Una gran fresca histórica, humana, en el sentido de evolución individual y de reflexión humanista, servida por un reparto notable, y con un tema musical famoso de Ernest Gold. Un guión magistral de Donald Trumbo y tres horas y media de duración.
Ficha IMDb
La película une los destinos y los sentimientos de varios personajes de caracteres, historias, sensibilidades totalmente distintos. Como en una constelación, los individuos se relacionan entre si por motivos diferentes. La joven enfermera estadounidense Kitty Fremont (Eva Marie Saint). Turista en Chypre, va a visitar a un viejo amigo de su difunto esposo, el general Sutherland (Ralph Richardson), comandante de las fuerzas inglesas. Para distraerla de su tristeza, él le propone ayudar en el campo de Caraolos a los judíos internados ahí porque ni los árabes ni los ingleses quieren recibirlos. Por el cariño que le toma a la joven Karen (Jill Haworth) , y por su propensión a ayudar sonde siente que puede ser de utilidad, Kitty se verá mezclada a la epopeya del Exodus, barco comprado por Ari Ben Canaan (Paul Newman), miembro activo del Hagannah, para llevarlos a Palestina. Con Ari, Kitty se iniciará también al debate ideológico, ya que la “operación” Exodus quiere presionar a la ONU antes de la votación sobre la partición de Palestina para crear el estado de Israel.
Karen nos lleva, por su relación de amistad amorosa fraternal a Dov Landau (Sal Mineo) , quien entra, al llegar a Haifa,en contacto con la organización terrorista Irgun y su jefe Akiva Ben Canaan (David Opatoshu) . Por otro lado, la llegada de Karen a Gan Dafna, pequeño pueblo de Galilea, nos permite conocer a Barak Ben Canaan (Lee J. Cobb) , padre de Ari, hermano de Akiva, quien en su discurso de bienvenida, al pueblo, agradece al padre del joven arabe Taha (John Derek) , quien les dio territorio a los judíos que llegaron, años antes, huyendo de Europa. Taha es amigo de la infancia de Ari, nacido en el pueblo.
Así se unen los opuestos: el árabe y el judío, la americana y el “sabra” militante y se oponen los hermanos Bark y Akiva, sobre los medios de combate aunque sea para llegar al mismo objetivo.
La película en varias ocasiones da la posibilidad de explicitar sensaciones o posiciones ideológicas, evitando caer en los sectarismos y dando a cada antagónico derecho de palabra. : la vergüenza de los sobrevivientes explicada por el viejo doctor a Kitty, la necesidad de la acción violenta de Akira, la confianza en la fuerza del dialogo de parte de Ari, la idea de Kitty que todos los seres humanos son idénticos, contraria a la opinión de Ari que todos piensan y sienten en formas diferentes. Los personajes ingleses personifican a las posiciones divididas de Inglaterra : un general humanista y un tonto oficial antisemita que pretende reconocer infaliblemente a todo judío que se le acerque, cuando esta junto a Ari quien visiblemente se burla de él.
Se le puede reprochar a la cinta la eclipse sobre el viaje del Exodus y las incomodidades sufridas por los 611 pasajeros y, por el contrario, una secuencia muy larga dedicada al ataque a la prisión de Acre para liberar a Akira, condenado a muerte, en una acción concertada del Hagannah y del Irgun. Pero esta secuencia es, sin embargo, fundamental para resaltar que, en las etapas de creación o cambio profundo de una nación, la negociación debe inevitablemente unirse a la violencia.
Dos escenas particularmente fuertes llaman la atención . El interrogatorio de Don Landau por Akiva. Después de repetidas sesiones de preguntas por los agentes del Irgun sobre su estancia en Auschwits, un personaje sale lentamente de la sombra, se va a servir tranquilamente una taza de te del antiguo samovar. Caminando en el cuarto, taza en mano, va poco a poco obligar a Dov a confesar que aprendió el manejo de la dinamita, no en el ghetto de Varsovia como afirmaba, sino trabajando como Sonderkommando en el campo de exterminación, eliminando los cadáveres que salían de las cámaras de gas. Sumiendo así al joven antes arrogante en la humillación y la culpabilidad, lo lleva más aun en la sumisión al forzarlo a confesar lo peor: la violación por los soldados del campo a los trece años. Nada de musica en esta escena. la confrontación pura de dos caracteres, uno girando alrededor del otro, reduciéndolo a nada, para poder someterlo y unirlo en forma indefectible a su organización. (Sal Mineo obtuvo el Oscar al mejor papel secundario)
Otra escena impactante, la escena final, en el entierro conjunto en Gan Dafna , de Karen, asesinada por un árabe, y de Taha, colgado por su amistad con los judíos, podría ser un adiós a las esperanzas. Una cámara fija de frente, a medio cuerpo de Paul Newman, para no caer en la emotividad del plano cercano a la cara. Solamente las palabras tienen importancia: hoy reunidas en la muerte, las dos razas lo serán un día en la paz pero antes de eso, hay que luchar. Y la imagen final es la de los camiones sobre la carretera,.Con la el tema musical que se vuelve épica.
Finalmente se puede reprochar que la película, en su posición equilibrada y humanista, se resienta como finalmente favorable a Israel. Después de sesenta años de vida de este estado, es difícil verlo todavía como un estado de tolerancia y de cohabitación pacifica con los palestinos. Pero la película es de 1960, cuando todavía se podía creer en la paz, antes de la guerra de los Siete días de 1967, antes de los asesinatos, del muro, de Gaza…. Y Anwar Sadat y Menachem Begin , en 1977, también quisieron creer en la cohabitación. Entonces…¿ Porque no un cineasta humanista?
