Spoiler Alert

Mas que una invitación a ver, o no ver, una cinta, buscamos entablar un dialogo que enriquezca la experiencia cinematográfica. Asumimos que quienes lean un artículo han visto ya la cinta: no podemos discutir sin revelar el final. Si la película te interesa pero no la has visto, mejor para ti, y para todos, que regreses después de verla. Así la discusión es más a gusto.

Tuesday, August 23, 2011

En alas de la danza (George Stevens, 1936) – 7/10


Swing Time es la sexta película filmada por los legendarios Fred Astaire y Ginger Rogers. Con un argumento de lo más simple, si no es que absurdo. ¡Pero que danza!

Bailen con IMDb

De gira en su ciudad natal, Lucky Garnett (Fred Astaire) decide de repente casarse con su amor de juventud, una chica de familia muy adinerada (Betty Furness). Sus compañeros de la compañía no quieren ver disuelto el grupo y le hacen una broma que le impide llegar a tiempo a la ceremonia. Muy enojado por supuesto, el padre decide que acaptará entragar a su hija solo cuando el pretendiente podrá presentar 25 000 dólares . Lucky se va a Nueva York, con solo su “quarter” de la suerte y seguido por su .amigo Pop Cardetti (Victor Moore), maestro en el arte de la prestidigitación con naipes. En Nueva York, conocerá a Penny Carroll (Ginger Rogers), profesora de danza. Su asociación les atraerá dinero y amor.

En la gran época del Swing, las Grandes bandas y de los grandes estudios hollywoodenses, que es también la época de la gran depresión económica y social, el cine y el baile son una forma de escapar de las preocupaciones. De soñar. Y de eso se trata en esta película. El guión es meramente una sucesión de escenas, por lo general cómicas, sin gran relación lógica entre ellas. Los protagonistas son pobres, pero de repente viven en un gran hotel, y visten batas de lujo. No han llegado a la audición, pero se presentan en un espectáculo. Un día, están de paseo en el bosque, vestidos con pieles magnificas en un coche convertible, bajo la nieve. Nada de realismo. Solamente pretextos para darnos estas escenas de baile de sueño, divinas, porque estos dos bailaban como nadie más. Cada uno. Como lo muestra Fred Astaire en “Bojangles of Harlem (logra bailar con unas veinte mujeres una detrás de la otra como si fueran una sola) que recibió el Oscar a la mejor coreografía.

Y no se diga los dos juntos. La química entre ellos es algo indescriptible. Lo único triste en todo eso es que los números de baile son muy pocos, seis tal vez y dos solamente cantados. Parece que el director estaba más interesado en la historia. Lastima.

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