al prójimo y de escucha. Por ella, cada uno aprenderá algo sobre el pasado de los otros, porque tiene la capacidad de sacar los secretos. Lo que permite dosificar convenientemente para el desarrollo de la trama, las informaciones sobes los caracteres.
La película alterna entre tomas muy abiertas de paisajes, que hacen de esta un muy buen material para clases de geografía (National Geografic participa en la producción) y tomas cerradas sobre los cuerpos para enseñar la manifestaciones de estragos debidos al tiempo, al clima, el hambre, la falta de agua, el agotamiento físico y moral: caras, pies principalmente.
Tal vez porque sabemos desde el principio cuantos van a llegar y adonde, no logramos internarnos verdaderamente al progreso de la travesía. En realidad, no pasa la emoción. Algunos momentos tienen algo de suspenso, o de ternura, o de ironía : la receta del pollo con mucha sal, Ilena curando los pies de Mister Smith, la muerte de la joven…. Algunos paisajes impresionan: el desierto, de piedra, o de arena, las plantaciones de te, la montañas. Los cambios de coloración ritman el paso del tiempo en un viaje que duró meses: la primavera se nota con la aparición de los colores, en el cielo, los árboles, la ropa, las caras. Porque el invierno iguala todo en blancos y grises.
La posición política, conforme al perfil del autor del libro es muy clara : antiestalinista y antisoviética : el epilogo, bastante torpe y poco sutil, la expone claramente : llegado finalmente a la India, Januzc mira sus pies, que los han llegada hasta la libertad, y van desfilando bajo ellos imágenes documentales que muestran cronológicamente los grandes eventos que han llevado a la liberación de las “republicas democráticas” del pacto de Varsovia.
Cabe resaltar el excelente trabajo de caracterización y de interpretación que hace Colin Farrell como el tatuado, complejo, impredecible (se quedará finalmente en la Unión Soviética porque no sabe como vivir libre, y extrañaremos su presencia en todo el resto de la película). Y la cara muda y cada vez más arrugada de Ed Harris deja permear todos los sentimientos por los que pasan estos hombres, de la indiferencia a la solidaridad, pasando por el amor paternal y el desaliento.
Pero, en resumen, una película que vale más por lo que cuenta : una hazaña sobrehumana, que por la forma en que la cuenta.
Ficha IMDb
En 1941 durante la dominación estalinista de la Unión Soviética y zonas aledañas, el Gulag, campo de detención en Siberia permitía encerrar todo tipo de delincuentes, asesinos, ladrones, espías, o indeseables de toda índole.
De esta forma, se encuentran Janusz (Jim Sturgess) , polaco denunciado por su esposa bajo la tortura ,Valka (Colin Farrell) asesino ruso, hábil con el cuchillo y las cartas, Zoran (Dragos Bucur ), Mister Smith( Ed Harris), ingeniero americano, y Tomasz (Alexandru Potocean) quienes aprovechan una tormenta de nieve para evadirse del campo, casi sin preparación. Por cierto, si la vida en el campo es presentada de una forma interesante, con sus rituales y costumbres, la huida en si es contada en forma muy rápida y sin chiste.
Como lo había dicho un guardia al llegar, la prisión no es el campo, es Siberia entera. Por su vegetación y su clima, y por sus habitantes quienes reciben una recompensa sin encuentran un prisionero y lo devuelven. Los seis hombres deberán entonces sobrevivir a las condiciones extremas y evitar todo contacto humano hasta llegar a la frontera.
El personaje más desarrollado en la película es el de Janusz, por la sencilla razón que el guión es adaptado del libro de recuerdos de Slavomir Rawics “The long walk : the true story of a trak to freedom” . La película abre con su interrogatorio, y la falsa delación de sus esposa, y termina por su regreso a su casa y el reencuentro con la mujer que aparentemente lo ha estado esperando durante 50 años. Puntúan también la película en sus momentos más difíciles una alucinación o recuerdo en colores pálidos de la puerta de su casa, con la piedra bajo la cual se esconde la llave.
Su capacidad para orientarse con el sol y sus conocimientos de geografía y su bondad profunda hacen de él el líder nato para el grupo. Pero cada uno de los integrantes aporta algo: uno sabe cocinar, otro sabe cazar y pescar, otro reza, otro hace reír. El más retraído de todos es el ingeniero americano, por su edad, por lo que ha vivido, y también por ser el extranjero. Parece por cierto un poco extraño que, en una historia real, el azar haya distribuido de manera tan equilibrada los talentos para formar un equipo. En realidad, ninguno habla mucho y todos dedican toda su energía a avanzar, sobrellevar los obstáculos : deshacerse de los mosquitos, encontrar alimento, agua.
Cuando aparece una joven polaca que los sigue, Ilena, primero deciden a la mayoría rechazarla por motivos de sobrevivencia del grupo. Pero la bondad profunda (característica que puede resultar un poco sorprendente) de estos hombres, les hace aceptarla finalmente cuando encuentran comida. Y ella va aportar una dimensión humana, “típicamente femenina”, de atención al prójimo y de escucha. Por ella, cada uno aprenderá algo sobre el pasado de los otros, porque tiene la capacidad de sacar los secretos. Lo que permite dosificar convenientemente para el desarrollo de la trama, las informaciones sobes los caracteres.
La película alterna entre tomas muy abiertas de paisajes, que hacen de esta un muy buen material para clases de geografía (National Geografic participa en la producción) y tomas cerradas sobre los cuerpos para enseñar la manifestaciones de estragos debidos al tiempo, al clima, el hambre, la falta de agua, el agotamiento físico y moral: caras, pies principalmente.
Tal vez porque sabemos desde el principio cuantos van a llegar y adonde, no logramos internarnos verdaderamente al progreso de la travesía. En realidad, no pasa la emoción. Algunos momentos tienen algo de suspenso, o de ternura, o de ironía : la receta del pollo con mucha sal, Ilena curando los pies de Mister Smith, la muerte de la joven…. Algunos paisajes impresionan: el desierto, de piedra, o de arena, las plantaciones de te, la montañas. Los cambios de coloración ritman el paso del tiempo en un viaje que duró meses: la primavera se nota con la aparición de los colores, en el cielo, los árboles, la ropa, las caras. Porque el invierno iguala todo en blancos y grises.
La posición política, conforme al perfil del autor del libro es muy clara : antiestalinista y antisoviética : el epilogo, bastante torpe y poco sutil, la expone claramente : llegado finalmente a la India, Januzc mira sus pies, que los han llegada hasta la libertad, y van desfilando bajo ellos imágenes documentales que muestran cronológicamente los grandes eventos que han llevado a la liberación de las “republicas democráticas” del pacto de Varsovia.
Cabe resaltar el excelente trabajo de caracterización y de interpretación que hace Colin Farrell como el tatuado, complejo, impredecible (se quedará finalmente en la Unión Soviética porque no sabe como vivir libre, y extrañaremos su presencia en todo el resto de la película). Y la cara muda y cada vez más arrugada de Ed Harris deja permear todos los sentimientos por los que pasan estos hombres, de la indiferencia a la solidaridad, pasando por el amor paternal y el desaliento.
Pero, en resumen, una película que vale más por lo que cuenta : una hazaña sobrehumana, que por la forma en que la cuenta.
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