Ficha IMDb
La película une los destinos y los sentimientos de varios personajes de caracteres, historias, sensibilidades totalmente distintos. Como en una constelación, los individuos se relacionan entre si por motivos diferentes. La joven enfermera estadounidense Kitty Fremont (Eva Marie Saint). Turista en Chypre, va a visitar a un viejo amigo de su difunto esposo, el general Sutherland (Ralph Richardson), comandante de las fuerzas inglesas. Para distraerla de su tristeza, él le propone ayudar en el campo de Caraolos a los judíos internados ahí porque ni los árabes ni los ingleses quieren recibirlos. Por el cariño que le toma a la joven Karen (Jill Haworth) , y por su propensión a ayudar sonde siente que puede ser de utilidad, Kitty se verá mezclada a la epopeya del Exodus, barco comprado por Ari Ben Canaan (Paul Newman), miembro activo del Hagannah, para llevarlos a Palestina. Con Ari, Kitty se iniciará también al debate ideológico, ya que la “operación” Exodus quiere presionar a la ONU antes de la votación sobre la partición de Palestina para crear el estado de Israel.
Karen nos lleva, por su relación de amistad amorosa fraternal a Dov Landau (Sal Mineo) , quien entra, al llegar a Haifa,en contacto con la organización terrorista Irgun y su jefe Akiva Ben Canaan (David Opatoshu) . Por otro lado, la llegada de Karen a Gan Dafna, pequeño pueblo de Galilea, nos permite conocer a Barak Ben Canaan (Lee J. Cobb) , padre de Ari, hermano de Akiva, quien en su discurso de bienvenida, al pueblo, agradece al padre del joven arabe Taha (John Derek) , quien les dio territorio a los judíos que llegaron, años antes, huyendo de Europa. Taha es amigo de la infancia de Ari, nacido en el pueblo.
Así se unen los opuestos: el árabe y el judío, la americana y el “sabra” militante y se oponen los hermanos Bark y Akiva, sobre los medios de combate aunque sea para llegar al mismo objetivo.
La película en varias ocasiones da la posibilidad de explicitar sensaciones o posiciones ideológicas, evitando caer en los sectarismos y dando a cada antagónico derecho de palabra. : la vergüenza de los sobrevivientes explicada por el viejo doctor a Kitty, la necesidad de la acción violenta de Akira, la confianza en la fuerza del dialogo de parte de Ari, la idea de Kitty que todos los seres humanos son idénticos, contraria a la opinión de Ari que todos piensan y sienten en formas diferentes. Los personajes ingleses personifican a las posiciones divididas de Inglaterra : un general humanista y un tonto oficial antisemita que pretende reconocer infaliblemente a todo judío que se le acerque, cuando esta junto a Ari quien visiblemente se burla de él.
Se le puede reprochar a la cinta la eclipse sobre el viaje del Exodus y las incomodidades sufridas por los 611 pasajeros y, por el contrario, una secuencia muy larga dedicada al ataque a la prisión de Acre para liberar a Akira, condenado a muerte, en una acción concertada del Hagannah y del Irgun. Pero esta secuencia es, sin embargo, fundamental para resaltar que, en las etapas de creación o cambio profundo de una nación, la negociación debe inevitablemente unirse a la violencia.
Dos escenas particularmente fuertes llaman la atención . El interrogatorio de Don Landau por Akiva. Después de repetidas sesiones de preguntas por los agentes del Irgun sobre su estancia en Auschwits, un personaje sale lentamente de la sombra, se va a servir tranquilamente una taza de te del antiguo samovar. Caminando en el cuarto, taza en mano, va poco a poco obligar a Dov a confesar que aprendió el manejo de la dinamita, no en el ghetto de Varsovia como afirmaba, sino trabajando como Sonderkommando en el campo de exterminación, eliminando los cadáveres que salían de las cámaras de gas. Sumiendo así al joven antes arrogante en la humillación y la culpabilidad, lo lleva más aun en la sumisión al forzarlo a confesar lo peor: la violación por los soldados del campo a los trece años. Nada de musica en esta escena. la confrontación pura de dos caracteres, uno girando alrededor del otro, reduciéndolo a nada, para poder someterlo y unirlo en forma indefectible a su organización. (Sal Mineo obtuvo el Oscar al mejor papel secundario)
Otra escena impactante, la escena final, en el entierro conjunto en Gan Dafna , de Karen, asesinada por un árabe, y de Taha, colgado por su amistad con los judíos, podría ser un adiós a las esperanzas. Una cámara fija de frente, a medio cuerpo de Paul Newman, para no caer en la emotividad del plano cercano a la cara. Solamente las palabras tienen importancia: hoy reunidas en la muerte, las dos razas lo serán un día en la paz pero antes de eso, hay que luchar. Y la imagen final es la de los camiones sobre la carretera,.Con la el tema musical que se vuelve épica.
Finalmente se puede reprochar que la película, en su posición equilibrada y humanista, se resienta como finalmente favorable a Israel. Después de sesenta años de vida de este estado, es difícil verlo todavía como un estado de tolerancia y de cohabitación pacifica con los palestinos. Pero la película es de 1960, cuando todavía se podía creer en la paz, antes de la guerra de los Siete días de 1967, antes de los asesinatos, del muro, de Gaza…. Y Anwar Sadat y Menachem Begin , en 1977, también quisieron creer en la cohabitación. Entonces…¿ Porque no un cineasta humanista?
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