Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Wednesday, August 3, 2011

Tora! Tora! Tora! (Richard Fleischer, Kinji Fukasaku ,1970 ) - 8/10)

Una verdadera película de guerra, sin ningún aditamento sentimental y sin héroes. Esta coproducción americano-japonesa muestra en un guión balanceado y con precisión documental los preparativos y los hechos del 7 de diciembre 1941, ataque a Pearl Harbor, que significaría la entrada en guerra de Japón. Y deja a entender que, tal vez, este ataque fue deseado por Estados Unidos.

Ficha IMDb

Se pueden distinguir tres partes en la película. La parte japonesa, a cargo de Kinji Fukasaku, después de que Akira Kurosawa se retirara al saber que David Lean ( Lawrence de Arabia - 1962 ) ya no iba a realizar la parte americana, muestra energía y determinación, la estadounidense refleja una acción floja y entorpecida por los burocratismos . La parte final es el ataque propiamente dicho.

Dos estilos militares se oponen. Orgullo, rigidez, voluntad de dominar del lado japonés. Lentitud, tramitología, espíritu “funcionario” del otro lado. La narración muestra, en montaje alterno, los dos puntos de vista, formas de pensar y estrategias. Los japoneses quieren recuperar la libertad de comercio que el embargo US les ha quitado. Pero, en contra del pacifismo del emperador Hiro-Hito (lee a sus ministros un poema sobre la fraternidad de los hombres), la jefatura militar es belicista, dividiéndose entre la vieja escuela de los partidarios del combate marítimo y terrestre, y los militares más modernos convencidos de la necesidad del combate aéreo.

Los americanos cometen error tras otro: la selección del sitio de Pearl Harbor ha sido una tontería: escasa profundidad e imposibilidad de evacuar los buques en caso de ataque. Manejo lento de la información: espionaje, desciframiento y traducción de los mensajes secretos japoneses siguen una jerarquía poco flexible. Sin contar con las actividades de ocio de los altos mandos: fiestas, equitación, golf, y con la falta de formación y responsabilidad de los mandos medios : oficinas vacías en domingos, salidas tempranas del trabajo sin importar la situación particular que vive el país. Parece ser una secuencia de pequeñas torpezas o pequeñas malas decisiones. Pero, acumuladas, llevan a una catástrofe. Excepción: el coronal Bratton quien, en Washington, intenta convencer a sus superiores, desde el 29 de noviembre, de la inminencia del ataque. Y el teniente Coronel Kramer quien desesperadamente recorre Washington en la noche, con su maletita café, en el coche conducido por su propia esposa, único papel femenino de la película.

Pero el general Marshall, Jefe del Estado Mayor del Departamento de Guerra, bajo el gobierno del presidente Roosvelt, se muestra tan ineficiente (manda el aviso del ultimátum japonés por telegrama a Hawai) que su falta de reacción parece voluntaria. Tal vez para que Japón aseste el primer golpe y así justificar la respuesta belicista de Estados Unidos.

Una lentitud de traducción había anteriormente hecho que dicho ultimátum llegue al gobierno americano tarde, lo que hace temer a un general japonés que hayan “despertado al gigante dormido”.

La secuencia de la salida de los Zeros japoneses con el capitaine Mitsuo Fuchida a su cabeza, es extraordinaria: épica y lírica. Primeros planos sobre las hélices en la noche, contraste de las entusiastas siluetas negras de los marinos contra el cielo al principio rosa del amanecer. El anaranjado que se vuelve azul claro. Las siluetas de los aviones que se van elevando uno después del otro para después reunirse en formación de ataque. Es el amanecer de un gran día para estos pilotos y para Japón. Con el toque discretamente cómico del pequeño biplano de escuela que se descubre de repente en medio del escuderón y las miradas reciprocas de sorpresa. Hasta el momento en que el piloto líder manda a sus superiores el mensaje: “Tora Tora Tora”, señal que han llegado sobre el objetivo.

Durante esta parte, la película lograr mantener el suspenso a pesar de que sabemos muy bien lo que va a pasar.

La parte del bombardeo en si es un poco larga. Se hizo obviamente con efectos especiales, maquetas y demás. Es de notar que se enfoca en los daños materiales más que en las heridas o pérdidas humanas. Mostrando que busca más resaltar un documental espectacular que un dramatismo individual.

Es la segunda gran película americana de guerra después de The longest day (Ken Annakin, Andrew Marton, Bernhard Wicki, Gerd Oswald et Darryl F. Zanuck – 1962) narración del desembarque aliado en Normandía el 6 de junio de 1944, y principio del fin de la secunda guerra mundial. Como esta ultima, emplea a varios actores conocidos sin ser estrellas.

El director de la parte americana es Richard Fleischer ( 20 000 leguas de viaje submarino - 1954 , con Kirk Douglas ,James Mason y Peter Lorre; y Cuando el destino nos alcance - 1973, película futurista con Charlton Heston ) . Otro puntos de vista sobre Pear Harbor, se pueden ver en películas esta vez con grandes estrellas y enfocadas a los aspectos individuales, en particular From here to eternity de Fred Zinnemann (1953,) con Burt Lancaster, Montgomery Clift and Deborah Kerr, Franck Sinatra) . O, mas recientemente, Pearl Harbor (2001) de Michael Bay. con Ben Affleck.

Tora! Tora! Tora! Es un clásico de guerra hay que verla, sea por la honestidad del balance entre las dos partes, por la belleza de ciertas escenas, o por la exactitud histórica.

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