Po está de regreso con todo y los furiosos cinco. Con un cambio en la dirección que le cuesta a la cinta un poco de la fluidez que tenía la primera parte, Kung Fu Panda 2 continua muchas de las buenas cosas de su predecesora. Una impecable dirección de arte que incluye impresionantes vestimentas y un maloso a todo dar son solo un par de ellas. Otra excelente cinta animada de Dreamworks, sin duda alguna.
La ficha IMDB
Po (Jack Black) debe defender a los inocentes del lunático Shen (Gary Oldman, impresionante) – un pavorreal cuya cruel ambición le valió el desprecio de sus padres, lo cual lo volvió aun más cruel. Pero al mismo tiempo Po debe descifrar el misterio de su pasado y aceptar su propia identidad.
Kung Fu Panda 2 intenta contar una historia un poco más compleja que la primera parte (Osborne, Stevenson, 2008) y eso termina siendo un poco perjudicial para la cinta, aunque no lo suficiente como para que deje de ser interesante. Lo otro que pierde esta secuela y que es un poco más problemático, es algo de la fluidez tan importante en cintas de Kung Fu; tanto en la narración como, sobre todo, en algunas escenas clave de acción (notablemente la confrontación final entre Po y las arma diabólicas de Shen).
La historia de las armas de fuego contra el ancestral Kung Fu recuerda evidentemente la fantástica serie Once Upon a Time in China (Tsui Hark, 1991 y 1992) pero también cualquier otra historia acerca de los riesgos del progreso sin humanidad. Esto cobra más relevancia con la escena final que podría hacerlo pensar a uno en la relación entre cierto gobierno totalitario y cierta comunidad tradicional pero de gran relevancia histórica y cultural (ósea, China y Tíbet – gracias Scarlett). La historia de búsqueda de identidad de Po es también una formula conocida y si bien interesante se siente aquí por momentos forzada.
Lo genial de Kung Fu Panda 2 esta otra vez en el lado formal. A pesar del problema antes mencionado, la cinta sigue estando muy bien lograda. Las interacciones entre personajes son divertidísimas y secuencias de acción, como la primera pelea entre Po y los furiosos cinco contra los chacales de Shen, están de lujo. En ese sentido, Po como guerrero dragón consumado, pero aun gordo y torpe es convincente y da lugar a muchas risas y expresiones de sorpresa.
Mención especial merece el maloso Shen. El trabajo de Gary Oldman para darle vida es impecable, y la construcción interna del personaje encuentra su paralelo en la construcción externa, con impresionantes ropas y un estilo de pelea magnifico y congruente.
Puntos extra por las imágenes de Po bebe tan adorables, capitalizando en el éxito de Tai Lung y Tigresa bebes en la primera parte.
La ficha IMDB
Po (Jack Black) debe defender a los inocentes del lunático Shen (Gary Oldman, impresionante) – un pavorreal cuya cruel ambición le valió el desprecio de sus padres, lo cual lo volvió aun más cruel. Pero al mismo tiempo Po debe descifrar el misterio de su pasado y aceptar su propia identidad.
Kung Fu Panda 2 intenta contar una historia un poco más compleja que la primera parte (Osborne, Stevenson, 2008) y eso termina siendo un poco perjudicial para la cinta, aunque no lo suficiente como para que deje de ser interesante. Lo otro que pierde esta secuela y que es un poco más problemático, es algo de la fluidez tan importante en cintas de Kung Fu; tanto en la narración como, sobre todo, en algunas escenas clave de acción (notablemente la confrontación final entre Po y las arma diabólicas de Shen).
La historia de las armas de fuego contra el ancestral Kung Fu recuerda evidentemente la fantástica serie Once Upon a Time in China (Tsui Hark, 1991 y 1992) pero también cualquier otra historia acerca de los riesgos del progreso sin humanidad. Esto cobra más relevancia con la escena final que podría hacerlo pensar a uno en la relación entre cierto gobierno totalitario y cierta comunidad tradicional pero de gran relevancia histórica y cultural (ósea, China y Tíbet – gracias Scarlett). La historia de búsqueda de identidad de Po es también una formula conocida y si bien interesante se siente aquí por momentos forzada.
Lo genial de Kung Fu Panda 2 esta otra vez en el lado formal. A pesar del problema antes mencionado, la cinta sigue estando muy bien lograda. Las interacciones entre personajes son divertidísimas y secuencias de acción, como la primera pelea entre Po y los furiosos cinco contra los chacales de Shen, están de lujo. En ese sentido, Po como guerrero dragón consumado, pero aun gordo y torpe es convincente y da lugar a muchas risas y expresiones de sorpresa.
Mención especial merece el maloso Shen. El trabajo de Gary Oldman para darle vida es impecable, y la construcción interna del personaje encuentra su paralelo en la construcción externa, con impresionantes ropas y un estilo de pelea magnifico y congruente.
Puntos extra por las imágenes de Po bebe tan adorables, capitalizando en el éxito de Tai Lung y Tigresa bebes en la primera parte.
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